La televisión del Cono Sur está infectada. No hay programa que no sufra de un vértigo innecesario en pisos inconducentes, efectos de audio idiotizantes tirados desprolijamente en vivo, desesperación por las mediciones de audiencia -minuto a minuto- que producen cambios de tema abruptos e inexplicables y golpes bajos en lo que concierne a la forma y el contenido. Basta sintonizar canales uruguayos, chilenos o paraguayos y observar los mismos vicios para detectar el origen del mal: los formatos de la televisión argentina. Formatos que se han expandido de manera fatal por toda la región y que se han convertido en la lingua franca de la televisión sudamericana. Esta «argentinización» incluye la tendencia a configurar un débil stardom local, donde varios personajes mediáticos son utilizados como protagonistas de «la noticia del día» y luego, caen en el olvido.

tiranostemblad

Pero desde Uruguay, las entrañas mismas del organismo infectado (la televisión oriental es casi una repetidora de los programas argentinos), surgió un antídoto: Tiranos Temblad. Un «resumen semanal de acontecimientos uruguayos» donde los mejores videos de You Tube grabados en Uruguay (o sobre Uruguay) son condensados en un tape de seis minutos. ¿Quiénes son los protagonistas? Cualquier uruguayo que haya subido un video de su casamiento a You Tube, o un turista que compartió online su paseo por la Rambla de Montevideo, o un botija que graba un video donde bautiza a cada uno de sus 200 muñequitos con un nombre distinto.

Ideado a fines de 2012 por Agustín Ferrando -un productor de televisión aburrido por la típica recaída laboral de fin de año-, Tiranos Temblad comienza como un pasatiempo, tomando su título prestado al fragmento más combativo de la letra del himno uruguayo. ¿Hay panelistas? ¿Hay conductores que se la saben todas? ¿Hay noteros, hay copetes acartonados, hay peleas mediáticas, hay figuras relevantes para que no caiga el minuto a minuto? No. El método utilizado para la elección de los contenidos no lo permite. Cada resumen semanal incluye, casi de manera aleatoria, los resultados encontrados al buscar «Uruguay» en la herramienta «última semana» que proporciona You Tube. Con este método digno de las vanguardias históricas del Siglo XX llegamos a videos que no tendrían visibilidad alguna en el océano audiovisual del sitio, y que serían aburridísimos sin el corte y las locuciones de Ferrando: una mujer que roba flores del “ornato público” montevideano, la invención de una gaseosa sabor yerba mate en Japón, un uruguayo pidiendo que “traigan You Tube a Uruguay”, la nueva canción de Nelson “Cable” SIlvera, “En esa esquina no funciona nada” , y tantos otros anónimos que cobran relevancia gracias a TT. ¿Por qué? Al revés de lo que ocurre con la televisión de archivo, Tiranos Temblad no tapa con kilos y kilos de gráfica el video que levanta para esconder su origen, todo lo contrario, un font permanente con el título del video original nos invita a encontrarlo fácilmente en You Tube.

«Abandoné mirar televisión nacional hace varios años, por un proceso natural, y siento que le estoy devolviendo a los medios de mi país algo de lo que aprendí mirando internet», dice Ferrando y lo demuestra en cada entrega de TT, donde varias músicas incidentales usadas en la edición son extraídas de You Tube (la canción más repetida es de Aleksey Igudesman, el ruso que compuso “Uruguay es el mejor país”, y donde, si se insertan partidos de fútbol o acontecimientos políticos, la fuente nunca deja de ser el video de un aficionado antes que la televisación oficial de los eventos. Esta afrenta a los rayos catódicos se explica en un país donde, según el guionista argentino/ uruguayo Fernando Trotta, “un éxito televisivo dura veinte años al aire y un fracaso dos, para amortizar los gastos de la escenografía”.

Varios canales uruguayos intentaron comprar Tiranos Temblad pero Agustín Ferrando se negó a venderlo. A la tele lo que es la de la tele y a internet lo que es de internet: cualquier productor televisivo sería capaz de “achicarlo porque no garpa”, insertar una cara conocida para conducirlo “para que la gente se enganche” o sacarlo del aire si baja una décima en el minuto a minuto.

Este trabajo de campo sobre los contenidos que circulan en You Tube se retroalimenta constantemente de ellos, y se construyen historias que van desarrollándose a medida que surgen nuevos capítulos de Tiranos Temblad. Porque se trata de acontecimientos y no de noticias, porque bajo la fachada del “noticiero” (que ha perdido valor como tal, basta ver los informativos argentinos para cerciorarse de que las noticias ya no le interesan a nadie, un botón de muestra más del #findelperiodismo), se construye una secuencia de momentos irrelevantes para los medios y a la vez geniales para quienes ya no ven televisión con un televisor, Tiranos Temblad esquiva el peso de las figuras mediáticas y entrama un universo audiovisual con los desechos tercermundistas de You Tube. Si la televisión tal cual la conocemos va dejando de existir, si los Tinelli, los Pergolini y las Susana Giménez van camino a la extinción, la ventanita de búsqueda de You Tube nos regalará cada vez más tesoros. Y gracias a ella, los tiranos van a desaparecer. ///PACO.