La imagen estereotipada que la mayoría tiene de los motoqueros está asociada a la tosquedad: hombres duros que rompen las reglas, fanáticos del cuero, la barba larga, los motores rugientes y los malos hábitos. Lo que la mayoría no sabe es que muchos motociclistas suelen formar parte de organizaciones que pretenden lograr el bien de la comunidad a la cual pertenecen. Una de ellas es la que fundó un grupo de motoqueros del condado de Maricopa, en Arizona, que se propone luchar contra el abuso de menores.

La organización, conocida como BACA (Bikers Against Child Abuse) tiene como objetivo trabajar con chicos abusados sexualmente, creando una red de seguridad que les permita volver a confiar en la sociedad y eliminar paulatinamente el miedo y los síntomas que generan los abusos y violaciones. Este objetivo lo logran a partir de diversas acciones: acompañándolos a la escuela diariamente y a la corte cuando tienen que testificar, realizando rondas de vigilancia por sus casas y espacios que frecuentan y protegiéndolos para que no tengan miedo de seguir con sus vidas. Además, los integrantes de BACA buscan concientizar a la sociedad sobre el delicado tema del abuso infantil, haciendo hincapié en la importancia de tomar en serio lo que dicen sus hijos y saber leer entre líneas sus palabras y comportamientos.

El modus operandi de los integrantes de BACA es simple. Los niños son acompañados constantemente por estos ángeles sobre ruedas, a quienes se les entrega la campera motoquera de la organización con su nombre y el lema “I will not live in fear”. La organización tiene una página de Facebook con más de 370 mil fans en donde se comparten las experiencias de los BACA, ya que la organización está creando embajadas de protección de niños alrededor del mundo.

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Cuando los padres de un niño abusado se contactan con la organización para solicitar protección, el grupo entero se presenta en la casa del niño pero solo dos motociclistas son asignados para que acompañen, protejan, conversen, jueguen y apoyen al niño. Estos dos miembros asignados deben dar su número de teléfono por si necesitan ser contactados para cualquier necesidad y nunca asisten a la casa si el niño está solo, solo deben hacerlo con la autorización y presencia de los padres.

Con una canción como símbolo de su misión, estos hombres fornidos y rebeldes se comprometen con el rescate de la infancia y con mejorar la vida de los más desprotegidos.

“Porque decimos lo que haremos, 
y porque hacemos lo que decimos,
cueste lo que cueste,
ahuyentaremos tus miedos.”

Chief es el motoquero creador de BACA. Además de ser un fanático de los motores, es trabajador social y ludoterapeuta. Su misión, según relata en el video institucional que explica las tareas de la organización, es “empoderar a los niños para que no tengan miedo del mundo que los rodea”. Además, en el video podemos ver como un integrante de BACA acompaña a un nene abusado a la corte, llevándolo en el sidecar de su moto. O como un motoquero barbudo y enfundado en cuero que asustaría a cualquier niño le entrega la campera de la organización a una nena diciéndole “eres parte de nuestra familia y siempre estaré para ti”.

Cuando sabes que un pedófilo promedio atenta contra 400 niños a lo largo de su vida, sacar a uno de la calle es una gran cosa”, dice Chief. Los BACA quieren tomar las calles, quitárselas a los abusadores y maltratadores de niños para que ellos, sintiéndose poderosos, se las apropien para siempre. “Cuando te enteras que en este país tres de cada cinco chicos es abusado de alguna manera, no puedes más que pensar que es una epidemia en nuestra sociedad. Y nosotros nos convertimos en la plaga de esa epidemia”.

Pero BACA no es la única organización de motoqueros contra el abuso infantil. La misión fue replicada en Australia, Italia, Holanda, Canadá, Francia y Alemania. Además, en Estados Unidos existen los GOC (Guardians of Children) que tienen el mismo próposito que los Bykers Against Child Abuse. Originarios de Gastonia,  ciudad ubicada en el condado de Gaston en el estado de Carolina del Norte, fundaron su organización en 2010.

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En 2013, los integrantes de Jackass lanzaron una nueva película, Bad Grandpa, en donde Johnny Knoxville, caracterizado como el abuelo Irving Zisman, paseaba con su nieto Billy de 8 años por varias ciudades americanas en busca de acción. Los productores de Jackass contactaron a tres integrantes de GOC para filmar la película, quienes fueron cómplices de la broma. El abuelo Irving conduce su auto junto a su nieto Billy hasta un bar de Gastonia en donde se encuentra Chuck, el padre de niño. Chuck está hablando con un miembro de GOC solicitando ayuda para su hijo cuando ambos llegan al bar. Irving se va, pero extraña a Billy, no quiere dejarlo con su padre maltratador. Entonces vuelve al bar y ve como su hijo agrede a su nieto delante de los GOC, insultando a Billy por pedir algo para comer. Lo que le pasó al actor que interpreta a Chuck no hace falta contarlo. Así como los BACA, los GOC afirman que “estamos en contra de la violencia física, no la promovemos. Pero si es necesario utilizarla para defender a un niño de un abusador, no lo dudamos”.

La verdad más grande de la historia universal la pronunció el que afirmó que hay un capítulo de Los Simpsons para cada escena de la vida cotidiana. El capítulo Brother from the same planet, perteneciente a la cuarta temporada, trata sobre como Bart –al ver la falta de atención de Homero- ingresa en un programa de hermanos mayores, y Homero, para vengarse, «adopta» a un hermano menor. A Bart le asignan un «hermano mayor», quien comparte actividades con el niño, como si fuera su padre. El primer día, Tom pasa a buscar a Bart a la escuela, oh casualidad, en motocicleta.

Los BACA utilizan el aura de chicos malos, solitarios y temerarios para envolver a los niños en un espacio de calma y seguridad. Lo que a la mayoría de la gente le asusta o les genera respeto, a los chicos protegidos les da confianza. El mito urbano que dice que cuando un violador entra en la cárcel el resto de los detenidos se lo hacen pagar, no es infundado. Si es cometido contra un menor, la justicia tumbera no deja de ejercer su poder sublime sobre el infractor. Los motoqueros creen que su misión es convertirse en el cerco entre el infierno y la felicidad para esos chicos. Si los victimarios dan miedo, ellos dan mil veces más miedo. Generan más miedo que los demonios que persiguen a esos chicos, y ahí radica el éxito de la receta/////PACO