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Por Karina Wainschenker

Estaba armando un curso de ocho encuentros sobre el desnudo en las la historia del arte para un taller de dibujo con modelo vivo. Introductorio, tranqui, sólo un recorrido. Pero no quería quedarme con lo tradicional que estudia la señora de Recoleta (sin ofender a las muy queridas señoras de Recoleta). Quería ponerle un poco de punch. Ya había agregado en el séptimo encuentro algo de la representación del cuerpo en la fotografía y el cine. ¿Y en el octavo? “Tiene que haber algo de estética digital. No podemos quedarnos con la fotografía y el cine entrado el segundo decenio del siglo XXI”, me digo. Entonces me puse a googlear. Claro, algo de la publicidad, algo de youtube, el photoshop, la autofoto, las redes sociales, algo de pornografía casera y HD, etcéteras.

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Puse “chicas desnudas” en el buscador y así me encontré con páginas de chicas desnudas hechas con caracteres. Al principio pensé que era una berretada. Quizás por el desencanto que le tenemos a los caracteres. Por culpa del <3 y esos. En Twitter suelen repudiarlos y hasta leí decir que deberían poner una granja de rehabilitación para los que abusan de su uso (no me acuerdo quién, sino con gusto lo citaría). Sin embargo, algunos de estos dibujos me sorprendieron. Busqué más. Me sorprendí más. El detalle y la definición de algunos me parecieron extraordinarios. Hasta me imaginé posando cual Rose en Titanic y a mi Jack con una tablet marcando caracteres con los pulgares para crear una representación de mi cuerpo con barras, arrobas, numerales y asteriscos.

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Me pasó también otra cosa. Se me vino toda la historia del desnudo en el arte encima. Desde los lineales dibujos egipcios, las esculturas griegas de increíble anatomía y el equilibrio y la mesura del renacentismo, hasta las pinturas cubistas e incluso el cuerpo en la fotografía artística y publicitaria. Los dibujos con caracteres representan desnudos de mujeres en poses que invocan a la musa romántica que posa relajada ante un artista; eróticas, en las que la modelo se muestra como a la lente de una cámara fotográfica; y también pornográficas en donde vemos, por ejemplo, escenas de autosatisfacción. Algunos son pura línea, otros usan las texturas de los caracteres para crear profundidad con efectos de sombra. Se me ocurre que el dibujo con caracteres tiene algo del puntillismo, ese impresionismo extremo que compone imágenes con puntos de colores. ¿Por qué no componer imágenes con caracteres de colores? Sí, es cierto que se puede pasar cualquier tipo de imagen a caracteres con algún motor online. No me voy a poner a discutir qué es o no es el arte. Mucho menos voy a ponerme a debatir el viejo concepto de autoría o de aura benjaminiana. El hombre se representa a sí mismo y a su alrededor. Lo hizo desde siempre. Y los dibujos con caracteres recuperan y exponen ese instinto primitivo que nos caracteriza como especie. Bienvenidos ellos y las nuevas estéticas digitales.///PACO