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Tercermundismo es el mal de los pueblos que
no saben lo que tienen ni saben cómo usarlo.
Francisco es la bendición más grande que nos ha tocado a los argentos en décadas.
Me atrevo a decir que en toda nuestra historia.
Si no barrenamos esta ola somos muy muy muy perejiles.
Chocolate for the news.
Pero Francisco no puede sacarnos de nuestros desaguisados él solito.
Su reino es global.
Está ocupado con mil quilombos.
Tenemos que darle una mano desde acá.
El que podría venir a poner el hombro es Nacho Figueras.
El Messi del polo.
Bueh, es un dignísimo 4 de handicap.
No importa: percepción es realidad.
A ojos del shet set internacional, Figueritas es Messi.
Adolfito Cambiaso sería Cristiano Ronaldo.
Figueritas es la estrella de las campañas publicitarias de Raph Lauren desde hace años.
La está levantando en pala.
Con carretilla.
Hay boludas amigas mías que no les gusta Nachito.
¿Quién les gusta, pelotudas?
¿Cabré, Arana?
No sean grasas, plis.
Son dos pocacosa para consumo interno.
Lo que vende Nacho Figueras en el primer mundo es un estilo de vida criollo chic.
Esa mezcla 100% criolla de indio con europeo que sólo se da en Argentina.
Lo único más o menos original y exótico que tenemos.
¿Por qué Nacho Figueras o Adolfito Cambiaso no están haciendo campañas de, por ejemplo, vinos argentinos?
¿Cómo es posible que seamos tan pelotudos de no exportar Nachos Figueras y Adolfos Cambiasos a lo pavote?
Agarremos 10 bondis.
Salgamos a recorrer la patria.
Hay clones de Nacho Figueras para levantar con mediomundo.
Está lleno.
Les sacamos la pilcha Siamo Fuori, les blaqueamos un poco el comedor, les ponemos un poco de páckayin polista, los subimos a un matungo y los vendemos por buenos.
El mito del gigoló argento.
Como el Coqui Capitanich.
La sonrisa gardeliana.
El pelo azabache.
La estampa de ganador.
La jeta ancha, delatora de altos niveles de tessstossssterona en sangre.
Bien ahí.
Volviendo a Figueritas, México sufre un sindróme parecido.
Tienen la modelo más linda del mundo mundial y no lo saben.
Liliana Domínguez.
Diosa de verité:
http://www.youtube.com/watch?v=-BS1h4poj3w
Modelo todo terreno: puede hacer pasarela, editorial, publicidad.
Divina, unas facciones rarísimas.
Le da mil vueltas al invento de Scarlet Shohannson.
O como coño se llame.
Los hermanos mexicanos la ignoran.
Nunca escucharon hablar de ella.
No saben que existe.
A ellos les gustan los gatos telenoveleros recubiertos de cirugía.
Nada más triste que desconocer lo que se tiene.
No saber cómo usarlo.
La definición del tercer mundo.
A otro que podríamos pedirle que vuelva es a Luis Moreno Ocampo.
LMO es uno de los tipos que más le puso el pecho a las balas en los últimos 30 años de historia argentina.
Primero por los derechos humanos.
Cuando había que tener cojones.
Cuando el psicópata Massera gozaba de plena salud y mucho derpo para hacer daño.
Cuando esos dos grandes colaboracionissstas conocidos como Él y Ella estaban escondidos abajo de una baldosa en la Patagonia sumisa.
Terminados los juicios a las juntas, LMO inició una cruzada personal contra la venalidad genética de nuestras élites.
Tanto en el sector público como en el privado.
Políticamente es un moderado.
Tal vez por todo esto le echaron flit y se mandó a mudar.
Hoy, como fiscal en jefe en la Corte Internacional de La Haya llevó y lleva adelante causas jodidas contra criminales de guerra de toda laya.
No obsssstante, en Argentina nunca se lo menciona.
Jamássss.
Los gatekeepers de la opinion pública argenta no saben que existe LMO.
Fabián Doman tiene más centimil.
Algo no está bien cuando Luis D’elía tiene más micrófono que Luis Moreno Ocampo.
¿Cómo es posible que un muchacho con estas credenciales nacionales e internacionales no sea, por lo menos, menistro de algo?
La respuesta es fácil: nuestros líderes de pago chico detestan que les hagan sombra.
Nuestras élites tienen fobia a rodearse de gente preparada.
Prefieren obsecuentes y pinches para los mandados.
A CFK tuvieron que internarla y amenazarla con un juicio político para que baje un cambio y oxigenara un poco su gabinete de incompetentes y chupamedias.
Puestos a elegir entre Luis Moreno Ocampo o Guillermo Moreno, nuestros caudillejos siempre van a elegir al segundo.
LMO nos queda grande.
Tan grande que ni siquiera registramos su existencia.
Estaría bueno que hiciéramos un intercambio de rehenes con el viejo continente.
Les mandamos a Guillote Moreno y nos devuelven a Moreno Ocampo.
Coqui, si tenés un poco de visión, mandále un email a LMO.
A ver qué dice.
///PACO