Entrevista


Frank McDonough: «La gente ayudaba a la Gestapo»


Frank McDonough es un historiador inglés formado en el Balliol College de Oxford y profesor en la Liverpool John Moores University. Especializado en la historia del Tercer Reich y en las condiciones que rodearon el surgimiento del poder nazi y sus crímenes, su último libro traducido al castellano es el excelente
La Gestapo. Mito y realidad de la policía secreta de Hitler (Crítica). Desde Livepool, el profesor McDonough (que en Twitter es @FXMC1957) contestó algunas preguntas sobre su análisis de la Gestapo.

¿Cuál es el “legado” de la Gestapo para las agencias de inteligencia que surgieron en el mundo hasta hoy?

Supongo que uno de los legados es la forma en que la Gestapo ponía en la mira a sus adversarios concentrándose en aquellos más propensos a involucrarse en actividades opositoras. Esto ayudó a la Gestapo a localizar a aquellos que eran vistos como los adversarios más peligrosos.

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La gente denunciaba a sus amigos, colegas laborales, esposas, maridos y vecinos.

Diferencias históricas aparte, ¿la tecnología digital renueva el problema de juzgar a las personas (como hizo la Gestapo en varias oportunidades) a partir de sus opiniones más triviales?

Creo que el peligro de la tecnología actual a disposición de las agencias gubernamentales es que permite recolectar mucha información sobre individuos que no hacen nada malo. La Gestapo operó en una era previa a la tecnología digital moderna y solo para investigar casos sobre los que había denuncias, habitualmente hechas por personas comunes, y como muestra mi libro, incluso así se desperdiciaba mucho tiempo. Con demasiada información se vuelve más difícil para los servicios de seguridad encontrar a los verdaderos malos.

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En 1945 había 261 curas católicos detenidos en el campo de concentración de Dachau.

¿Qué elemento de la Gestapo refleja mejor la “fascinación” que despierta el nazismo?

La forma en que la gente común ayudó a la Gestapo a perseguir a sus adversarios es uno de los aspectos más impactantes del libro, que a su vez está basado en los archivos originales de la Gestapo. Se estima que la mayor parte de los casos de los que se ocupó la Gestapo empezó con una denuncia hecha por personas comunes, y que solo el 15% empezaba a partir de la vigilancia que hacía la propia Gestapo. De todas maneras, como cuento en el libro, la gente también usaba a la Gestapo, muchas veces, para ajustar conflictos privados. Alrededor del 80% de las personas que hacían denuncias eran hombres y el otro 20% mujeres, y era muy raro que un denunciante sufriera cualquier consecuencia a partir de una falsa acusación. La gente entonces denunciaba a sus amigos, colegas laborales, esposas, maridos y vecinos. De hecho, muchas personas fueron denunciadas por hacer comentarios contra el nazismo mientras estaban borrachos en alguna cervecería o restaurante. Eso demuestra lo mucho que la Gestapo se apoyaba en la cooperación pública. Creo que hechos como estos son los que provocan la fascinación con el nazismo, al mismo tiempo que generan preguntas sobre la naturaleza humana.

¿Cuál era el principal interés compartido entre la Iglesia Católica y el Partido Nazi y en qué punto esos intereses se enfrentaron?

No hubo un interés común entre la Iglesia Católica y el Partido Nazi. A Hitler le disgustaban los católicos por dos razones: sentía que los católicos, que eran alrededor de 20 millones durante el nazismo, eran leales a Roma y no a Alemania, y también que los católicos habían fallado al no ver la importancia del problema judío. Por estas razones, los católicos eran siempre tratados como sospechosos. Los católicos quedaron aparentemente protegidos por el Concordato de julio de 1933 entre la Alemania nazi y el Vaticano, pero los nazis no adhirieron a este acuerdo, y la Gestapo jugó un papel clave en la persecución de sacerdotes católicos, monjas y monjes. Un tercio de los 25.000 sacerdotes católicos que había en ese momento en Alemania fueron sometidos a algún tipo de acoso por la Gestapo, que también armó listas de curas señalados como “desleales”. En 1945 había 261 curas católicos detenidos en el campo de concentración de Dachau solamente. Pero el acoso no funcionó, ya que la presencia de los feligreses en las iglesias católicas creció, en especial durante la Segunda Guerra Mundial.

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La Gestapo nunca fue una poderosa policía secreta con espías en todos lados.

¿Por qué la Gestapo alcanzó un “mito de eficiencia” incompatible con su verdadera historia?

Mucho de eso se logró gracias a la propaganda. Los alemanes creían que la Gestapo era mucho más grande de lo que realmente era. Uno de los mitos que expongo en el libro es que la Gestapo nunca fue una poderosa policía secreta con espías en todos lados. En realidad, era una organización muy pequeña. En 1933 tenía solo 1000 oficiales, que llegaron a 6700 en 1937 y a un pico de 15.000 durante la Segunda Guerra Mundial. Dado que había 66 millones de personas en la Alemania nazi, puede notarse que la Gestapo estaba severamente excedida de trabajo y, a la vez, no contaba con el personal suficiente. En las ciudades grandes había incluso menos oficiales. En Düsseldorf, con una población de 500.000 habitantes, había apenas 126 oficiales de la Gestapo. En Duisburg, con 400.000 personas, había apenas 43 oficiales, y en Colonia, con 750.000, solo 69. Para maquillar esta falta de personal, la Gestapo concentraba sus recursos contra objetivos claros, en especial comunistas, disidentes religiosos y judíos, y se apoyaba mucho en las denuncias hechas por ciudadanos ordinarios.

Dado que Adolf Eichmann fue capturado en Buenos Aires, ¿podría definir la verdadera importancia de su rol en la jerarquía de la Gestapo?

Adolf Eichmann se convirtió en una figura crucial de la Gestapo porque fue un administrador eficiente y porque tenía un interés especial en la cuestión judía. Era particularmente bueno para organizar. Por estos motivos se le asignó la tarea durante el Holocausto de organizar todo el transporte en Europa hacia los campos de exterminio en Polonia. Su rol, por lo tanto, fue crucial para la deportación de los judíos en la Europa ocupada por los nazis/////PACO