Entrevista


Diego Parés: «La belleza no es graciosa»


Diego Parés es humorista gráfico. Su último libro,
Humor Petiso (Edhasa), recorre una producción en la que la crítica social, el humor ingenuo y la opinión se combinan en un trabajo que, sin escapar ni a la polémica ni a la efectividad de la inteligencia, se publica en los medios más importantes del país.

¿Cuál dirías que es el asunto principal de tu trabajo y en qué medida creés que te fue posible elegirlo o resultó inevitable?

Nunca terminé de entender si elegí los lugares dónde trabajar porque mi necesidad pedía expresarme sobre tal o cual tema. Por ejemplo, laburé mucho tiempo en Sex Humor. Podría decir que caí ahí porque era, de las revistas de Ediciones de la Urraca, en la que mayores posibilidades tenía de empezar a foguearme en este laburo un principiante como lo era yo en aquel momento. Pero después, años después, caí en la cuenta de que yo necesitaba hablar de sexo, profundizar en ese tema, en ese momento de mi vida. Así que no se, no se si elijo o no. Respecto del asunto principal de mi trabajo tampoco lo sé, pero podría decir que es la huida frente a situaciones de conflicto, de poder, etc. La huida como acto creativo. El humor es salirse por una tangente, tomar un camino ilógico y no proporcional, no acorde al problema que se plantea.

En Humor Petiso hay viñetas dedicadas a asuntos que cierto feminismo no dudaría en catalogar como machismo. ¿Cómo funciona tu trabajo en relación a esas zonas del discurso social donde cualquier “paso en falso” es excusa para acusaciones inmediatas?

Esto del paso en falso me recuerda a esa situación clásica de la comedia, que es pisar una cáscara de banana o caerse en un pozo mientras uno va distraído en otra cosa. Acepto y me hago cargo de pisar todas las bananas que haya que pisar y caerme en todos los pozos que haya que caerse. Es mi laburo.

Humor Petiso - Selección para Paco 4

Acepto y me hago cargo de pisar todas las bananas que haya que pisar y caerme en todos los pozos que haya que caerse. Es mi laburo.

Nabokov decía que la ética del escritor estaba en el estilo. Trasladando ese principio al dibujo, ¿cómo funciona en tu trabajo y en el trabajo de los colegas sobre cuyo trabajo corresponde estar pendiente?

Si, leí poco a Nabokov. El otro día empecé uno pero no pude seguirlo porque justamente, se me imponía demasiado el estilo. Pero creo que si, que hay dibujantes que hacén de su estilo una ética. Hay tres dibujantes que me interesan mucho, y que en Humor Petiso a veces están presentes, que son Landrú y los españoles Gila y Tono. Ellos con sus estilos de «dibujar mal», con su aparente incapacidad para «dibujar bien», le aportan al mensaje una pata fundamental, que es lo ridículo. Ven la cosa tan absurda, tan ridícula, que la dibujan así como la ven. Desarman toda solemnidad, toda grandeza, toda seriedad. Nada se salva en su mundo dibujado, nada es demasiado importante. Sus chistes hacen matrimonio perfecto con sus dibujos y si estuvieran dibujados de otra manera, serían menos graciosos. Otro tipo que llevó eso al máximo es Oski. Podetti también.

¿Cómo conviven en tu mente y en tu agenda trabajos que pueden salir en La Nación o en Barcelona?

Yo laburo intentando no contradecirme. Puedo hablar de política en Barcelona y no hablar de política en La Nación. Puedo tener otros puntos en común con el lector de La Nación, más allá de la política. La necesidad de trabajar me ha llevado en mi vida a laburar en muchos lados y paralelamente. Ponele, en Sex Humor y Billiken, así que tengo claro que cada medio espera de uno que sea funcional a ese medio. No hay contradicción en laburar para Sex Humor y para Billiken, como no la hay en el hecho de ser un adulto con deseos sexuales, vida sexual, etc y ser, por ejemplo, padre y jugar con niños. Uno es muchas cosas, abarca muchas sensibilidades y las conduce a los puertos que corresponden. Antes, cuando no había internet, los compartimentos eran mas estancos. Vos laburabas en Billiken y el lector de Billiken ni se enteraba que vos laburabas en Sex Humor. Hoy día todo se hace público y todo está a la vista, pero no pasa nada. Hay que tener la suficiente imaginación para comprender el todo y con total naturalidad, saber que Carlitos Balá, además de trabajar para los niños, tenía sus ideas políticas y su vida sexual. Lo que si puede ocurrir es que pierda puntos en común con algunos lectores. Cuántos menos puntos en común tengas con alguien, menos amigo tuyo será. Pero bueno, si no podemos ser amigos, siempre podremos ser conocidos, compañeros de trabajo, caballeros que se respetan, gente cortés o amable, con quienes no sean nuestros amigos. Por otro lado, calculo que cuánto más uno aprenda, cuánto más comprenda, más posibilidades de comunión tendrá con sus lectores, así que habrá que seguir aprendiendo.

¿Qué llega primero, el dibujo o las líneas escritas que le dan sentido?

Está lleno de zonas grises. A veces los chistes son mas orales, a veces más visuales, a veces hay una buena combinación de ambos. Creo que lo importante es que ni el dibujo ni el texto estén por encima de su majestad, el chiste. Esto no es fácil para mi. Hay gente que lo hace con naturalidad o con un resultado óptimo, como Tute, por ejemplo. A mi me cuesta, no me sale de forma natural.

Humor Petiso - Selección para Paco

Vos laburabas en Billiken y el lector de Billiken ni se enteraba que vos laburabas en Sex Humor.

¿Dónde se ubica el trabajo del humorista gráfico en la Argentina hoy y qué similitudes y diferencias tiene con un humorista gráfico en Nueva York o París?

Las noticias que tengo respecto de humoristas de otras partes del mundo son pocas. Yo creo que el humorista es un payaso, es el payaso del circo. Su labor es hacer reír. Es una posición despreciable y descartable, alejada de las cosas importantes y las altas consideraciones. Cuánto más respeto se desea obtener, más se aleja uno del payaso y menos gracioso es. El humor es el último orejón del tarro, se ríe de si mismo y de todo lo demás, puede molestar, es el tarado de la fiesta, es incómodo porque denuncia la hipocresía, no como actitud militante, sino porque, pobre, es idiota.

Humor Petiso - Selección para Paco 3

Hay dibujantes con pretensiones artísticas, hay humoristas y hay humoristas con pretensiones artísticas.

¿Qué otros colegas te interesan?

A mi me gusta el trabajo de Podetti, de Lucas Nine, de Pablo Fayó, hay gente más joven cuyo trabajo también me gusta. No se si laburamos sobre temas comunes hoy día. En la última década se ahondó mucho en las sensaciones individuales, el autoayudismo, la supremacía del yo y otros refugios autocomplacientes por el estilo. Una rivalidad podría ser entre la que lleva a algunos dibujantes a enfocarse en su deseo y a otros en su deber.

¿Cuáles son las pretensiones artísticas en el humor gráfico en general y en tu trabajo en particular?

Hay dibujantes con pretensiones artísticas, hay humoristas y hay humoristas con pretensiones artísticas. Acá en Argentina hay y hubieron dibujantes con pretensiones artísticas: Crist, Sabat, Grillo, Carlos Nine, Oski, Sanzol, Scafati, Cardo, etc. Después hay humoristas buenísimos como Quino, Landrú, Fontanarrosa, dónde lo artístico está mas velado. Y no se si hay, salvo Crist, humoristas con pretensiones artísticas. Podetti podría ser uno. Pero en general, cuanta mayor es la preocupación por lo artístico, menos humorístico se puede ser. El humor no tiene que ver con la belleza, la belleza no es graciosa.

¿Por qué la internet adulta odia a Nik?

Porque no es adulta. Odiar a Nik es una comodidad autocomplaciente, como odiar a Arjona o a Tinelli. Es más fácil odiar a Tinelli que leer, qué se yo, a Chesterton o a Robert Crumb//////PACO