Camila Romero es modelo y aunque nació en Buenos Aires y vivió en Brasil hasta los cinco años, hoy su imagen figura en campañas en muchos más países. En Instagram se la puede encontrar como @camiromer, donde el éxito de sus imágenes posando, divirtiéndose o haciendo deportes -con boxeo y prácticas de tiro incluidas- dieron inicio entre más de veinte mil seguidores al rumor sobre su notable parecido con Emily Ratajkowski. Sin dejarse intimidar por las comparaciones, Camila cuenta que construir una personalidad ante la cámara es parte esencial de su trabajo y que su propia belleza le sirvió para aprender varias lecciones.

Tenés muchos seguidores en Instagram, donde hacés rutinas de boxeo e incluso prácticas de tiro. ¿Son actividades que hacés por placer, necesidad o porque te interesa mostrar que no solo son «cosas de hombres»?

Esas actividades no las hice por necesidad, las hice por placer. Día a día me propongo metas y desafíos a mí misma, como cuando me tiré de bungee jumping en el Dique Cabra Corral y me animé a lanzarme desde lo alto de una Cala en Ibiza. Igual, me divierte demostrar que no son solo cosas de hombres. Lo que más miedo me dio de ir al polígono de tiro fueron los momentos previos a los primeros disparos, casi me arrepiento. Pero valentía ante todo. Mis amigas se rieron cuando les conté que iba a empezar boxeo, no me tenían fe, jajaja.

Me sorprendió la comparación con Ratajkowski, nunca lo había pensado hasta el momento que mis más cercanos me lo empezaron a hacer notar.

Hace poco te compararon con Emily Ratajkowski, ¿qué te pareció? 

¿A qué persona le molestaría que la comparen con Emily Ratajkowski? Perdón por contestarte con una pregunta jaja, al principio me sorprendió la comparación porque nunca lo había pensado hasta el momento que mis más cercanos me lo empezaron a hacer notar. La verdad es que yo, hoy en día, me siento más que conforme y orgullosa de quién soy, pero la verdad es que siempre comparamos a las personas con otra que usamos como prototipo. Pero si vamos al caso, lo lindo es que me comparen con alguien tan espectacular.

Siempre comparamos a las personas con otra que usamos como prototipo.

¿Se crea una «personalidad» al modelar?

Sí, claro que sí. En las producciones, junto a cada equipo, creo una personalidad distinta pero sin abandonar mi esencia. Demostrar seguridad es lo principal a tener en cuenta, porque de lo contrario se reflejaría en el resultado final. Me parece que nada es irrelevante, todo tiene un por qué y un propósito. Hay que estar acorde al resultado que pide la producción y la gente con la que se trabaja.

Hay que estar acorde al resultado que pide la producción y la gente con la que se trabaja.

En una época donde se critican los «estándares de belleza», ¿cómo definirías tu relación con tu propio cuerpo y con tu propia belleza?

Fui forjando cierta seguridad conmigo misma y mi cuerpo con el tiempo, aunque cuando era chica sufrí bullying por ser demasiado flaca y por la “no belleza”. Demás está decir que volví más de una vez llorando a mi casa. Elegí trabajar con mi figura, mi cuerpo y mi propia “belleza” porque la verdad es que de chiquita quería ser modelo. Nadie se tiene que sentir acomplejado, porque todos pueden llegar a lo que se proponen. Hoy también recibo mensajes un tanto negativos e hirientes, pero la verdad es que no me generan nada, ya que conozco lo sano que está mi cuerpo y soy consciente de cómo me alimento.

Fui forjando cierta seguridad conmigo misma y mi cuerpo con el tiempo, aunque cuando era chica sufrí bullying por ser demasiado flaca.

En una nota de Fashion TV se mencionan tus orígenes brasileños, pero también que sos argentina. ¿Qué le aporta cada nacionalidad a tu vida y a tu trabajo?

Mis orígenes brasileños vienen por parte de mi papá. Él y toda mi familia paterna son de Brasil. Si bien nací en Buenos Aires, al cumplir los meses necesarios fuimos a vivir con mis padres a Paraty, donde viví hasta mis 5 años. Tengo la doble nacionalidad y por el consulado de Brasil tenía que tener los apellidos de los dos. Así que mi nombre completo es ‘Camila Da Cruz Pacheco Romero’. Sí, ¡súper largo! Cada cosa que va pasando en mi vida la tomo como una herramienta para seguir mejorando. Para mí es súper importante mi pasado porque son mis raíces. Nunca hay que olvidarnos de dónde venimos.

Cada cosa que va pasando en mi vida la tomo como una herramienta para seguir mejorando.

¿Qué curiosidad te da de un trabajo que obliga a la exposición y qué aprendiste hasta ahora de eso?

Aprendí mucho al respecto. Siempre fui una persona tímida y vergonzosa. Debido a mi trabajo y la exposición que genera tuve que aprender a tener más confianza en mí misma y aprender a ser un poco más caradura. Me costó la aceptación de la crítica y aprender a hacer oídos sordos frente a las personas que inventan y dicen cosas. Lo llevo de manera normal, quizás cuido un poco más lo que subo a las redes que una persona que se dedica a otra cosa, porque lo tomo como una herramienta de trabajo. Mis amigos y familiares lo ven de la misma manera//////PACO