Por @andyfechi

CATFISH

a. (en Inglés.) Bagre – Pez.

b. Reality Show del canal MTV.

c. Película documental dirigida por Henry Jost y Ariel Schulman estrenada en el año 2010.

1.

Un Reality Show no es un documental, es una ficción televisiva que se hace pasar por real. Catfish no es un Reality, es peor. Es un “Reality de MTV” de esos donde unos pibes Yanquis, mas cancheros que el resto, realiza una ‘intervención’ y le abren los ojos a un supuesto neófito ignorante. En este caso, comprobar si la “persona” con la que chatean, ríen y se enamoran estos vírgenes antisociales a través de Facebook es real. Hay un placer culposo en revelar algo secreto, pero no necesariamente encontrar la verdad, sino, desarmar la mentira. Pensado, CATFISH, reúne lo peor de la Televisión. No informa, no entretiene, se burla de la gente. Pero reducido a un concepto contado por un amigo al pasar, es como un anzuelo con una carnada irresistible: “Un programa de MTV donde descubren si un perfil de Facebook es real o no”.

Orson Welles “puso en escena” con su adaptación al radioteatro de “La Guerra de los Mundos”, muchas de las técnicas y recursos de construcción narrativa que había aprendido en el teatro. Por unos largos minutos, puso en crisis la idea de “Realidad” en la burbuja de la comunicación. No hablo de encriptación y código, hablo de las múltiples realidades posibles, manipulables por infinitos potenciales narradores, todo desde la aparición de los medios de comunicación, especialmente Internet. Facebook, en este caso, es una caja de herramientas que permite construir verosímiles personales dentro de ciertos limites e incluso comunicarse con otros verosímiles personales de gustos e intereses similares. Perfiles le dicen.

Se ha hecho tanto en materia manipulación de Perfiles y Muros que lo que se ha hecho en toda la historia para manipular medios como la TV o la Radio. Todo esto, en nombre de pequeñas fuerzas individuales de millones de personajes, con razones para nada importantes, aunque, definitivamente impulsadas por intenciones de conseguir emociones reales. Cada uno de esos individuos, devenidos en autores. Lo que mueve el programa Catfish no es su nivel de realidad, sino la trama detectivesca (narrativa) del descubrimiento de un verosímil que ya existe, pero por definición no es verdadero. Finalmente, la promesa de un resultado, un Ganador o Perdedor al final de cada episodio (Razón de éxito de casi todos los programas y rankings de MTV). Hasta ahí el Gancho del Formato.

2.

Lo interesante para el observador curioso se revela cuando hurgamos en el origen del mecanismo narrativo de la serie. ¿Cómo es que sus creadores logran hacernos retroceder a la era de inocencia narrativa? Simple, antes de hacer una serie para MTV, estos chicos cool de Nueva York que vemos tan cancheros conduciendo la serie, fueron víctimas de una farsa, pero fueron lo suficientemente hábiles como para convertirlo en un documental, también llamado CATFISH. Participaron en el prestigioso festival de SUNDANCE donde fueron acusados de faltar a la verdad. Más de 100 años de Cine y ellos logran que se los cuestione con palabras demasiado fuertes para el arte, como lo es La Verdad. Un poco menos culposos y liberados cualquier tipo de análisis sobre lo verdadero, podemos proceder a desarmar CATFISH. Acá el Trailer.

Muy cancheros Ellos, en su oficina en Nueva York. Mucho Macbook, Facebook, Posters, Anteojos de Marco ancho, Cuadros pintados por Abby, una niña prodigio que Nev, descubre por Casualidad. Nev(nuestro protagonista) habla melosamente a un teléfono celular: “Tu voz no suena a como me lo imaginaba”. Nev, lee mensajes de texto de su ‘Novia’ escondido debajo de una sabana y riendo emocionado. Mas adelante en el tráiler, un final ‘a-la-Blair-Witch’, cámara en mano, terminando como en puntos suspensivos con una cita de una critico sobreimpresa en la pantalla“… AN EMOTIONAL ROLLER-COASTER RIDE…”

Este tráiler logra todo lo que un buen tráiler debe lograr. Funciona como un recuerdo de algo que alguna vez estuvo bueno, pero que ya viste. No es original; pero es ‘eso’ que te gusta de las películas, sumado al entusiasmo intelectual que produce el tipo de narración “suspenso”, intrínseca del genero discursivo “Tráiler”. Hasta ese momento, todo nos dice que estamos ante un clásico documental de cine Indie Norteamericano, cool, digna narración de tipos que pueden llegar a convertirse tanto un Michael Moore http://www.imdb.com/name/nm0601619/ (“Bowling for Columbine”), como en un Andrew Jarecki http://www.imdb.com/name/nm1285613 “Capturing the Friedmans”).

Pero Catfish, claramente no es Indie, es Hollywood, industria, y se presenta como tal a través de iconos representativos de la autoconciencia narrativa hollywoodense. El comienzo de “Citizen Kane” comienza con el logo filmado de la RKO. “Catfish” empieza usando la estética de Google Earth, para ‘animar’ el famoso logo de Universal (Como el mas noventoso Universal en 8-bits del inicio de Scott Pilgrim http://www.youtube.com/watch?v=-vv2VPSyuvE). Mega plano detalle sobre los pixels de un monitor recorriendo íconos de Internet y Facebook para los títulos y corte al primer plano de la película, un Primer Plano de nuestro protagonista, Nev. Señales de conformación de una película de Género.

 -¿Querés ser nuestro protagonista?- Dice en off Ariel. El autoproclamado director de la película.

-…no es que no quiera, es que no creo ser tan interesante- Dice Nev. Nuestro estúpido protagonista, parafraseando sin saber, un tema de Divididos.

Nev cuenta frente a cámara que van a filmar un documental sobre una niña prodigio, Abby Pierce, que pinta cuadros a partir de las fotos de Nev y sube videos a YouTube contando como lo hizo. El hermano de Nev, Ariel, autoproclamado director, lo interpela, y lo va dirigiendo, lo va ‘animando’ a seguir la aventura y a la vez suma desde el recurso de la narración en off. Ariel y su socio Henry accionan, las preguntas se las hacen a Nev y Nev va respondiendo, narrando lo lee por mail, Facebook y SMS. Parecen unos estúpidos con tiempo de sobra, filmándose entre ellos. Extrañamente, empatizamos con su estupidez y su vagancia, pero por sobretodo empatizamos con Nev, nuestro protagonista. Al fin y al cabo, uno no siempre empatiza con la rapidez, talento y/o la genialidad de un personaje, sino por ser quién nos presta su punto de vista para compartir junto a él una aventura.

El documental nos muestra a Nuestro Protagonista, Nev, que empieza a relacionarse por Facebook con toda la familia de la niña prodigio, Abby, su madre, Ángela, e incluso, una de las hermanastras, Megan. Nev avanza, y se empieza a relacionar más con Megan a través de las redes sociales. En una escena clave, Nev, avergonzado, oculto debajo de una sábana, lee mensajes de texto muy íntimos y halagadores entre él y Megan. Esta escena logra mostrar de forma muy efectiva ‘poner en escena’ a través del lenguaje audiovisual la intimidad entre dos personas, y tomamos como normal que logren intimidad sin siquiera conocerse en persona. Nev se justifica frente a cámara ante la pregunta de si está ‘en una relación’ con un perfil de Facebook. Muy seriamente, responde “Imposibilidades espaciales hacen que no estemos en una relación, pero si estuviéramos en el mismo lugar, estaríamos en una relación. Automáticamente.”

3.

En un momento de la película, Nev se cruza con un dato que lo hace sospechar de un mensaje de Megan. Élla lo desmiente. Nuestro protagonista, los directores, y por sobre todo, las cámaras de los directores, hacen una investigación virtual que agranda la sospecha. Empieza a formarse una narración detectivesca, con teorías, pruebas y contrapruebas que los lleva, Google Maps mediante, hasta un pueblo al norte de Michigan, donde vive la familia. Van en busca de Megan Faccio en persona. Esta es la escena con la cual cierra el tráiler, el Momento Blair Witch; donde se sobreimprime la frase: “EMOTIONAL ROLLER-COASTER RIDE”.

YouTube, enlaza al final del tráiler, otro video de título EMOTIONAL ROLLER-COASTER RIDE. Véanlo acá

Un niño en una montaña rusa, solo, su padre, al que no vemos, pero si escuchamos, lo filma desde el asiento de adelante; fuera de cuadro.

Están subiendo. No se ve bien cuanto falta, hay ruido, toda nuestra información está en la cara del Niño.

-I’m OK- dice el niño.

Todavía no llegamos a la mitad del video y ya tiene en la cara una expresión de real emoción, expectante, una típica cara de Estupefacción. Todo, efecto de la nada misma, o de las infinitas emociones que imagina.

De repente el ruido se detiene, se escucha fuera de cuadro ‘Here We go’.

Caen.

La expresión en la cara del niño se transforma. De estupefacción pasa a algo parecido al Terror. Aprieta los dientes como puede, le faltan las dos paletas de adelante (que buen detalle). Su cara es de resignación, casi sufrimiento, pero ése casi es toda la diferencia. No es sufrimiento, es una cara de niño que describe una sensación adulta, la cara de alguien que repentinamente se da cuenta que ha perdido el control. Está cayendo a una velocidad a la que nunca se desplazó en su vida, y parece un viejo, aferrándose con fuerza a una barra metálica a la altura de su panza.

-YUHUU!. –Se lo escucha gritar al padre, fuera de cuadro- Are you ok?- Vuelve a preguntar.

El clímax se desata ante la imposibilidad de juzgar esa sensación, la cara del niño se deja llevar por el grito alegre de su padre. Quizás, se encuentra, sin darse cuenta, en el mejor momento de un paseo en montaña rusa. Un punto critico, invisible, que no tiene que ver con la física de la montaña sino con la sensación metafísica de sentir algo por primera vez. ¿Como va a poder distinguirlo, juzgarlo o disfrutarlo? lo está reconociendo. La segunda caída sucede en total conciencia de que la pérdida de control no es tal. El chico se da cuenta que todo está bajo control, la sensación ya no es imposible de discernir, el niño entendió. Sonríe.

-HOLD ON BUDDY!- Dice el padre en off.

Tarde. El niño ya está sonriendo y levantando los brazos soltándose de la barra. Ahora lo puede creer. Todo era, es y será una ficción. Como el tren fantasma. Levanta los brazos y los deja volar; hasta que el carro finalmente se detiene. El niño Sonríe.

-“We go Again. We go Again”.

CATFISH, se mueve, pica, evoluciona, con la misma sensación de realidad que este video ‘casero’. La estética documental domina lo ‘casero’, y es emocionante porque se mueve sin dejar de parecer Real, sin mostrar el mecanismo. Sin inmutarse por un paréntesis.

4.

Nev, nuestro protagonista, tiene una epifanía al darse cuenta que ha sido engañado, se reconoce Ignorante, idiota. Su hermano Ariel, el director, se lo refriega. Pero más que nada, nos repite lo que acaba de suceder para que nosotros espectadores entendamos lo que acaba de suceder.

SPOILER. Nev descubre que Megan, o mejor dicho, el personaje Megan que él construyó y se relacionó, no es real.

Como el chico de la montaña rusa, por un momento Nev se pierde, no entiende que sucedió. Clásicamente, al encontrar la verdad, el protagonista puede intentar llevarnos a seguirlo en cierto camino de redención típico de las comedias norteamericanas (y sorpresivamente, no tanto de los Melodramas Clásicos donde las cosas SI podían terminar mal). Se empieza a reconocer dentro de un cuento moral, una formula de McGee http://www.youtube.com/watch?v=QVVzR8zIvoA, donde los golpes bajos que nos hacen enojar están planeados para luego enseñarnos algo. Pero esto no sucede, Nev ya no es nuestro protagonista, ni su hermano Ariel nuestro narrador, nos separamos de su punto de vista al descubrir que Ángela, la madre de Abby, venía manipulándonos a través de Facebook, a través de TODOS las personas con las que se había relacionado virtualmente, Nuestro estúpido protagonista, Nev, había sido engañado. Ariel, el director, consigue retomar las riendas de la narración: le pregunta a Nev si quiere saber más… Por supuesto que si.

Nev está Obsesionado con Megan Faccio como lo estaba Scotty por Madelaine, en Vertigo. En esa película de Alfred Hitchcock, Madelaine es un personaje creado para un engaño de corta duración, planificado. Pero su presencia fantasmal provoca a Scotty, un investigador privado, una permanente perdida del sentido de la realidad, incluso cuando descubre fácticamente que Madelaine no era quien decía ser. Obnubilado, procede a falsear la realidad a su voluntad, tal como lo hace Ángela en Catfish, casi contra su voluntad.

Nev le revela a Ángela, la autora del engaño, que han descubierto la mentira, segundos de shock, pero Nev continúa, con instinto narrativo y le reconoce su ‘Inmensa imaginación’. En vez de liquidar la historia con agresiones y desenmascaramientos se quedan, incluso poniendo en juego su vida, porque saben que todavía queda mas hilo por tirar. A partir de acá la historia es merito de la habilidad documental de los directores y hay que reconocerlo. Sea o no real, no importa, replican algo que se parece a la vida por oposición a la gran mentira anterior.

Quien es consiente de construir relato, ya sea grande o chico, en la radio, el cine o en las redes sociales, sea verdadero o no; sabe que solo muestra una parte del todo, como un Iceberg, la verdadera narración se construye virtualmente en el espectador. Los buscadores de historias, no se detienen, siguen indagando hasta El Fondo del Mar como Ezequiel, el paranoico personaje de la primer película de Damián Szifrón, como Scotty en Vertigo.

5.

A veces no podemos ni queremos evitar seguir oyendo mentiras, especialmente si hablan de Amor. La historia solo trasciende (y termina) si logramos salir de ese espiral. El cinematógrafo, como aparato en si, es un verosímil, una proyección ilusoria de imágenes en movimiento, el Cine, su lenguaje, lo trasciende. CATFISH es una película que funciona como dispositivo, nos permite pararnos desde una mirada inocente a observar el aparato cinematógrafo de los Hermanos Lumiere, mirar la pantalla mientras la imagen del tren parece acercarse, nuestra persistencia retiniana, nuestro punto de vista, nuestra capacidad de completar sentido, nos dice que ese tren nos va a atropellar, como el niño del video de YouTube, después de su primer viaje en Montaña Rusa, descubrimos que el tren nunca se estrella y que podemos dejarnos sorprender.

La era de internet, es la era de los espectadores/usuarios que también saben y disfrutan acceder a las historias desde la forma, desde el entramado, desde el Backstage, e incluso modificarla o rearmarla desde cero, interactivamente. Pueden entender que la película termina luego de 87 minutos, pero la Historia continua fuera del cine, en este caso en http://www.iamrogue.com/catfish. Un nuevo lenguaje, Cine Expandido.

Nev le pregunta a Ángela si ella “Quiere ser descubierta”, digamos, llevada a la ‘Fama’. Ella dice que no sabría responder a esa pregunta, pero que intuía algo de hacerse un objeto público mientras componía su historia. Esta altura Ángela ya había sido descubierta, aunque, a diferencia de Welles, había construido varios mundos paralelos, al menos por un tiempo, en una sola persona. El cinematógrafo como aparato, y el cine como lenguaje, solo masificaron su historia, no a ella.

Hacia el final de la película, el marido de Ángela cuenta en tono de fabula, o mito, una historia de hace muchos años, cuando se usaba al Bagre –Catfish- para avivar al Bacalao –Cod- y evitar que llegue fofo, cuando se los transportaba vivo desde Alaska hasta China. Cuando termina de contar la historia, el personaje agradece a Dios la existencia de los Bagres, por hacer que los Bacalao, lleguen frescos a destino.///PACO