Música


Los sonidos de la década (parte 3)

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Masacre – El Mamut (2007) /Por Luis Andrade

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“Por fin un disco que conecta” dijo Wallas después del sorpresivo éxito de El Mamut. El disco sonaba en todas las radios, la prensa especializada hacía foco en lo que la banda trataba de proponer hacia diez discos atrás. El skate rock salía de la escena under. Melodías, guitarras punk rock con ritmos glam, letras cargadas de personajes de películas serie B , intimidad púber de un tipo freak y un cover de Rod Steward eran la fórmula que produciría Juanchi Baleiron para que Massacre entrara de lleno al mainstream y se instalara en los Gran Rex, Obras y Luna Park. El gran mérito del disco fue haber desplazado el rock de trapos viejos de la Bersuit y los Piojos, rescatar sonidos y estéticas nuevas que se respiraban en el under, una tregua (tal vez) con el punk-rock en Buenos Aires. El Mamut es lección para el rock nacional. Las bandas no tienen porque ser siempre liberadoras, solemnes o comprometidas con causas sociales. También son tetonas del amazonas, zombies, reinas de otro planeta o ir a buscar sus próceres en estampillas a la Bond Street en verano.

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El Mato un Policia Motorizado – La Dinastia Scorpio (2012) /Por Luis Andrade

Después haber grabado la trilogía de EP (Navidad de Reserva .2005 / Un Millón de Euros. 2006 / Día de los Muertos. 2008), El Mató entra al estudio para grabar Dinastia Scorpio, con una fórmula ya lograda, su marca de estilo. Letras cortas y emotivas, estribillos que funcionan como slogans que se repiten, puentes largos de la segunda guitarra a cargo al estilo rock noise de Dinosaur Jr, ritmos punks, baterías y bajos al estilo Pixies. Ya cerca del cierre de la década la banda de La Plata logró un disco compacto, un disco que se instala dentro de los melómanos regionales como la obra referente del indie argentino. Aquella órbita que había inaugurado Babasonicos y dónde ninguna banda hasta entonces había podido expandirse. A base de guitarras alternativas, El mató brindó nuevos sonidos y formas al rock nacional, paradójicamente esa es la gran lección de Dinastia Scorpio; el rock y su cultura en la búsqueda constante de himnos universales. Once temas, entonces, componen el álbum que pasea con un ritmo intenso acompañado por la melancolía adolescente de Santiago Motorizado logrando momentos memorables como «Chica de Oro», «Más o menos bien» y «La cara en el asfalto.» «Ya nada va a ser igual/ vos no vas a ser igual» canta Santiago sobre el cierre del álbum, anticipando el final de una década que nos dejó nuevas formas de consumir y difundir música pero sobre todo nuevas formas de constituirse dentro del rock nacional.///PACO
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