A Gustavo Cerati en más de una ocasión se lo escuchó hablar del arte literario de su madre, algo que hasta hace pocos meses parecía guardado en la intimidad familiar. Sin embargo, tras décadas de guardar sus escritos, Lillian Clarke, junto a su nieta Guadalupe Mujica Cerati, artista plástica y diseñadora, decidieron salir a la cancha juntas con Hebras, sólo hebras, un libro de cuentos y poesías con ilustraciones en el que cada una aporta su fortaleza.

¿Por qué Hebras, sólo hebras?

Lillian: Cuando uno está imaginando un cuento, una poesía, hay un cúmulo de ideas y sensaciones que se mezclan alborotadas, entonces es necesario ordenarlas para expresar claramente el sentimiento predominante y encontrar esa frase que lo sintetice. Por eso es que yo defino, poéticamente, como Hebras, sólo hebras a esos fragmentos extraídos que conforman la totalidad del ovillo.

Hebras, sólo hebras es esos fragmentos extraídos que conforman la totalidad del ovillo.

¿Cuándo se dieron cuenta de que el libro podía ser un libro y que su realización tenía que ser juntas?

Guadalupe: Siempre le decíamos a Lillian que tenía que publicar un libro dado que no paraba de escribir, algo que hace con mucha pasión. La idea concreta surgió un día cualquiera, a raíz de un comentario al pasar de mi mamá (Laura Cerati) mientras tomábamos el té las tres: “¿y si hacen un libro juntas, Guadi ilustrando todos tus cuentos?” Al tiempo se lo comentamos a Maitena Aboitiz, gran amiga y editora del libro, y a partir de ahí fue tomando forma.

¿Cómo fue el proceso de ese trabajo?

G: Primero se dio un momento muy especial e importante que fue ir a registrar los textos. Ese día vimos que era un proyecto realizable y que no iba a ser una idea más. Luego seguimos con la selección y ese fue un trabajo arduo porque hay una cantidad enorme de escritos de Lillian, manuscritos, escritos a máquina, ¡poesías en papeles del año 40! Muchísimo material que aun hoy seguimos encontrando en cajones y rincones de la casa. Como ella no es muy amiga de la computadora nos pusimos todos en la familia a tipear mientras que yo revisaba cada texto. Como había algunos que me los leía antes de dormir la siesta cuando era chiquita ya los conocía así que el proceso creativo fue muy especial, muy conmovedor. Fue hermoso conectar profundamente con cada trama, cada energía y sensaciones que transmiten. Cada uno con su singularidad y sabor especial, fue súper inspirador. Ilustrarlo fue un recorrido muy intenso, sentí miedo, misterio, tristeza, felicidad, ternura, empatía, admiración total. Hay algunos textos que por alguna razón me resonaron con alguna obra que ya había realizado y por eso las incluí. Como, por ejemplo, algunas fotografías o unas esculturas basadas en las energías del zodiaco que venía trabajando. A medida que iba avanzando con cada ilustración o idea, iba a la casa de mi abuela y le mostraba todo, y por suerte siempre le encantaban, así que fue un proceso demasiado placentero. Verla sonreír, entusiasmada e inquieta, fue el mayor regalo para mí, una bendición.

A medida que iba avanzando con cada ilustración o idea, iba a la casa de mi abuela y le mostraba todo.

¿Dónde se inspiran más allá de lo que se puede leer y ver en Hebras?

L: Nuestra gran fuente de inspiración es la naturaleza en todos sus planos, los misterios y la magia del Universo, las energías. Desde muy joven tuve interés por la ecología, la homeopatía, la geometría sagrada, las sincronías del tiempo, la astrología, y lo aplicaba en mi estilo de vida. A la vez son temas que Guada toma a la hora de crear, hipnotizada con lo infinito de cada uno, así que eso es algo que compartimos entre abuela y nieta. Solemos iniciar nuestras largas charlas partiendo de preguntas como “¿qué es esa energía que nos hace levantar cada día?”. También nos une e inspiran otros temas como el amor por los animales, y bueno, lo que eso trae que son enojos y angustias por el maltrato hacia ellos.

Actualmente Lillian se encuentra escribiendo una novela policial que comenzó hace algunos años. Si bien es un proyecto personal, no desestima que, a la hora de publicarse, sea acompañada por las ilustraciones de su nieta nuevamente. Además, hay unos cuentos infantiles esperando por ser ordenados y seleccionados para su publicación. Por su parte, Guadalupe sigue exponiendo su obra y explorando su identidad de artista a partir del uso de hologramas fusionando la pintura y el collage, no olvida su marca y está a punto de lanzar una colección limitada de accesorios y ropa.

La intención principal fue generar alguna situación que pudiera hacerla sonreír, tener una razón para seguir adelante.

¿Podrían haberlo hecho por separado este libro o hay también algo de sanación, de darle más aire y amor a todo lo que vivieron familiarmente los últimos años?

G: La intención principal del proyecto fue ante todo generar alguna situación que pudiera hacerla sonreír, tener una razón para seguir adelante y que pueda enorgullecerla de ella misma, cumpliendo finalmente el sueño de publicar su libro. Nunca podríamos haberlo hecho por separado porque lo que realmente nos entusiasmó y dio fuerzas desde el comienzo fue que el plan nos incluía a las dos. Capaz si no vivíamos lo que nos tocó vivir se hubiese seguido dilatando la idea, pero se dio así y es una alegría.

Más allá de Gustavo, hay una demanda también sobre ustedes. ¿Cómo se convive con esa demanda y ese amor que les pide un feedback constante?

G: Creo que nuestro perfil como familia siempre fue muy bajo, luego de lo que ocurrió con Gus pasamos naturalmente a estar más visibles, y sobre todo Lillian. El amor recibido fue y es tan inmenso que es conmovedor, es muy fuerte lo que se siente. Y aunque también existe el oportunismo y la gente mala, obvio, lo que predominó siempre fue y es el afecto, la calidez. Es muy personal y subjetivo lo que se siente pero el apoyo recibido fue muy importante para nosotros y el agradecimiento es de por vida. En mi caso, al ser tan sensible, muchas veces me desbordan las emociones y la energía que se maneja, las sensaciones van cambiando acorde al universo interno que somos.

El amor recibido fue y es tan inmenso que es conmovedor, es muy fuerte lo que se siente.

¿Escuchan la música de Gustavo?

Sí, permanentemente. Aunque al principio nos costó mucho, y todavía tenemos nuestros momentos de mayor sensibilidad y susceptibilidad.

¿Dónde sienten más su ausencia?

Es que donde más se siente su ausencia es cuando más presente se lo siente en realidad. Es raro, misterioso y contradictorio, pero realmente lo sentimos así. Igualmente, si tuviésemos que decir un momento, es cuando nos sentamos cada domingo a almorzar juntos en familia/////PACO