Voy a desviar mi anécdota hacia una de las últimas películas de Clint Eastwood, Sully, que cuenta la historia real de un piloto que se quedó sin motores en pleno vuelo y entonces aterrizó un avión con 164 personas sobre el río Hudson, en Nueva York, en 2009. Si vieron la película, no trata de mucho más que de eso: un hombre maduro, perfectamente adiestrado en su trabajo por la fuerza inevitable del tiempo y la experiencia, sigue su intuición ante un imprevisto y aterriza sobre el río sin perder a un solo tripulante ni pasajero en el proceso. El problema para Sully viene después, cuando la aseguradora de la aerolínea pretende demostrar que la decisión de “acuatizar” había sido irreflexiva y que se podría haber aterrizado sobre una pista en un aeropuerto. En este punto creo que Clint Eastwood es muy inteligente no solo porque muestra las simulaciones que las aseguradoras hacen del aterrizaje, siguiendo pasos perfectamente fríos, tabulados y mecanizados, sino que muestra que muchos de esos pilotos en los simuladores son señoras con el aspecto de Angela Merkel (en esa acertada representación del estado del capitalismo, la técnica y los géneros hay algo que merece otro análisis).
Un hombre maduro, perfectamente adiestrado en su trabajo por la fuerza inevitable del tiempo y la experiencia, sigue su intuición ante un imprevisto.
Como sea, al final el capitán Sully demuestra que los simuladores están equivocados porque no contemplan los 35 segundos de respuesta humana ante el imprevisto. Y la película termina. Muy bien, creo ahí está todo lo que hace que Sully sea una excelente lectura de las condiciones existenciales del presente: el hombre y tecnología; la tecnología y el mercado; el hombre y el mercado; la experiencia y la automatización de la experiencia; la tecnología, el mercado y el género; la tecnología y el ser; el mercado y la identidad; la intuición humana y la resolución tecnológica, y, en el medio, la línea de tiempo de nuestras vidas. Y a través del tiempo de nuestras vidas, hacia los costados y hacia lo profundo, la guerra con la piel/////PACO