Juan Tauil se define como cronista y documentalista, pero también canta y escribe canciones. Su grupo, Sentime Dominga, toca este viernes 15 de agosto, a las 23 horas en Espacio Dínamo, Sarmiento 3096.
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Si tuvieras que elegir cinco discos que de alguna forma hayan influenciado la música de Sentime Dominga, ¿cuáles serían?
Por qué… por quién de Jacinto Piedra, Homenaje a Atahualpa Yupanqui de Suma Paz, Initials BB de Serge Gainsbourg, Les luthiers dan muchas gracias de nada y Lonesome town de Lee Hazleewood.
¿De dónde viene tu interés por lo íconos religiosos populares?
De niño fui criado en la fe católica, iba siempre a misa, llevado por mi abuela; incluso los días de semana. Imaginate, en Santiago del Estero no había mucho que hacer: o era eso o leer -siempre solo bajo un árbol- o también jugar con los chicos a la pelota, cosa que siempre odié. En un momento empecé a viajar solo y descubrí el lado oculto de los íconos religiosos a los que siempre adoré: el sincretismo de los perdedores de siempre, que tuvieron que travestir sus creencias originarias con ropajes católicos como la virgen María, que resultó ser la diosa del mar, Stella Maris o Yemanjá en los lugares portuarios… o la Pachamama en el norte; Santa Bárbara, la diosa de las tempestades resultó ser Iansâ, en las religiones africanistas… San Jorge terminó siendo guardián de los chorros y policías… el gauchito, una víctima de la lucha entre civilización y barbarie… Otra razón es que Santiago del Estero es una provincia muy religiosa y cuando empecé a estudiar los símbolos más potentes de esa región para el arte del disco me encontré con imágenes realmente llamativas desde el punto de vista estético y vi que nadie había incursionado en esas expresiones artísticas. Soy un enamorado de las historias fantásticas, de las leyendas y mitos, por eso creo que naturalmente encontré la veta de los íconos religiosos que, casualmente, tienen mucho que ver con mi estética o la estética que tengo como artista.
«La tieyya adentro, lo travesti, lo qüir, el folclore lisérgico y urbano de Buenos Aires y otras músicas del mundo resuenan en las interpretaciones de Sentime Dominga» escribió Diego Iturriza para Museo de la Psicología de Berlín. ¿Sentime Dominga no deja nada afuera?
Operada, el primer disco, es un catálogo de lo que puede hacer la banda, de lo que puedo llegar a contar como artista. Aproveché el formato de viaje largo en un ford mustang para así poder incluir muchos ritmos y atmósferas y que, a su vez, cada una pudiera tener improntas diferentes: por ejemplo una canción de raíces folklóricas puede sonar por momentos muy rockera y citadina o en una canción afrancesada te puede aparecer de repente un cencerro. La idea es una alquimia que logra que no sólo los ritmos le den personalidad a una determinada track sino que los músicos que las interpretan, dependiendo de dónde vienen -geográfica o musicalmente- le dan un plus, sin olvidar las letras, que es mi apuesta, nombrar, contar, enumerar cosas o personajes nunca antes enumeradas -o por lo menos de ese modo- por el folklore.
¿La música que hacen es políticamente correcta?
A ver… creo que Sentime Dominga -que ya a esta altura de banda pasó a ser personaje no porque yo lo quisiera sino porque muchos periodistas y críticos lo ven así- canta o cuenta las cosas a las que refiere porque estamos en un contexto político en el que eso es factible de hacer. Mi paso por un taller antidiscriminación en el Inadi hace 10 años, por ejemplo, me conectó con personas olvidadas por el discurso dominante, me encontré con reclamos ancestrales que se saben pero que no son explicitados -como en «Andalgalá», la canción que habla de los pueblos originarios echados por la minería- o mi trabajo con las militantes travestis previo a la ley de género, por ejemplo, me hizo reflexionar sobre las oportunidades desiguales que están íntimamente ligadas a nuestros orígenes geográficos, económicos y culturales. Obviamente no vivía en un tupper, yo sabía de todas estas realidades pero nunca había convivido con ellas durante mucho tiempo. Es políticamente correcta pero puede llegar a molestar, por ejemplo en «travesti toba» hablo de una marica que fue abusada por su padre, un indio, en medio del monte. Bueno, si se quiere es incómodo pero no deja de ser real que muchas travas vienen de familias originarias -y de miles de otros orígenes- que las expulsan. «Andalgala», si se quiere, habla en contra de la minería, que es una industria muy apoyada por este gobierno por lo menos en estos momentos… o en «2001/2002» hablo de Maxi (Kosteki) y Darío (Santillán) y ahora es políticamente correcto, si sube Massa se convierte en algo anti-Duhalde y ya pasa a ser incorrecta… esas cosas pueden cambiar, por eso te digo que la corrección política, sabemos, va mutando.
¿A quién vas a votar en las próximas elecciones?
Voy a votar al candidato que Cristina, mi jefa política y espiritual, considere oportuno.///PACO