¿Por qué librerías en un momento en que el mercado de libros físicos comienza su lenta retracción hacia el libro digital?
Siempre me gustaron las librerías. Comencé a coleccionarlas, tal vez porque viajaba siempre solo y eran un buen refugio, un lugar donde refugiarte de la lluvia o del silencio (cuando llevas varios días sin hablar con nadie, sientes el peso del silencio… puede ser un poco desesperante). Sí elegí, en cambio, el momento de escribir el libro, después de tanto tiempo de acumular información sobre el tema. Creo que con Teleshakespeare me adelanté un poco: hubiera sido mejor recibido ahora. Y, en cambio, con Librerías he acertado el momento de recepción. Si es posible acertar o equivocarse en esos términos…
¿Cómo definirías el concepto de librería después de Amazon?
Creo que Amazon y ese tipo de super-supermercados, donde puedes comprar tanto libros como cajas de herramientas o tiendas de campaña (o drones), están buscando el algoritmo. Entonces la librería física sí que lo tendrá complicado. Cuando estemos insertos en el Big Data y ese algoritmo sea capaz de recomendarnos aquello que realmente necesitamos o deseamos, la librería perderá un poco de su sentido. Porque ahora es un diálogo entre textos y contextos, un generador de hipervínculos entre libros, entre el azar y el gusto del librero, que con su discurso crea un marco ideal de relaciones. A eso aspiran Amazon y sus adláteres, como diría Bolaño. Cuando lo consigan ya sólo quedará un valor a la librería independiente: el de la comunidad táctil, visual, corporal, emocional.
¿Cuál es la mejor librería que conozcas?
Hay muchas librerías muy buenas. Un buen termómetro es preguntar por un libro y cronometrar cuánto tarda el librero en consultar el ordenador y encontrar el libro; o, mejor aún, si lo encuentra sin haberlo buscado antes. Un libro que no sea novedad. En la memoria de librero encontramos un buen índice de calidad. Hay otros. Después está el gusto, por supuesto, me encantan Green Apple de San Francisco o The Book Lounge de Ciudad del Cabo o, más cerca de mi casa, Ler Devagar de Lisboa. No son mejores o peores, son las mías.
¿Qué tiene que haber y qué tiene que faltar para que una librería sea buena?
Una buena librería tiene que tener fondo. Literatura y pensamiento de alto nivel. Y tal vez orden. Desesperan las librerías de viejo de la calle Donceles de México DF porque no están digitalizadas, son caóticas, pese a la cartografía temática o genérica, y a menudo te dicen: «Creo que lo tenemos», pero no lo encuentran… Lo que tiene que faltar para que una librería sea buena son best-sellers. Libros envueltos en plástico. Ruido.
¿Cuál dirías que ha sido la relación habitual de los grandes líderes del siglo XX con los libros?
La mayoría de los grandes líderes del siglo XX fueron lectores voraces en su juventud. Muchos de ellos, además, escritores. O incluso libreros, como Mao. La lectura nutrió su oratoria, sus discursos, sus campañas políticas. Pero el consumo en bibliotecas y librerías también les permitió entender los mecanismos de circulación de la cultura e intervinieron, desde el terror, para controlarlos. Yánover habla de los libreros porteños que siguieron vendiendo libros de izquierdas durante la última dictadura y acabaron desaparecidos.
¿Cuál es el trabajo de un verdadero librero?
Conocer su librería. Saber qué libros tiene. Preguntarse por qué tiene esos y no otros y, encima, poder argumentar sobre ello. A menudo, como explico en el libro, forman parte de una tradición, son hijos o discípulos de otros libreros…
¿Cuál es la relevancia de un librero desde que existe Google?
El gusto. Y la intuición: un buen librero selecciona los tres ítems de los 3000 que te ofrecería Google. De hecho, una librería se parece mucho a un buscador: entras buscando un libro y encuentras otros en tu camino. Como en Google, lo que importa es la búsqueda en sí, no el objetivo. El viaje. Si te gusta viajar en Google, te gusta hacerlo por una librería.
¿Cuántos libros tenés en tu biblioteca?
No sé cuántos libros hay en mi biblioteca. Unos 2000. Quizá más. Tengo dos secciones principales: literatura en español y literatura traducida, con los autores ordenados en un aproximado orden alfabético. Después tengo secciones de ensayo con partes para mí particularmente importante: crítica literaria, libros sobre lo urbano y sobre el viaje, literatura de viajes, libros de periodismo y sobre periodismo o cómic… ////PACO