Érica Rivas es la chica que nos mira con cara de desquiciada y el maquillaje corrido en los carteles de la calle. En mayo de este año, Damián Szifrón la llevó hasta la alfombra roja de Cannes, donde Relatos salvajes se presentó en Competencia Oficial. La película fue muy bien recibida por el público del festival, que aplaudió sin parar durante diez minutos después de la primera proyección. También tuvo un amplio consenso entre la crítica internacional, que celebró la capacidad de Szifrón para narrar historias. El jueves pasado fue el estreno nacional de la película, que convocó casi 450 mil espectadores durante sus primeros cuatro días en cartel, récord histórico para una producción argentina. En Relatos salvajes Érica Rivas es Romina, una mujer que durante la fiesta de su casamiento descubre un secreto horrible. A partir de ese momento, se desata en ella una locura irrefrenable, similar a la explota en los personajes de las historias anteriores, donde Darío Grandinetti se sube a un avión repleto de casualidades aterradoras, Rita Cortese y Julieta Zylberberg reciben una visita indeseada en su restaurant, Leonardo Sbaraglia lleva al extremo una discusión de tránsito en una ruta de Salta, Oscar Martínez intenta tapar una cagada que se mandó su hijo y Ricardo Darín es un ingeniero experto en explosiones que representa lo peor de la clase media argentina. A través de sus relatos, Szifrón expresa una visión del mundo (o del país) cargada de misantropía y pesimismo, con una puesta en escena perfectamente calculada, que no deja margen de error.

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Después de un comienzo caótico, que permite ver lo mejor de Rivas, justo cuando está a punto de dar la estocada final, Szifrón le arranca el sable de la mano y la obliga a reposar como si fuera una bestia instruida por su domador para no cerrar la mandíbula cuando tiene a su presa dentro de la boca. Szifrón larga a las fieras durante toda la película, pero mientras está suelta la más salvaje de todas, la controla estúpidamente, después de haber permitido que otros seres nefastos tengan su momento de gloria. Entonces Érica queda revolcada en la mesa, saboreando a su verdugo, a centímetros de un plano que hubiera cambiado el destino de su personaje. Érica Rivas se hizo popularmente conocida en Casados con hijos (2005), la comedia protagonizada por Guillermo Francella donde interpretaba a Maria Elena Fuseneco, una vecina histriónica, siempre al borde del colapso nervioso. Su actuación en la serie fue premiada en 2006 con el Martín Fierro a mejor actriz de reparto en comedia. En 2010 se divorció de Rodrigo de la Serna después de once años de matrimonio. Rivas actuó junto a De La Serna en Gallito ciego (2001), donde es la dulce novia de un joven desocupado que consigue un trabajo un poco turbio; en Tetro (2009), un film abominable dirigido por Francis Ford Coppola, en una de sus excursiones por tierras tercermundistas en búsqueda de mano de obra barata, y en Boca de fresa (2010), una road movie en tono de comedia kitsch.

Director Damian Szifron, cast members Leonardo Sbaraglia, Maria Marull, Oscar Martinez, Erica Rivas and Ricardo Darin pose during a photocall for the film "Relatos salvajes" in competition at the 67th Cannes Film Festival in Cannes

Sin embargo, su actuación más interesante en la pantalla grande está en Por tu culpa (2010), dirigida por Anahí Berneri, donde Rivas es una mujer acusada de maltratar a uno de sus hijos, en una noche confusa, en plena crisis por su separación. El ambiente intimista y asfixiante saca a relucir lo mejor de Rivas, que demuestra que puede abandonar fácilmente la comedia para lograr una intensidad dramática creíble. Relatos salvajes tiene todo para convertirse en una de las películas más vistas en la historia del cine nacional. Ayer se renovó la cartelera y llegó Silvester Stallone con su grupo de Indestructibles, en la tercera entrega de la saga, para competir contra el tanque de Szifrón, elogiado por la crítica y el público. Si Sly conociera el despliegue de Érica Rivas en Relatos salvajes, no dudaría un segundo en reclutarla para su próximo plantel de mercenarios, donde le otorgarían cientos de cuchillos, ametralladoras y granadas para satisfacer por completo su apetito destructivo, y no tendría que conformarse con los espejos rotos y la sangre en el vestido que le ofrece Szifrón////PACO