El 20 de enero de 2017, Mr Donald Trump se convirtió en el 45° Presidente de los Estados Unidos de América. En su mensaje de campaña proponía volver a los “good old days”, un lugar y un tiempo que dejan fuera de la escena al heavy metal, dado que dicha referencia nos transporta a esos días en los 50s, cuando el norteamericano promedio era feliz, tenía su pie horneando en la ventana, su vaso de limonada y su cerca puntiaguda. No cuestionaba al establishment, postura contraria a toda declaración de principios y de rebelión metalera para sacudir cimientos. Esta afirmación presupone que toda la escena del metal de los Estados Unidos está en contra de Trump. ¿Pero toda? ¡No! Un grupo de músicos republicanos se encolumna bajo el blondo de tez naranja para defenderlo a capa y espada. No sabemos si el objetivo es netamente ideológico, contrario a la figura de los demócratas, descreimiento de la clase política o hay alguna “zanahoria” de por medio. Pasemos lista de los fervientes adoradores del MAGA (Make America Great Again).


Kid Rock, oriundo de Detroit, cuna de la industria automotriz y del descontento de la clase obrera, generó merchandising a favor de Trump.

Kid Rock, el rap-metalero ahora devenido en un poco country oriundo de Detroit, cuna de la industria automotriz y uno de los puntos donde Trump capitalizó el descontento de la clase obrera. Kid llegó a generar merchandising a favor del nuevo POTUS. Y no oculta su favoritismo en cuanto medio, red social, cámara o micrófono se le presenta. Zolthan Bathory, guitarrista de la banda Five Finger Death Punch, que nos visitará en mayo, no tiene más que palabras felices desde su cuenta de Twitter. Ferviente defensor de la portación de armas, según él actúan como niveladores del poder entre las personas. Ted Nugent es otro confeso admirador de Trump. De profundas convicciones republicanas, no dudó en apoyar públicamente y adherir a su mensaje. Dee Snider de Twisted Sister participó de la temporada 2012 de The apprentic” y fue fired, pero no le guardó rencores a Mr. Trump y le dejó utilizar el hit “We’re not gonna take it” como tema de campaña, a diferencia de que otras bandas, como Aerosmith o Def Leppard, que le pidieron a Trump que retirara su música de sus meetings políticos.


Aaron Lewis, frontman de Stained, es uno de los músicos más conservadores del establishment.

Hasta los industriales metaleros de Rammstein llegaron a demandar al magnate por usar el tema “Du Hast”. Aaron Lewis, frontman de Stained, es uno de los músicos más conservadores del establishment. Apoya su mensaje directo y de llegada al pueblo desencantado con la gestión de los demócratas, target directo del mensaje de Trump para la llegada a la Casa Blanca. Stained viene dando mensajes en contra de Obama y Hillary Clinton desde inicios de la campaña. Del lado de los odios, hay mucha más tela para cortar. Para muestra,  los mexicanos de Brujería le dedicaron a Donald un tema que se llama ¡Viva Presidente Trump! La letra no hace otra cosa que contradecir el título y hablar pestes del Sr Presidente//////PACO