Agustina Rivas es periodista y productora. Su especialidad en CN23 es la moda y el espectáculo. Lo mundano, un sistema de convenciones de los otros, como lo definía Marcel Proust. El error más ordinario en ese territorio consiste en confundir lo mundano con lo superficial (y, a veces, algo todavía peor: confundir lo superficial con lo frívolo). Las respuestas de Agustina Rivas alrededor del Mundial en Brasil sirven para pensar lo superficial como el área preferencial de las sensaciones y las percepciones. En la experiencia cotidiana, por supuesto, todos saben (y todos niegan) que no hay nada más genuino, delicado y pulsional que lo superficial.

¿Hay tal cosa como una «moda del Mundial», más allá de las notas sobre botineras y novias de futbolistas?

En general, las noticias referidas a moda siempre están en un último nivel de importancia comparado con lo urgente y la actualidad del día. En épocas de Mundial, y teniendo en cuenta que Argentina es uno de los países más futboleros, desde lo periodístico se le intenta dar una vuelta de tuerca al tema desde todas las aristas, y empiezan a aparecer notas como “los más lindos del mundial”, “las novias más sexies”, “la evolución de la vestimenta”, o el peinado de tal jugador y algunos temas más superficiales. Mucho más si el medio no ha comprado derechos de televisación, con lo cual el material disponible al aire es sumamente limitado.

¿Considerás que hay temas que quedan «silenciados» durante un Mundial?

Es sabido que en clima mundialista todo lo demás se vuelve secundario y hay ciertos temas que no aparecen, o que aparecen en recuadros muy pequeños. Creo que más que nunca durante ese período es responsabilidad del lector o audiencia en general, consumir diversos medios informativos para poder acceder a la mayor y más variada información posible. Hechos policiales cotidianos, manifestaciones sociales y ciertos temas políticos quedan relegados a menor cobertura.

Si estuvieras en posición de decidir la nota social sobre el Mundial, ¿cuál sería?

Creo que la mayoría de los medios se han encargado de alguna manera de cubrir este tema, y quienes no lo han hecho lo harán en las rondas siguientes cuando hay más espacio de tiempo entre partido y partido y, por lo tanto, menos resultados para comentar. Dado el contexto previo al comienzo del Mundial, donde mucho se ha hablado de manifestaciones sociales, del alto costo económico que conllevó la preparación y la pobreza, que aún sigue siendo importante en Brasil, este último tema, al estilo de una radiografía de la vida en las favelas no pueden faltar. Pero también es interesante observar la integración social de los niños a través del fútbol, que desde muy pequeños tienen el sueño de ser Pelé o Neymar.

¿Qué opinás de la corriente de periodistas femeninas que identifican «lo futbolístico» únicamente con lo masculino?

Yo soy una de las mujeres que identifica lo futbolístico con lo masculino en el sentido de que personalmente no tengo pasión futbolera. Pero tengo muchas amigas y mujeres conocidas que se interesan, y son cada vez más las que están informadas y entienden y pueden hablar de igual a igual con cualquier hombre sobre fútbol. Obviamente que ver jugar a la selección despierta interés, pasión y nervios a cualquier mujer. Creo que la mayoría de las mujeres nos ponemos la camiseta cuando nuestro equipo sale a la cancha. De todas maneras, basta con mirar las hinchadas. Ya no están repletas de hombres, las mujeres están más presentes que nunca. Y me encanta ver que hay cada vez más espacio para periodistas femeninas como comentaristas, conductoras y panelistas que pueden formar opinión con contenido. Creo que en ese sentido, aunque cuesta, la mujer también está obteniendo algunos logros.

¿Qué van a hacer al Mundial personajes como Leonardo Di Caprio? ¿Existe una agenda social «del» Mundial?

La presencia de famosos en el Mundial forma parte del color. Uno ve a las celebridades como inalcanzables o de otro mundo, pero conociendo a gente del espectáculo, te das cuenta de que son personas súper normales. Y no tiene que ver con la exposición, a muchos de ellos les interesa ir simplemente porque les apasiona el fútbol. Desde ya que es una cita social, pero con mucho menos glamour que un evento de Hollywood. Me hablaste de Leo Di Caprio y creo que lo hace simplemente por el interés del deporte o la adrenalina que se debe vivir estando en el lugar, trata de pasar lo más desapercibido posible, pero igual el lujo se lo procuró él mismo. Algunos fueron en motor home o de caming, él fue en un mega yate que le alquiló a un jeque árabe dueño del Manchester City. Bajando muchos más escalones, por ejemplo el caso de Victoria Xipolitakis, sí, es un caso de necesidad de exposición. Está esa cuestión de ser la chica del Mundial, que la verdad no sé que aporta. Después hay otros famosos que van invitados o como imagen de ciertas marcas y forma parte de una cuestión de publicidad.

Dejando de lado lo que se les podría preguntar a todos los jugadores argentinos de la selección en Brasil, ¿qué les preguntarías a todos los hombres que miran los partidos del Mundial en Argentina?

Uno generaliza diciendo que a todos los hombres les fascina el Mundial, y aunque si bien es cierto que se asocia el fútbol a lo masculino, creo que hoy hay tantas mujeres como hombres interesados, que incluso arman sus fixtures y prodes en sus círculos sociales o laborales. ¿Qué les preguntaría? Qué serían capaces de hacer para poder ir a ver un Mundial de principio a fin. Hay toda una mística en torno al fútbol en Argentina. Ver al país campeón del mundo es impagable, especialmente para las nuevas generaciones que no hemos tenido la oportunidad de vivir ese momento. Además del entusiasmo, está eso de la celebración, de sentir que todos tiramos para el mismo lado, de la reunión familiar. El fanatismo excede las fronteras, uno se pregunta cómo gente de los lugares más recónditos va a Brasil simplemente para alentar a su equipo o ver a otras selecciones. Pero los ojos del mundo están puestos en un solo lugar/////PACO