Todos sabemos que durante la guerra fría tanto rusos como norteamericanos realizaron todo tipo de experimentos en vías de la resolución de una guerra definitiva de la especie humana a su favor. Hace muchos años descubrí un video que gustó mucho. Es una filmación  que fue enviada a los norteamericanos como muestra de los avances científicos soviéticos. Se trata de la exposición técnica de diferentes artefactos que sirven para mantener con vida órganos extirpados de un cuerpo. Hacia el final se muestra una máquina que bombea sangre oxigenada y extrae sangre venosa de la cabeza un perro manteniéndola con vida y permitiéndole responder a diferentes tipos de estímulos.

Seguí buscando para saber para qué querían mantener viva la cabeza de un perro. Y descubrí que el que comenzó con todo esto fue Vladimir Demikhov, uno de los pioneros en trasplantes de órganos y que se hizo famoso por trasplantar la cabeza de un perro a otro perro. Demikhov realizó a lo largo de toda su vida -murió en 1998- un total de 24 trasplantes de cabeza de perro pero ninguno de los bicéfalos sobrevivió  más un mes.

Durante la temprana guerra fría la batalla científica era por conseguir -o desarrollar- el súper soldado. Un hombre o una máquina que superara la media del consideardo «buen solado». Esta búsqueda implicaba experimentos en presos o deficientes mentales con radioactividad y el diseño y construcción de diferentes prototipos de robots-cyborgs. El proyecto Kollie, era uno de estos prototipos.

La idea había empezado con chimpancés -la especie que sufrió los más carniceros experimentos- pero eran demasiado alborotados y sucios. Decidieron trabajar con perros por sus capacidades para el entrenamiento y se inclinaron por el collie y el border collie porque los consideraban los perros más inteligentes. A partir de ese momento el proyecto -que involucró ingenieros, médicos cirujanos, veterinarios y militares- cambió su nombre a Proyecto Kollie.

El equipo de investigadores debía probar diferentes animales -se realizaron esqueletos más pequeños para ratas y conejos- dentro del prototipo con el objetivo de evaluar compatibilidades para en un futuro, no muy lejano, utilizarlo con humanos. Después de 10 años de poquísimos avances, en 1969, finalmente se canceló.

En 1991 se filtraron documentos secretos sobre este proyecto: fotografías de los prototipos, los científicos y apuntes de dibujo técnico con las diferentes partes del robot-cyborg y su ensamblaje. Las autoridades gubernamentales nunca los aceptaron como verdaderos.///PACO