1. La hora de la siesta, otoño cordobés, aburrimiento. Suficientemente lejos, en la cuidad de Salta se aburre uno de los Amigos de la lima. Abajo, del lado izquierdo de la pantalla (derecho para los humanos) salta una ventana y chateamos. No drogarse, drogarse, mirar pornografía o no, estará bien que hagamos lo que hacemos, si nos molesta a nosotros o a otros, nos importa o nos chupa un huevo. Después están las cosas que no se cuestionan: escuchar música de cualquier forma, bailar, lectura. Se produce una pequeña guerra de links entre nosotros, todos ganan, caras felices, nos vemos. Horas más tarde o días entro a ese sitio de nuevo. Arriba, del mismo lado, la figura de un planeta tierra muy pequeñito aparece de color rojo. Me avisa que Facundo Salvatierra me ha hecho miembro de FALLA, un grupo privado que «alberga todos los links que dan paja pasarles por chat a los pibes». El grupo está en llamas. En FALLA se pegan obstinadamente toda clase de enlaces bizarros, no importa la hora del día o de la noche ni cuantas pajas te ahorres o claves en el medio. El Sr. Rudolph Breitschmidt tira un video de una señora con un sombrero vikingo, parece que va a gustarme. The Space Lady desde un recital llamado Upset The Rythm que se llevó a cabo hace sólo unos días en la Rudolph Steiner House de Londres. ¿Ah sí?
Clic.
La tipa canta una rola que reconozco, recuerdo una base de sintetizadores y la voz de un loco, una versión ochentera que sonaba en el Ipod Shuffle de mi jefa en la tienda de remeras que yo atendía la primera vez que mi hermano y sus amigos me dieron trabajo. Era buenísima. Siempre quise escucharla de vuelta porque durante estos años el estribillo apareció en mi cabeza muchas veces. Habla sobre un astronauta que extraña su hogar. Nunca supe quién era el intérprete. Busco la letra, encuentro el título, lo ingreso en el motor de búsqueda de Youtube, hay decenas de versiones. La segunda más importante tiene un astronauta en la tapa del álbum y la elijo. Siento eso maravilloso que ocurre cuando un ritmo te resulta familiar, esperé tanto tiempo, Youtube, te amo, pienso, gracias.
Con esa rola, finalmente, empieza esta historia.
2. Escucho esa versión de Major Tom muchas veces. Quiero saber quién es este tipo, qué más hizo, «quiero escuchar todos sus discos». Busco. Los datos se cruzan ante mí como bolas curvas que el pitcher de un partido de baseball te tira bien abajo. Practico mi golpe. Sé que con que le pegues a una de esas, la bola sale bien alto y puedes marcar un home run. Encuentro señales que sólo yo podría leer, cosas que parecen siniestras como el nombre de una banda llamada Gogmagog, he leído varios libros de poesía de una editorial porteña con un nombre semejante, mis referencias me guían:
Clic.
Cantan un tema que se llama Its Illegal, Its Immoral, Its Unhealthy but Its Fun y flasheo con el título, suena el track, el álbum al que pertenece se editó en 1985, mismo año en que nací. Jonathan King produjo el disco. Honor a quien honor merece, pienso, y twiteo ésto.
Jonathan King, im on you https://t.co/LECqNt4SEu Its Illegal, Its Immoral, Its Unhealthy but Its Fun, by Gogmagog, 1985.
— Malvido/la_brava (@la_malvido) April 24, 2014
Al rato recibo un mail en mi casilla: @KingOfHits te ha retwiteado.
Jonathan King, el verdadero. Su perfil de Twitter reza:
Ex pop star, TV person and celebrity.
No sabía nada sobre la vida o la obra de este hombre. Su nombre aparece por todas partes desde hace cincuenta años asociado a otros nombres enormes: Génesis, Decca Records, The Rolling Stones, 10cc. Ahora estoy metida hasta el pecho. Tengo quince ventanas abiertas. Es una gran historia, pienso. Habla sobre canciones, vínculos, las cosas que están bien y las que están mal, y decido contarla.
Meet Jonathan King.
3. Kenneth George King nació el 6 de diciembre de 1944. Su padre, nacido en los E.U.A. era un ex combatiente de la Segunda Guerra Mundial condecorado con la medalla de la Orden del Imperio Británico. Su madre inglesa, quedó viuda con tres hijos pequeños a mediados de la década del 50 y unos años después, como es costumbre de las familias británicas, el pequeño Kenneth fue enviado a estudiar el colegio secundario como interno en una prestigiosa institución.
En la biografía de King que aparece en su página de internet -la fuente principal de información que consulté para redactar esta nota- hay una pequeña brecha en esta época. ¿Cómo uno se convierte en quien es, qué papel juegan nuestros primeros años y nuestros primeros encuentros en el desarrollo posterior de nuestra trayectoria y el resto de los acontecimientos?
Le escribí a Jonathan King para hacerle algunas preguntas, las cuales respondió con prontitud y de manera escueta y cordial. Comprendo que su propia obra literaria incluye al menos dos trabajos biográficos que no están traducidos al castellano y muchas de mis inquietudes serían disueltas si me involucrara en la tarea de revisar esos libros.
“Me enamoré de la música cuando era niño e iba a la escuela, tenía ocho o nueve años. El primer récord que compré fue el Singing The Blues, de Guy Mitchell. No sé tocar casi nungún instrumento, sólo algunos acordes en la guitarra que Scott Walker, de los Walker Brothers, me enseñó a tocar, mas no leo ni escribo música. Amo la literatura desde los doce años. Mi madre me envió alrededor del mundo en un viaje antes de que yo entrara a la Universidad de Cambridge y me regaló una suscripción al New Musical Express (una publicación que contiene recomendaciones sobre eventos musicales), yo lo recibía una vez por semana mientras iba en este viaje.”
4. En 1965 el Rey de los Hits todavía no había terminado el colegio universitario pero, tal parece, sabía más sobre muchas cosas que lo que la mayoría de sus contemporáneos. Su sencillo Everyone´s Gone To The Moon alcanzó el puesto número uno en las listas de éxito y se quedó ahí arriba durante bastante tiempo. Recomiendo leer la letra. Esto ocurrió cuatro años antes de que la bandera de chapa de los Estados Unidos de América ondeara ante los ojos de cinco mil millones de personas que miraban la televisión, un domingo a la noche durante la vacaciones de 1969.
Mientras el fenómeno de los medios masivos de comunicación se expandía con la velocidad de un hongo nuclear, la vida de Kenneth George King cambiaba radicalmente, entre otras cosas por haberle puesto las fichas a una banda de cuates que traían un material bastante copado entre manos. King bautizó a la nueva agrupación como Genesis y les consiguió un contrato discográfico con la compañía Decca Records para su primer álbum From Genesis To Revelation. Para el momento de la presentación de este material King se había hecho su propia fama y de ese modo daba inicio a su larga carrera como productor musical.
Pregunté a King sobre su experiencia durante estos años, si consideraba que el papel del productor seguía siendo importante y sobre qué roles pensaba él jugaban los distintos recursos digitales que actualmente se encuentran a la mano de todos para promover nuevos materiales discográficos. Su respuesta fue la que sigue:
“Amo la producción. Tengo un poco de temor acerca de estas nuevas herramientas ya que permiten a los artistas saltarse muchos de los pasos del proceso de producción, ésto significa que el nivel de las grabaciones ha disminuido considerablemente. Esta música inferior está a la mano de todos y en ocasiones asfixia las cosas buenas.”
La impresión de King y algunas nociones más sobre los cambios que ha sufrido la escena a lo largo del tiempo se pueden interpretar mejor a partir de esta carta (en inglés), enviada a los líderes de la industria musical en febrero de este año.
5. Entre las cosas que tanto él como la prensa olvidan remarcar sobre su carrera está el hecho de que King quizás haya sido la primera persona en haber hecho sonar en la radio y poner de moda el “mash up” como representación musical, un recurso que posteriormente las bandas de rap y hip hop explotarían con muchísimo éxito y con el que proyectos más cercanos en el tiempo -toda la generación de famosos Dj’s del Big Beat, Norman Cook y los Too Many Dj’s- consiguieron hacer estallar miles o millones de fiestas rave alrededor del mundo rescatando del olvido nuestras rolas favoritas. El ejemplo del tema Space Oddity/Major Tom (Coming Home) funciona como muestra de la capacidad del Rey de los Hits de evidenciar los puntos de encuentro entre las producciones musicales al establecer un diálogo entre la voz de David Bowie interpretando Space Oddity en 1969 y la de Peter Schilling cantando Major Tom en 1983. Un diálogo entre las décadas y las distintas manifestaciones del arte (se dice que Space Oddity de Bowie está inspirada en la película de 1968 2001: A Space Odyssey, de Stanley Kubrick), y uno cuya permanencia parece ignorar el paso del tiempo: las preocupaciones de toda esta gente del siglo XX retomando en la FM temas propios del romanticismo como la relación entre el aislamiento y la tecnología, el desarraigo y la pérdida de la identidad.
6. Disfrutaba mucho de mi viaje web a través de la carrera musical de este personaje cuando me llevé por delante un badén en el camino: En el año 2000 Jonathan King recibió una demanda por abuso sexual.
La historia corría a cuenta de que no exactamente a finales de la década del setenta, en el medio de una fiesta, King se levantó un pibe que entonces tendría catorce o quince años (y ahora tendrá al menos cincuenta) y qué se yo… franelearon o curtieron, vaya uno a saber. Con todo el revuelo que esta noticia causó aparecieron tres o cuatro litigantes más exigiendo justicia por haber sido víctimas del mismo crimen en aquella época.
Aunque King se declarara inocente, el tribunal inglés lo juzgó culpable de los daños y perjuicios recibidos por los denunciantes, lo que resultó en su ingreso al sistema penitenciario donde permaneció privado de su libertad con una condena de siete años, y del cual salió en libertad bajo palabra después de haber cumplido tres años y medio de encarcelamiento. Actualmente la Corte Europea de Derechos Humanos admitió una apelación de King donde se expone que no hay suficientes pruebas de la fecha en la que ocurrieron los agravios, de manera que el tiempo de condena recibido por King pudiera declararse injusto.
El tinte amarillo de esta historia ha resultado en múltiples interpretaciones, incluso desde una perspectiva en la cual se lo toma como un monstruo perverso, un pederasta abusivo, un soberbio y un ladrón. No estoy muy interesada en argumentar acerca de nada de esto y me pareció inoportuno hincharle las bolas al Rey de los Hits con preguntas en torno al tema, al fin y al cabo quién no compartió la alcoba con algún grandote pelotudo antes de cumplir los veintiuno y se sintió terriblemente mal al respecto, en mi caso jamás se me cruzó por la cabeza pedirle guita a mis “child molesters”, ninguno era suficientemente acaudalado como para pedirle guita o tal vez yo soy tan pelotuda como para no transformarme a mí misma en una víctima sabiendo que, en el mundo de hoy, colocarse en ese sitio paga bastante bien.
Para los interesados en forjar un juicio propio acerca de este asunto hay sinnúmero de material en internet, como esta nota titulada Remordimiento, donde pueden leerse algunas de las conclusiones de quien ha pagado los generosos precios que la justicia y la sociedad cobran para tapar sus propios huecos en materia moral o, para mirar las cosas desde la vereda de enfrente y más detalles sobre la pija de Jonathan King, este documental no está nada mal.
Quizá para algunos no sea suficiente confinar a alguien en una celda por una considerable cantidad de tiempo. Bueno… al Sr. Kenneth George King tampoco le pareció que quedarse sentado con su uniforme de rayas le iba a traer ninguna ventaja y durante su estadía en las Prisiones Estatales de Su Majestad se involucró en llevar adelante un taller de producción literaria y otros proyectos de mejora de las condiciones de las instituciones carcelarias en ayuda a sus compañeros internos. Aún actualmente King se encuentra comprometido en este trabajo social y, entre otras cosas, escribe una columna periódica en la revista Inside Time que se distribuye de manera gratuita en las cárceles inglesas y tiene más de cien mil lectores mensuales.
7. Cuando vi la película La Caída lloré por el pobre Adolf. Louis Althusser estranguló a su esposa Elena y su novela El porvenir es largo es una de las obras más conmovedoras que leí jamás. Si algo puede decirse de la trayectoria de Jonathan King es que siempre ha estado acompañada de visión, entrega y compromiso. A pesar de que el poder judicial indique lo contrario, alguien como yo sólo podría juzgar a King como un copado. Con casi setenta años de vida en nuestro tierno mundo de crimen y castigo, sin perder el sentido del humor ni el de la crítica, nos entrega todavía piezas que piquetean los cimientos morales de nuestra cultura del consumo y entiende, como sólo los cínicos saben hacerlo, el lío en el que nos hemos metido. Este hombre jamás se quedó quieto ni parece tener intenciones de abandonar su oficio. Hay una gran cuota de lucidez en su trabajo como productor ya que pudo anticiparse al tiempo a través de acciones como la de mandar al frente a Génesis por primera vez, insistir con el sonido de Terry Dactyl and the Dinosaurs impulsando la carrera de Jona Lewie, o apoyar el reciclaje de sonidos viejos para devolverle a los radioescuchas ritmos que no merecían estar enterrados como en el caso del primer álbum de 10cc. ¿No se trata de eso? ¿Por qué seguir careteándola si ya todo está dicho? Todos los libros de King se pueden encontrar en Amazon en su idioma original a un precio muy razonable y en versión e-book también. Uno de sus últimos trabajos es un largometraje titulado Vile Pervert cuyo nombre lo dice casi todo y que linkeo a continuación.
8. ¿Acaso Jonathan King pudo ver el futuro? La letra de su hit Una paloma blanca, de 1975 parece decir que sí.
When the sun shines on the mountain
And the night is on the run
It’s a new day
It’s a new way
And I fly up to the sun
I can feel the morning sunlight
I can smell the new-mown hay
I can hear God’s voice is calling
For my golden sky light way
Una paloma blanca
I’m just a bird in the sky
Una paloma blanca
Over the mountains I fly
No one can take my freedom away
Once I had my share of losing
for they locked me on a chain
Yes they tried to break my power
oh I still can feel the pain
Una paloma blanca
I’m just a bird in the sky
Una paloma blanca
Over the mountains I fly
No one can take my freedom away. ///PACO