Por Juan Terranova / Fotos Rai Robledo
Luna Miguel es poeta. Vive en Barcelona. Escribe en lunamiguel.com.
¿Cómo es un día en tu vida?
No lo sé. No lo sé porque cada día es distinto y mi ánimo es distinto y mi trabajo es distinto y todo cambia y un día alegre, otro triste, otro ocupada, otro aburrida, otro enferma, otro drogada. No sé. No sabría decirte, Juan.
¿Qué tiene que tener un poema para que te guste?
Supongo que emoción. Imágenes que yo nunca hubiera imaginado posibles. Y siempre inteligencia… pero también cercanía.
¿Qué cosas te dan miedo?
Me da miedo estar sola, y todo lo que ello conlleva.
¿En qué ciudad es más fácil enamorarse? ¿Madrid o Barcelona?
Me enamoré en Madrid: así que Madrid gana (y eso que yo soy del Barça).
¿Qué cosas te traen buena suerte?
Mi marido, mis padres y mi gato. Ellos me traen todo lo bueno.
Si pudieras besar a un poeta de cualquier época, ¿cuál elegirías?
Pues mira, no besaría a Catulo, por eso de «Dame mil besos, después cien…», qué pesadilla. ¡Que besucón! Tampoco le daría a un beso a Baudelaire, le estimo… pero un poco feo… ¿no? No besaría a Bolaño porque a la mente se me vendría todo el rato eso del guagüis (qué palabra más graciosa) y todo sería un cachondeo. Creo que nunca, jamás, en la vida, no, no y no besaría a Ted Hughes, que ya tuvo suficiente la pobre Sylvia con todas esas zorritas al acecho. Quizá sí besaría a una poeta. Había pensado en Emily Dickinson, pero lo más seguro es que ella no necesitara un beso, sino un abrazo. Así que, en definitiva, lo siento muchísimo, pero yo jamás besaré a un poeta. ///PACO