El escritor polaco Witold Gombrowicz opinaba que era innecesario leer libros como el Quijote o la Divina Comedia; los clásicos según él se incorporan solos a nuestra cultura personal a través de otras lecturas menos espectaculares o tediosas. En la música, puede que suceda lo mismo y tal vez no sea imprescindible escuchar a esas bandas clásicas que uno supone que todo músico debería conocer. El grupo Las Diferencias es el ejemplo que viene a demostrar que la suposición es acertada. Al escuchar No termina más, el impactante debut discográfico del trío que conforman Andrés Robledo, Alejandro Navoa y Nicolás Heis, es inevitable no recordar a íconos del rock nacional como Pescado Rabioso, Color Humano o Manal. Sin embargo, los chicos de Las Diferencias afirman no haber escuchado a ninguna de estas tres bandas.”No las conocemos. Aguante el rock nacional, sabemos que tocamos gracias a esas bandas, pero la verdad es que no tenemos la menor idea. Hay cosas que nos terminaron gustando pero no salimos de ahí” dijo Robledo en una nota en Página/12.

Con apenas 22 años, el trío del Oeste, ingresó al estudio El Attic bajo la mirada atenta de Sergio CH (ex Natas). Allí, en sólo cuatro días, terminaron de darle forma a las diez canciones que integran No termina más (Oui Oui Records, 2013).

Para hablar de su sonido, nadie mejor que ellos mismos: “para ser pop somos muy duros, para ser stoners o metaleros somos demasiado blandos, para ser indies somos complicados y cuando tocamos con bandas de blues nos sentimos un poco desubicados”, dice Robledo a NaN a la hora de definir a Las Diferencias. En No termina más, los riffs hipnóticos y distorsionados, los sonidos salvajes y valvulares a lo Jack White o Led Zeppelin, los bajos machacantes y melodiosos, las baterías punzantes y enérgicas, los originales yeites bluseros y los pasajes instrumentales que generan una inquietante tensión se suman a la voz desgarrada de Robledo para dar como resultado un disco efectivo que, sin alejarse de lo vintage, a la vez suena fresco y con una fuerte identidad propia.

El Sábado 28 de junio a las 21 hs. Las Diferencias abre la fecha de Pez en EQ Rock (José C. Paz). El invitado que responde la sexta entrega de “Mis discos” es Andrés Robledo, guitarra y voz de Las Diferencias.

¿Cuál fue el primer disco que compraste?

Apenas cumplí once años salió Lenny, que es un disco de Lenny Kravitz de 2001. Tenía algo de dinero y padre me llevó a una disquería. No dudé ni un segundo en llevármelo.

¿Cuál fue el último?

Tempest de Bob Dylan. Es un disco de una persona con mucha experiencia. Lo poníamos en el auto para ir a tocar.

¿Qué disco jamás prestarías?

Los que heredé de familia. Igualmente es bastante difícil para mí prestar cualquier disco.

¿Cuál fue el disco que más veces prestaste o regalaste?

Nunca presté un disco más de una vez. Si me los prestan, trato de devolverlos lo más rápido que puedo.

¿Hay algunos discos en tu discoteca de los que tengas vergüenza?

Para nada, hay discos que quizás alguien que escuche a Las Diferencias se sorprendería pero ninguno me da vergüenza. No tengo vergüenza de las cosas que quiero.

¿En qué lugar ponés los discos que vos grabaste?

Donde están todos los discos, como si fuera uno más. En estos días, en Twitter, vi una foto de nuestro disco No termina más junto a algunos de Oasis, re loco!

¿Cuál fue el primer disco que bajaste?

No me acuerdo, seguramente habré bajado la discografía de los Rolling Stones.

¿Cuál fue el último?

Leave Home de Ramones

¿Cuál fue el disco que más veces recomendaste o linkeaste?

En su momento Desire de Bob Dylan. Es más lo que me recomiendan que lo que yo puedo recomendar.

¿Hay algunos discos en tu computadora de los que tengas vergüenza?

Hay discos que me generaron mucha expectativa y finalmente nos las cubrieron. Están en una carpeta de música todos juntos. A veces me llama la atención que todavía no los haya eliminado.

¿Qué discos que antes escuchabas, ahora ya no escucharías?

Creo que a mí no me funciona mucho lo de escuchar un disco en el pasado y dejarlo. No los dejo completamente, son puertas que se cierran pero sin llave. Hay discos que dejo de escuchar y al tiempo los retomo. Puntualmente hace semanas que estaba pensando en el primer disco de Dire Straits, a los 15 ó 16 ese disco me encantaba y ahora lo escuché hace semanas y la verdad no me emocionó ni un poco. Fui a Sultans of Swing derecho y lo saqué.

¿Escuchás tus discos en mp3?

Por supuesto, cuando nací el CD ya existía. Soy de la generación de Internet y toda la movida de la comunicación, así que todo eso es natural para mí. Me encantan los discos de vinilo y esa época me emociona, pero soy consciente de que estamos en el 2014 y que el mp3 es fácil, rápido y me parece perfecto. Después de todo me importa el mensaje de la canción y la emoción de la música.///PACO