por @yurigagarina

I

Benoît Mandelbrot, un polaco freak genio de las matemáticas -véase su fotografía explicativa-, publicó en 1982 el libro Fractal Geometry of Nature en el que demostró que la naturaleza se compone de pequeñas estructuras mínimas de sentido que se repiten y construyen la arquitectura de las cosas, las llamó fractales.

Los estudios de Mandelbrot comenzaron con esta pintura de  Katsushika Hokusai llamada La gran ola de Kanagawa o simplemente La gran ola pintada a principios del siglo XIX en Japón. Mandelbrot notó que en los extremos de las olas se repetían unas estructuras similares y que no solo representaban el movimiento ondular de los fluidos sino también sus estructuras en estado sólido.

A partir de entonces Mandelbrot concentró su atención en zonas de la naturaleza que hasta entonces no se habían estudiado como los pliegues o rugosidades y las fracturas o grietas. Sus conclusiones: todo objeto creado por la naturaleza se construye de la repetición variable de una mínima estructura llamada fractal -en esta teoría se basó la teoría de cuerdas del popular Michio Kaku, pero eso es en otro capítulo amigos-

II

Nadie discute el nivel al que llegó a modificar nuestras vidas la aparición de las redes sociales. La controversia se instala a partir del momento en el que hay personas que dicen que las redes son nocivas para la salud, para mantener las relaciones «reales» persona a persona e incluso para el desarrollo mental. El mercado de celulares inteligentes; tablets cada vez más veloces, pequeñas y baratas; laptops de 400grs; ofrece más y más facilidades para esta «dependencia» o «adicción» a las redes. Pero ¿Qué pasa con las redes sociales? ¿Hacia dónde van? ¿Cuánto hay de «natural» o «humano» en sus sistemas y prácticas? ¿Son simplemente una línea de lujo de los nuevos productos para los que nos prepara el post capitalismo?

Bien, varios estudios recientes sobre la «red social» establecen patrones de relación que llevados a un esquema gráfico revelan -oh señor!- fractales. Sí, las redes sociales son estructuras naturales según las investigaciones de Benoît Mandelbrot. Acá hay un pequeño abstract de una investigación. La especialista catalana en redes sociales y comunicación Dolors Reig propone en cada una de sus charlas y capacitaciones un cambio en la actividad cerebral debido a la narrativa de las redes sociales. Las redes -y la web 2.0- proponen un modo de lectura no-lineal lo que en cierto modo generaría mayor actividad en la zona derecha del cerebro, una zona prácticamente muerta. Para entender un poco mejor qué es la zona derecha del cerebro un video claro, revelador y psicodélico.///PACO