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Ciclop Radio sale por Internet pero cuenta con la tecnología y la apariencia de una radio profesional. Su programación tiene un sesgo universitario. Sus locutores y productores son, por lo general, estudiantes o graduados de la Facultad de Sociales de la UBA o de alguna de las tantas escuelas de periodismo de la ciudad. Así que Ciclop Radio recupera el espíritu de las radios de los campus norteamericanos ofreciendo programas sobre cine, música, libros, humor y filosofía. En esa grilla, La hora de la bruja, conducido por los escritores Sebastián Robles y Facundo Valverde sobresale sin esfuerzo. Se emite, siempre en vivo, los miércoles a las nueve de la noche y la bruja en cuestión es Hasia, una carismática astróloga y tarotista santafesina.

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¿Qué podemos escuchar en La hora de la bruja? Con voz amable y estilo pausado, la bruja puede opinar o responder consultas sobre nazismo, ovnis, el verdadero nombre de Perón, la vida ultraterrena en Buenos Aires, las últimas elecciones legislativas, odontología, zombies y el destino manifiesto de algunos personajes de la política o la farándula. Es usual, por ejemplo, que después de una canción de Black Sabbath, Hasia le tire las cartas a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner o al líder sindical Hugo Moyano. “Las cartas son como cable modem –dice.– Ahí sale todo.”

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“La presidenta ¿puede ser reptiliana?” pregunta Hasia y enseguida se responde a sí misma: “Puede.”

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Los reptilianos son personajes estables en La hora de la bruja.

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Según Wikipedia, los reptilianos, llamados también gente serpiente, reptoides, reptiloides o seres-lagartija, son “supuestos reptiles humanoides que juegan un papel destacado en algunas obras de arte de antiguas culturas, mitología, folclore, en diversas pseudociencias, como la ufología y en las llamadas teorías conspiratorias modernas.”

 

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Después, opinando sobre otro tema, agrega: “Los ingleses son reptilianos y antropófagos.»

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Aunque se sintonice por Internet, hoy la radio igual suena y se escucha como un medio de otro tiempo. No llega a ser anacrónica, pero irradia cierta nostalgia. Hasia dice que es “cuarta generación de brujos.” Y cuando le preguntan a qué edad se vino de Santa Fe a Buenos Aires agrega: “Quedarme en Santa Fe me habría traído problemas, así que me vine muy joven para acá.”

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“Si lo pensás lo creas” es otra de las frases que repite siempre. Es una frase de su maestro, Ramtha, el iluminado.

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“Ramtha, el iluminado, dice que nosotros somos como computadoras. Cuando una computadora se rompe hay que cambiar el cuerpo. ¿Cuando cambiás la computadora le hacés un sepelio? ¿La llevás a Chacarita? El cuerpo es un investidura que tiene una vida útil, un tiempo. Nada más.”

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Después agrega: “La muerte es un comercio.”

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Pero con los que ya no están en este plano Hasia no se mete. “No tengo buena relación con Plutón” avisa. Los que escuchan el programa saben que no va a cementerios ni les tira las cartas a los muertos.

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Es inevitable que el programa caiga en momentos que suenan al repertorio de la autoayuda. “La alegría es fundamental, y viene antes que el dinero”, por ejemplo. Sin embargo, el clima general es otro. Entre techie y fantasmal, con música ominosa, heavy metal o raras versiones de canciones de los Beatles como banda de sonido, a veces se tiene la sensación de estar escuchando una transmisión de la revista Muy Interesante guionada por David Lynch. Por otra parte, la interacción digital resulta fundamental. Robles, que pronuncia “Jasia”, todo el tiempo lee al aire lo que escriben los oyentes.

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En Twitter, la producción promociona el programa usando el hashtag #labrujaradio: “Agradezcan que hoy no hay #labrujaradio, porque con lo del terremoto de Japón hacíamos un especial de 25 horas de duendes, nazis y muertos.”

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“Manipulación genética, extraterrestres, predestinación y fantasmas. ¿Qué más querés? #labrujaradio”

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“Magos negros, puertas interdimensionales y niños del conurbano en #labrujaradio.”

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“Se acerca la medianoche y es hora de despejar dudas existenciales: ¿Existen las casas embrujadas? ¿Qué es un poltergeist? #labrujaradio”

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“Les aviso que #labrujaradio en el programa de hoy adelanta cómo van a sonar las radios aborígenes y telúricas.”

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“#labrujaradio festejará el fin de año con pócimas, sapos, magia blanca y, sobre todo, Apocalipsis.”

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Los mensajes de los oyentes en Twitter también son parte del programa: “Hoy limpié mi pieza porque #labrujaradio lo recomendó para que no haya duendes negros. Lo bueno es que también huyeron las cucarachas.”

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Otro: “Te amo Hasia, quiero que seas la manager de mi vida.”

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Otro más: “Antes de #labrujaradio leo una mala novela de Stephen King y escucho Mars Volta.”

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Hasia también da consejos. Para el principio de la primavera dijo: “Hay que cortarse las uñas y cortarse un mechón de pelo. Sí, cortate un mechoncito de pelo. Y cuando cruces la calle, lo vas a dejar caer para atrás. Hay que renacer con la primavera. Y no hay que olvidarse que si lo pensás, lo creas. Los días se crean. Uno se levanta y piensa: ¿Qué quiero para hoy? Puedo pedir alegría, gozo, felicidad. Si lo pensás, lo creás. Son palabras de mi maestro, Ramtha, el iluminado. Un ser que tiene treinta y cinco mil años.”

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Sebastián Robles dice que cuando salen del aire Hasia sigue haciendo predicciones. Y casi siempre al final del programa comenta si hubo alguna presencia en el estudio o si estuvo de paso algún amigo “interestelar.”

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Hasia atiende en forma privada pero, desde luego, se maneja con discreción: “Contra los prejuicios, vienen muchos hombres. Todos preguntan lo mismo: ¿me engañó mi mujer?”

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Cuando el escritor Carlos Godoy fue como invitado al programa, le preguntó a las cartas por un amigo de la infancia. Quería saber si estaba vivo o muerto. Hasia le respondió con mucho detalle. Al final del programa, Godoy escribió en Twitter: “La presencia de Hasia me hace sentir lo mismo que sentía cuando era niño y comulgaba.”

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Cuando estuvo el periodista Francisco Marzioni, el tema central fue la egiptología. Un oyente preguntó si era cierto que la única parte del cuerpo de Osiris que no se pudo recuperar, después de su desmebramiento, fueron sus genitales y que si era por eso que se lo asociaba con el vampirismo. (“El muerto que resucita y puede reproducirse sin hacer uso de sus genitales.”) Marzioni respondió que la egiptología y el vampirismo tuvieron un auge muy grande en la Inglaterra victoriana por lo cual a veces se los asocia. Uno de los momentos más importante de la noche se dio cuando Hasia aseguró que los egipcios tenía luz eléctrica y que “las pirámides se crearon desde arriba hacia abajo.”

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Regresión a vidas pasadas, magia vudú. cartas astrales, extraterrestres: la divulgación científica se mezcla en La hora de la bruja con la astrología y un fino esoterismo de arrabal. La combinación no resulta inédita. Sin embargo, Hasia habla con seguridad, es asertiva y se expresa con una amplia gama de referencias, un pastiche tornasolado e hipnótico presentado con un humor serio que hace el programa a veces demasiado ambiguo. ¿Qué es lo que estamos escuchando?

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Es probable que La hora de la bruja sea uno de los mejores programas de radio de la actualidad argentina. El menos previsible, el más ingenioso, el más excepcional. Las preguntas que funcionan de base –y que casi nunca se enuncian– son muy simples, pero sus derivaciones pueden ser complejas. ¿Cómo nos entretenemos? ¿Dónde termina la narración y empieza la experiencia? ¿Cómo se relacionan los mitos y los miedos? ¿Qué tan oculto está “lo oculto”? ¿En qué creemos y por qué? La hora de la bruja, bien escuchado, nos hace muchas preguntas. Quizás la más importante sea ¿por qué nos resulta atractivo lo que nos resulta atractivo?

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En Macbeth, las brujas dicen “¡Fair is foul and foul is fair!” confirmando que hablan desde un mundo invertido. Ellas ven otra cosa y la ven de otra manera. Ellas piensan de otra manera.

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Y, se sabe, a todos nos toca en algún momento escuchar a la bruja.///PACO