Entrevista a Santiago Bluguermann

Por Soledad Valdez

Santiago Bluguermann a.k.a. el Gallo es conocido en el mundo del rock por varias cuestiones: primero, por su trabajo en la Rock & Pop, como coordinador de aire del icónico programa Cuál Es?, que era conducido por Mario Pergolini.En la actualidad, muestra su faceta periodística en la tarde de Vorterix, como co-conductor junto a Gustavo Olmedo. Pero eso no es todo, también tiene una destacada carrera como fotógrafo. Las características de su arte son alto voltaje visual y suspensión micro-espacio-temporal consistente. Lo que le permite capturar el instante en que los músicos parecen enchufados a 220v, y en muchos casos hasta en 380v, mostrando en una imagen el vértigo que se vive en el rock.

¿Qué es lo que buscas mostrar de la música a través de la fotografía?

Hay un par de cuestiones que para mí son básicas. Una de las cosas que me interesa mostrar es qué pasa en la cara del músico mientras canta. Cuando uno va a un concierto, termina viendo un todo. Si bien se pueden prestar atención a ciertos detalles, un primer plano de un cantante congelado en una foto es algo que para muchos pasa desapercibido por la velocidad con la que transcurre todo en un show, o por la distancia a la que se encuentra del escenario. Eso me gusta mostrar y por eso uso mucho el teleobjetivo, aún en lugares chicos. También intento, sobre todo en lugares pequeños, mostrar la interacción entre alguno de los músicos y el público, para lo cual hay dos elementos fundamentales: estar atento a los movimientos de, por ejemplo, el cantante o guitarrista en cuestión y tener un gran angular, que te permite meter todo en la misma escena.

En los recitales ¿llegas a plasmar siempre el impacto emocional que te causa a vos?

Es raro, porque últimamente son pocas las bandas que me causan un impacto emocional. Después de tantos años de sacar fotos de rock, en muchos casos terminas viendo siempre lo mismo y la cosa se vuelve un poco rutinaria. Hay excepciones, claro, quizás con bandas de las que uno era fanático o de chico tenía un póster colgado en la habitación. De todos modos, capturar las emociones en una foto depende mucho de lo que pase arriba del escenario y cuán demostrativos sean los artistas, no sólo del fotógrafo. Aun así, entiendo que para el que va a un show y después ve las fotos quiere que las imágenes representen lo qué el experimentó y por eso intento conseguirlo.

¿Cuáles son las fotos que elegís para publicar de los eventos en vivo?

Trato de poner las que representen algún momento especial del show. En realidad, de los 3 temas que te dejan sacar (es el tiempo que te permiten fotear el 99.99 por ciento de las bandas, a menos que estés trabajando para ellas). De vuelta, depende mucho de lo que baje del escenario. Si el tipo es una estatua, bueno, esa será la foto y mostrará lo que fue el show.  Pero casi siempre hay algún momento clave para retratar. Lógicamente, hago una selección de las que más me gustan y esas son las que van.

Cuando trabajas con un músico con el que tenés una amistad ¿Quién elige las fotos que van a ser publicadas?

Depende de qué material se trate. Si son fotos de un show en vivo, las elijo yo y las mando. Si son fotos de una sesión de prensa o del arte de un disco, en general soy yo el que hace una primera selección y se las muestro al artista y ahí acordamos cuál nos gusta más. Yo doy mi opinión, sugiero cuál me gusta más por tal o cual motivo, pero al final elige el artista, porque en definitiva es su imagen la que se va a mostrar.

¿Por qué decidiste realizar tu trabajo a la par de la música? y ¿Que te motivo particularmente a ser fotógrafo de rock?

Convergieron un par de cuestiones. Por un lado yo era aficionado a la fotografía desde hacía mucho tiempo, sacaba fotos familiares con cámaras de rollo e incluso llegué a revelar junto a mi viejo. La llegada de la digital me disparó el gusto por la actividad nuevamente y por mi trabajo en radio, donde el acceso a shows y bandas eran moneda corriente, me fui metiendo de lleno, a tal punto que ya disfruto más el momento de hacer fotos (durante esos 3 temas de los que hablé antes) más que todo el concierto en sí. De hecho, muchas veces, cuando estoy viendo un show, pienso en todas las fotos que me voy perdiendo.

¿Te acordas cuándo fue la primera vez que tomaste una foto y cuántos años tenías?

No recuerdo una foto en particular que haya sacado yo. Lo que sí recuerdo con cariño es cuando revelaba junto a mi papá. El momento de poner el papel en el químico y que la imagen vaya apareciendo de a poco era algo asombroso. Calculo que tendría unos 10 o 12 años. Es algo que me gustaría volver a hacer, pero por cuestiones de tiempo y espacio lo vengo postergando.

Dijiste que la llegada de lo digital te disparó nuevamente el gusto por la fotografía ¿Cómo viviste el paso de la cámara de rollo a la digital?

Hubo un bache grande en el medio en el cual no hice nada. Después de una viaje que hice a Panamá, me compré una cámara digital chiquita, pero que era bastante buena y comencé a sacar fotos. Coincidió que mi viejo compró una réflex digital al poco tiempo y ahí volví a agarrar el gusto otra vez, primero haciendo fotos para mí, y luego de forma profesional. De ahí en adelante no paré más y tampoco paré de comprar equipos.

 ¿Cuál fue el primer recital que cubriste?

El primer recital fue el de la vuelta de Soda Stereo en River. Si no recuerdo mal, algo había hecho antes, pero no recuerdo cuál, así que podemos decir que el de Soda fue el primero oficial y por el que cobré un dinero. Después de ahí no paré más.

¿En algún momento de tu carrera diste con algún concierto para nada retratable?

No sé si es políticamente correcto lo que voy a decir, pero uno que me viene a la mente ahora es un show de Spinetta en Cosquín Rock. Se había ubicado muy atrás en el escenario (que era altísimo), al lado de la batería, sentado y con un atril adelante. La verdad que muchas opciones para foto no nos dio. Pero bueno, son cosas que pasan y de última, la historia que contás es la que fue. No hay por qué inventar cosas que no sucedieron.

¿Como fue participar en el BA Photo 2012?

Para mí fue una oportunidad muy interesante. Primero me inserta en un ambiente al que yo no pertenezco, que es el de las muestras, las exposiciones y demás. Accedí gracias a una invitación de Gastón Deleau, el director de la muestra y elegí por un lado una serie de fotos en vivo que fueran una especie de resumen de mi trabajo hasta hoy y por otro una serie más nueva, que realicé mayormente en el 2012 y en parte de 2011, que son retratos a músicos que han pasado por Vorterix o con los que trabajé de forma particular. Era una manera de mostrar otro material, más trabajado en la previa, pensando qué iluminación usar y que te permitiera ver a los músicos de una manera distinta a la que los ves sobre el escenario. Ojala se pueda repetir el año que viene, porque lo disfruté mucho.

¿Algún músico que te gustaría fotografiar?

 Últimamente me está interesando más hacer los retratos que comentaba recién, además de las fotos en vivo. Después de todo este tiempo, casi como que uno se pone a juntar figuritas y pensás “¿quién me falta en el álbum?”. Lógicamente, los Stones es una banda que me gustaría fotografiar. Aunque lo que realmente me gustaría es poder acompañar en una gira internacional a una banda de primera línea. Ahí es cuando se abre la oportunidad de hacer fotos de momentos únicos, porque compartís muchas horas con la banda, situación que cuando no trabajas para ellos, no se da.

 ¿Pensaste en hacer nuevamente una muestra?

La idea está siempre dando vueltas, pero no es tan sencilla de llevar a cabo, por lo menos para mí. Hay un par de proyectos dando vuelta, veremos si los puedo sacar adelante. Más allá de la muestra, lo que realmente me gustaría es poder hacer un libro. Creo que ese es el proyecto para este año.

 ¿Como se dio el trabajar con los Eruca Sativa para la tapa de su último disco?

Fue curioso, porque yo iba a hacer la tapa del disco anterior, pero por una cuestión de tiempos y logística no se pudo y terminamos haciendo una sesión de fotos de prensa que usaron durante mucho tiempo. Igualmente, la onda se mantuvo, porque son personas realmente agradables y cuando me comentaron que estaban haciendo el disco nuevo les dije que quería trabajar con ellos en el arte. Me contaron la idea que tenían, nos juntamos un par de veces e hicimos la sesión en un estudio. Después les bajé el material que a mí más me gustaba y ellos eligieron la toma final para el disco y las que usan hoy promocionar Blanco.

 

 

También trabajaste con Roger Waters en la filmación del vídeo The Child Will Fly ¿Cómo fue esa experiencia?

 Fue curioso, porque me llamaron una mañana y me preguntaron si a las 3 de la tarde podía estar en el lugar donde Waters iba a filmar un clip. No me dijeron a dónde era, pero dije que sí. El lugar era donde se filmó la película Elefante Blanco, o por lo menos nos dejaron ahí, en el medio de un diluvio fenomenal. Obviamente, se suspendió todo. A los dos días volvimos a salir, pero ya a la Villa 31 y ahí sí se pudo hacer todo. Lo que no querían era que hubiera un montón de fotógrafos, y por eso la productora me llamó a mí para repartir después fotos a todos los medios. El laburo era retratar a Waters mientras filmaba el video, no tuve mucho contacto con él, porque filmaba y se metía en un tráiler y no salía hasta la próxima toma. Igual fue una linda experiencia.

 Hablando de Rock ¿Qué venís escuchando últimamente?

 Al estar en la radio tengo mucho contacto con música de todo tipo, pero generalmente escucho hard rock o heavy metal y reggae. Todo lo que ande alrededor de eso me interesa, me llama la atención y trato de darle cabida.

 Crédito fotos:

Santiago Gallo Bluguermann/ rockpix.com.ar //// Twitter: @rock_pix   ///PACO