El terrorismo de la Era Digital realiza producciones de alta calidad visual para captar nuevos adeptos e imponer su agenda, llena de creatividad y sadismo. ISIS se encuentra a la vanguardia de la comunicación terrorista. Sus fanáticos seguidores reniegan y odian todo lo que provenga de la cultura occidental, a la que se proponen derrotar. Sin embargo, detrás de toda la producción de videos se encuentra la cultura occidental del cine, los videos juegos y las tecnologías de Silicon Valley. Aunque en sus territorios prohíben el arte, sus creativos y productores no carecen de conocimientos técnicos ni capacidad de trabajo. Su lectura de la funcionalidad de las redes sociales y su rápido crecimiento ha enseñado a Estados Unidos y sus aliados que deberán hacer un esfuerzo muy grande por derrotarlos. Los especialistas aseguran que la influencia de ISIS perdurará en el tiempo. Son avanzados terroristas de una nueva era.
Los especialistas aseguran que la influencia de ISIS perdurará en el tiempo. Son avanzados terroristas de una nueva era.
Luego de la decapitación del periodista estadounidense, James Foley, en agosto de 2014, el video de su muerte fue sospechado de fraude por numerosos medios de televisión y youtubers de ascendencia periodística. ISIS daba un paso hacia el vacío y hacía público lo que desde la siempre sólo se hacía en privado. La espectacularidad llevada hasta todos los rincones de los hábitos del hombre. Hoy la tortura de personas también es un show. Al igual que en el Gran Hermano occidental, donde lo más llamativo es que la gente tenga sexo, se masturbe o ande desnuda, es decir, que haga públicos esos actos que solemos hacer en privado, en el Gran Hermano del Estado Islámico las muertes y torturas se hacen públicas con calidad HD y música de fondo. Ya sea con el objetivo de captar nuevos adeptos, de reforzar la convicción de la tropa, o para mostrar la martirización de sus soldados y con eso lograr una mayor predisposición al sacrificio, en internet ya no falta nada.
En febrero de 2015 ISIS capturó a un piloto jordano luego de un combate. Su nombre era Muas al Kasasba. Luego de hacer una encuesta online sobre como matarlo, ISIS filmó un video de alta calidad visual y narrativa. Muas al Kasasba era el protagonista de la historia. Podemos verlo tranquilo, caminando, luego rezando. Su participación se explica como un gesto heroico. También puede explicarse a partir de la información que brindaron algunos presos que lograron escapar de las prisiones del Estado Islámico. Los presos son sometidos continuamente a recreaciones de sus muertes. Es parte de la tortura hacerlos cavar una tumba pero no enterrarlos, gatillarles con un arma vacía o amenazar con ahogarlos para salvarlos a último momento. Como sea. El video dura 20 minutos. Es una producción símil Hollywood, con cámara lenta, paneos generales, tomas en picada, interrupción de las escenas con flashbacks del bombardeo. Kasasba colabora caminando delante de un grupo de soldados formados y con pasa montaña. El verbo colabora no es inexacto, porque sigue una rutina, camina hacia un punto, mira a la cámara, gira, frena. Finalmente vemos al aviador encerrado en una jaula. Un flash lo muestra libre, luego otra vez en la jaula. Está parado, con la cabeza gacha, quizás rezando, manteniendo una calma estoica. La cámara gira a su alrededor. Luego lo prenden fuego. El video cobra por primera vez otra realidad. Una música de fondo sube mientras Kasasba se toma el rostro, ya todo prendido fuego y grita. El video devolvió a ISIS las primeras planas de los diarios mundiales. Las decapitaciones habían perdido efectividad. Al final del video, con una excavadora, le echan encima una pila de escombros y lo entierran.
Una música de fondo sube mientras Kasasba se toma el rostro, ya todo prendido fuego y grita.
Con una Go Pro en su casco vemos un soldado de ISIS entrar a una ciudad y combatir a metros del enemigo. Es igual que el Counter Strike. El video nos muestra que carga una AK-47, que están ingresando a una ciudad en ruinas. La similitud con el juego es muy grande. Hay palmeras y mucha tierra y arena. Se escuchan disparos secos, pero no son ruidos amenazantes, sino como petardos lejanos. Los soldados van tomando el terreno, cruzándose entre ellos, cuidando los flancos. Cuando uno agarra por la derecha, vemos otro por la izquierda y al protagonista, es decir nosotros, por el centro. Las casas están semi destruidas. Tienen agujeros de balas o les faltan pedazos. Cada tanto se escucha ¡Allah Akbar!, Dios es grande. Se cree que el video es de la toma de la ciudad de Ramadi, de mediados de junio, una victoria muy importante para ISIS que demuestra la debilidad del Gobierno Iraquí para hacerles frente y en resumen, la debilidad de Estados Unidos para contener el avance del Estado Islámico.
Del otro lado se encuentran al menos dos tipos de espectadores definidos, aunque en realidad sean tres. Por un lado, postadolescentes europeos, australianos o norteamericanos, de ascendencia musulmán, que se sienten seducidos a alistarse. Los europeos han engordado las filas de ISIS en al menos 3500 jóvenes, entre hombres y mujeres que se alistan como concubinas de los yidahistas. Es una batalla cultural la que libran, como destaca el experto en asuntos del Estado Islámico, Bernard Haynes, no buscan aterrorizar con métodos de la edad media, ellos ya están ahí, en ese mundo prometido por escrituras del siglo VII, y no hay castigo ni nada incorrecto en lo que hacen. El segundo objetivo es la captación y adhesión de otros grupos terroristas. El mensaje es hacia cualquier grupo que acepte la lectura que ellos hacen del Islam. Grupos terroristas de 12 países ya se han declarado seguidores de ISIS, entre ellos Boko Haram, el grupo nigeriano responsable del secuestro de 200 estudiantes. El tercer espectador, y él más difícil de entender, es el público occidental. Detrás de toda noticia, hay un paranoico con una lectura al estilo Zeitgeist. ¿Será la CIA quién está detrás de todo esto? La compañía de inteligencia estadounidense reúne la cantidad necesaria de complots, asesinatos y perversidad como para justificar la sospecha.
¿Qué podemos decir del uso que los terroristas dan a las nuevas herramientas?
Mucho se ha hablado sobre la horizontalidad de las nuevas tecnologías, y como “de alguna manera” sociabilizan la comunicación. ¿Qué podemos decir del uso que los terroristas dan a las nuevas herramientas? Entre el video de Wanda Nara o el de Paris Hilton, por nombrar dos nada más, y la decapitación de James Foley en manos de ISIS, transcurrió menos de una década y se puede decir que con este último, el tabú, como lo consideraba Freud, pasó a mejor vida. Como un ejercicio de comparación podemos poner de una lado la pornografía y del otro los videos de asesinatos. Hasta ahora internet y la pornografía han sido dos hermanos que crecieron juntos. Fotos de famosas desnudas y videos con contenido sexual encuentran su correlato en las fotos de soldados yanquis con muertos de las guerras de Irak y Afganistán. Estos no son los primeros videos que aparecen en red. ¿Entonces, cuál es, si hay alguna, la diferencia? Nada podrá superar el impacto del derrumbe de las torres Gemelas. El dramatismo de ver personas saltando por las ventanas hacia una muerte segura. A la vez que la invasión de videos termina por despertar más desinterés que interés y ya nadie corre a ver las nuevas fotos de tal actriz, como, dentro de poco, ya nadie prestará atención a las muertes que ISIS, cada vez con más creatividad, seguirá filmando//////PACO