El Enano
Par Lagerkvist
1944. Leer on line.
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¿Cómo es un enano? Ya sabemos que es bajito. Ninguno mide más de un metro y puntín. Pero pregunto cómo es un enano por dentro. Me acuerdo del enano de Jackass. Una vez todos los Jackass se hicieron una prueba de fertilidad. El enano salió estéril. Todos festejaron con risas y aplausos. Y un poco de tristeza disimulada.
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El enano más famoso del mundo es el de Game of Thrones. De facciones armónicas, el actor ya era famoso antes de ser el adorable Tyrion Lannister. Representa todo lo que los humanos altos queremos en un enano. Que sea inteligente, orgulloso, buena persona, pícaro y, sobre todo, que busque desesperadamente integrarse al mundo de los que medimos más de metro y medio. Como no lo consigue, escabia y se va de putas. Más o menos como cualquiera de nosotros cuando no conseguimos integrarnos a la sociedad por algún que otro defecto físico que tengamos. También tiene un padre que no lo acepta y lo culpa por ser como es. Digamos que es un enano a la medida de quienes vemos la serie o leen los libros. Un enano aceptable.
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Par Lagerkvist es un escritor sueco que fue Premio Nobel de Literatura en 1951. Veterano de la Primera Guerra, escribió al menos dos libros que se consideran geniales. Uno se llama El enano. Editado en 1944, es el diario de un enano que sirve a un príncipe italiano de la Baja Edad Media. “Casi todos los enanos son bufones. Tienen que decir chistes y hacer payasadas que hagan reír a sus amos y sus huéspedes. Yo no me he rebajado jamás hasta ese extremo. Tampoco me lo ha exigido nadie. Basta mi aspecto para impedir que se haga de mí semejante empleo. Mi cara no es de las que se prestan para divertir a nadie. Además, no me río nunca”. Este enano se une al otro enano, al de George RR Martin, en el orgullo. Ambos en posiciones privilegiadas –uno sirviendo a un príncipe, el otro siendo hijo del hombre más rico de su tierra-, escapan a la condición de divertimento para los altos y se muestran dignos, una rareza para los de su condición tanto en tiempos medievales como en épocas mucho más cercanas.
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Pero mientras al Lannister lo mueve el amor, al enano de Lagerkvist lo motoriza el odio. Este enano no es simpático, ni amable, ni adorable, no existe empatía posible con este ser que es mucho más monstruo por dentro que por fuera. ¿Qué hay dentro de un enano? El escritor escandinavo nos dice que un cumulo irrefrenable de odio dirigido no sólo hacia los altos, sino también a los de su misma condición. «Es mi sino odiar a mi propia raza. Mi propio linaje es execrable», dice, mientras confiesa en el primer párrafo haber asesinado al otro enano de la corte por el simple placer de estar solo, el orgullo de ser único e irremplazable.
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Lannister, que tal vez provenga de la palabra latina lanista -que significa propietario- es un enano poderoso a través de su padre. El que retrata Lagerkvist en principio parece poderoso también a través de una especie de padre, que es su amo, el príncipe, aunque ambos luego demostrarían que pueden ejercer la fuerza –física, mental y voluntaria- por sí mismos, lejos de la mano de quienes los mandan. Porque el enano, para ser orgulloso, debe ser propietario de algo, sobre todo ser dueño de sí mismo. Y, claro, contra los hombres altos, sus opresores naturales. Buscan el beneplácito de sus amos a través de la obediencia primero y la desobediencia después. Es el momento en que el enano crece y se pone a la par de los demás hombres.
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¿Puede un enano ser libre? Según ambos autores, el amor no alcanza. Tanto para George RR Martin como para Par Lagerkvist, el enano es un vehículo para hablar del poder ilimitado del odio como camino a la libertad. Si la libertad termina donde empieza la libertad del otro, la eliminación de ese otro es la que nos hace infinitamente libres. Y ambos enanos, cada cual a su manera, deben hacer ese camino para que la literatura suceda. El cómo lo hacen ya es territorio del spoiler, ese otro monstruo de la internet. Acá podemos decir que los que encontraron interesante al elegante bufón que HBO puso en la pantalla de millones de computadoras encontrarán en el casi olvidado enano de Par Lagerkvist una antítesis perfecta y deliciosa del famoso enano de GOT, mucho más cercano al viejo enano fascista que todos llevamos dentro. ///PACO