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El sueño eterno de La Copa Imposible

La producción de fantasías de nuestra infancia alrededor del fútbol difícilmente pueda competir con los deseos identificados en otra etapa de la vida. Desde partidos entre playmobils, con camisetas primitivas confeccionadas por abuelas, hasta una final de Copa del Mundo que sucede en solitario en un pequeño patio, donde la protagonista es una pelotita de tenis que en nuestra imaginación es idéntica a la Etrusco Unico de Italia 90. Mucho antes de las avalancha de estadísticas que invaden las transmisiones televisivas, los mercados de pases de millones de dólares o los gritos incomprensibles de los programas deportivos, se encuentra el poder del fútbol, una pasión universal que se alimenta de la ilusión de millones de niños de todo el mundo. Ese espíritu, que muchas veces se estira hasta la adultez de forma irracional, es el que captó La Copa Imposible, un proyecto que, a través del trabajo de creativos, diseñadores y cronistas, propuso inventar partidos entre los mejores equipos de la historia del fútbol.

El Napoli de Maradona (1987) versus el Barcelona de Guardiola (2009); el River de Francescoli (1996) versus el River de Gallardo (2018); el Vélez de Bianchi (1994) versus el Boca de Bianchi (2000) son algunos de los partidos imaginarios que distintos cronistas como Ezequiel Fernández Moore, Alejandro Fabbri o Diego Della Salla, entre muchos otros, relataron de la manera que ellos creyeron para dotar de realismo y veracidad a una colección de fantasías de hombres ya crecidos. Revista Paco charló con Nicolás Gómez Cal, uno de los creadores de La Copa Imposible junto a Tobías Tercic y Julián Tachella.

Enzo y el Mono fumando un pucho en la concentración. Ilustración @muylucho

-¿Cómo surgió este proyecto?

NGC -Empezó con el inicio de la pandemia, con el aislamiento. No había fútbol y dijimos «vamos a inventarlo», y si vamos a inventarlo que sea con los mejores equipos de la historia.

-Una vez que se propusieron el armado del proyecto, hubo que elegir equipos, hubo que imaginar cuáles eran mejores, quiénes en definitiva iban a ser los ganadores de la historia, ¿cómo lo decidieron?

-Para decidir quién ganaba y pasaba de ronda, buscamos los mejores partidos que se podían dar, pero que también tuvieran cierta lógica. El Boca de 2000 contra el Barcelona de 2009, por más que ese Boca era muy bueno, el Barsa de Messi tenía que pasar. Y después ese Barsa se enfrentaba con el Nápoli de Maradona, un partido que queríamos tener. Pero ese resultado lo decidió el cronista, al igual que la final. Nosotros armamos el campo para que más o menos sucedan ciertas cosas, pero los resultados finales fueron decididos por los escritores que participaron. 

-La Copa Imposible está desarrollando su segunda etapa con historias de equipos que jugaron la Copa Libertadores. Desde lo estrictamente relacionado al proyecto, ¿Qué diferencias encontraron con respecto a la primera etapa en la que hubo mayoritariamente equipos europeos?

-El aprendizaje consistió en darnos cuenta de que las crónicas que más garpaban eran las que hacían referencia a historias o personajes de esos equipos míticos, y esas historias alrededor de equipos y acontecimientos son el gran capital que encontramos en la Copa Libertadores. 

-¿Por qué?

-Porque hay historias increíbles en cualquier partido o en cualquier equipo, y así armamos esta segunda edición: no sólo eligiendo clubes sino también eligiendo historias. Porque no es un proyecto de crónicas deportivas 100% fieles, es una crónica deportiva mezclada con muchísimo de ficción.

El sheriff, fútbol y cárteles. Ilustración de @mariaelizagaray

-¿Cómo son recibidas esas crónicas? 

-Creo que tenemos dos tipos de público; uno al que le importa el resultado y se enoja si pierde. Y tenemos al público que sabe que es un juego y lo agradece. En nuestra cabeza creo que este último es el público al que apuntamos. Gente que puede disfrutar de una crónica de Boca siendo hincha de River y viceversa.

-¿Qué hacen ante las reacciones?

-Si se enojan ante un resultado lo llevamos por el lado del humor, los chicaneamos, y en general ahí entienden que es una ficción. Y si se enojan más soltamos y chau.

-¿Piensan también en el «usuario» de Instagram más allá del lector de las crónicas?

-S hubiéramos querido tener 20 mil seguidores en dos semanas hubiésemos hecho las cosas de otro modo, como hacen cuentas de Instagram partidarias. Con La Copa Imposible producimos cada posteo, pensamos qué línea vamos a decir, a qué cronistas vamos a elegir, por qué los vamos a seleccionar para cada partido. Todo eso lo pensamos y fue un aprendizaje de la primera edición, que fue más hippie en la elección de equipos, pero porque nos propusimos mostrar un abanico bien amplio: desde el último equipo comunista que ganó la Champion, pasando por Boca y el mejor Barcelona de todos los tiempos.

¿Específicamente qué hubieran hecho diferente?

El aprendizaje fue que hicimos perder a Boca en el primer partido sabiendo que cada vez que posteás algo de Boca tenés miles de like asegurados. Nos parecía que si jugaba con el Barcelona de Guardiola era lógico que pierda. Ahora dijimos «nuestro público está en Argentina, vamos a hacer que Boca avance un poco más»; además arrancamos desde octavos de final así que hay más posibilidades de hacer partidos.

El partido imposible.

-Hablando un poco del fútbol actual, más allá de la construcción de historias, ¿Cómo es posible comparar la UCL con la Libertadores, en qué se diferencia y cuál le gusta más a ustedes? 

-En la UCL se puede encontrar el mejor fútbol que se puede jugar, el más sofisticado, el más evolucionado. La Libertadores debe ser la última gran competencia que estéticamente se parece más a lo que nosotros entendemos como fútbol, algo más amateur. Para ver fútbol me gusta ver más la UCL, pero para pensar historias, mística y todo eso la Libertadores es más interesante. 

-En relación a la Libertadores como pasión, ¿Qué pensás del periodismo deportivo actual?

-No tengo una opinión formada del periodismo deportivo, es una opinión intuitiva la que tenemos como proyecto. Se ve con la elección de los cronistas, no hay cronistas de los que gritan. Si algunos están en los grandes medios (además de los mencionados anteriormente escribieron Miguel Simón, Daniel Arcucci y Delfina Corti, entre otros), pero están alejados de ese perfil. 

-¿Qué imaginan para La Copa Imposible después de lograr instalar el proyecto en redes sociales?

-A nosotros nos gustaría que esto se transforme en un canal de contenidos deportivos de fútbol, contenidos para las redes sociales, pero que no sea un meme o una foto que bajás de Google y ponés una frase. Me gustaría que fuera contenido original y que podamos contar las historias increíbles que hay alrededor del fútbol./////PACO

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