Por Juan Terranova
Oscar Coronel se ganó una fama en ascenso haciendo mashups. ¿Cuál es la novedad? El excelente criterio que utiliza, el groove que le pone a su arte y la ganas de bailar que te produce su música. Bajista del grupo Polvo y nada, este santiagueño de apenas veintidós años hibrida estéticas y genera eso que llamamos “originalidad” o incluso “lo nuevo” y que no es otra cosa que un trabajo preciso con la tradición, la técnica y la tecnología, con un suave e imprescindible toque de aire de época. Encontralo en facebook.com/OscarCoronelMusic y en twitter.com/OjcarBass pero sobre todo en YouTube. Lo sagrado es el ritmo. En tu cara, pureza del arte moderno.
¿Cómo empezaste con la música?
La música siempre estuvo en mi familia de muchas formas, desde tener parientes que vivían de la música, hasta los discos de los Beatles que escuchaba mi vieja. Mis primeros recuerdos son a los cuatro años, cuando mi viejo me regaló una guitarra criolla que apenas podía sostener. La tocaba todos los días, hasta que luego empecé a tomar clases. De a poco esto se fue convirtiendo en mi vida, pero creo que siempre estuvo en mí. Es decir, si me quitan esto, no sabría que más hacer. Es lo que hago todo el tiempo.
¿Cómo hiciste la primera de tus mezclas?
Vengo traveseando con la grabación desde niño. A los once grababa mis primeros multitracks en mi habitación, con un grabador de aire, usaba dos cassettes e iba solapando capas de instrumentos, hasta tener una canción. Esto de los remixes ya me agarra de más grande, hace unos meses. Empezó como una broma que se la hice escuchar a mis amigos, y luego se me fue de las manos.
¿Tenés algún método de composición para las mezclas?
Soy lo menos metódico que conozco. Mis metodos suelen ser varios, a veces arranco desde un pattern y voy forzando las ideas, y a veces se trata de cosas que ya suenan en mi cabeza y tienen sentido mucho antes de ser grabadas, entonces es más facil, solo me siento y lo materializo.
Si tuvieras que elegir cinco discos de la historia de la música, ¿cuales serían?
Haciendo un esfuerzo y sin ningún orden en particular: Cantora 1 y 2 de Mercedes Sosa; De-Loused in the Comatorium de The Mars Volta; El payador perseguido de Atahualpa Yupanqui; Kind of blue de Miles Davis; y OK Computer de Radiohead.
Santiago del Estero es tierra de música, ¿qué le falta y que le sobra a la provincia en ese sentido?
Le sobran compositores, escritores, buena música y artistas en general. La música acá se respira desde niño. No hay un solo santiagueño que no sepa tocar un bombo o una guitarra, y si no sabe eso te aseguro que sabe bailar. Lamentablemente falta mucho apoyo a los artistas. Pero no solo desde los empresarios y productores de entretenimiento o la Secretaría de cultura local. Hace falta más apoyo de la misma gente para con sus artistas locales. Es muy duro hacerse de abajo en Santiago, muchas veces es algo ingrato.
¿Harías una mezcla con algún tema de Polvo y nada?
Polvo Y Nada sería todo un desafío, porque las composiciones de Palo Ruiz son muy elaboradas en cuando a armonía y ritmos, sería como una especie de cumbia progresiva.
¿Harías una mezcla con chacarera y cumbia?
Hice una chacarera con instrumentos africanos, una chacarera con Tabla y Sitar y hasta una chacarera Dubstep. La chacarera cumbia aún no se me ocurrió. ///PACO