A casi dos semanas de que la súpermodelo Gisele Bündchen se bajara oficialmente de las pasarelas, es nuevamente noticia ya que es la protagonista de la tapa de la última edición de Vogue Brasil, que celebra sus 40 años en ese mercado. Allí aparece posando como una escultura griega, y si bien el photoshop puede ayudar mucho para mejorar una imagen, es indudable que la modelo aún cuenta con un cuerpo perfecto, mucha popularidad (en Instagram tiene 5 millones de seguidores) y vende. Entonces, ¿por qué se retiró de los fashion shows?

El último año embolsó 47 millones de dólares, es decir, ganó 128 mil dólares por día.

Cuatro días antes de que desfilara por última vez, la exnovia de Di Caprio afirmó en una entrevista publicada por el diario Folha de São Paulo que su decisión respondía a que su cuerpo le había pedido frenar: “Aprendí a sentir mi cuerpo. Automáticamente mi cuerpo habla si hago algo que vale la pena y él me pidió parar. Yo respeto mi cuerpo, tengo un privilegio de poder parar”. Además, declaraba querer dedicarse a la familia que formó junto al exitoso jugador de fútbol americano Tom Brady, con quien tiene dos hijos, Benjamin (5) y Vivian (2).

U226454

Sin embargo, el día que hizo su último desfile en su cuenta de Instagram alegó otros motivos: “Estoy agradecida que a los 14 años me fue dada la oportunidad de empezar este camino. Hoy después de 20 años en la industria, es un privilegio poder hacer mi último desfile por elección pero al mismo tiempo poder continuar trabajando en otras facetas del negocio”. La moda es una industria cruel. Y si bien parece que quienes eligen trabajar en ese mundo ganan miles de dólares tan solo por posar ante una cámara o recorrer la pasarela, no todo es color de rosas en la vida de “las chicas de portada”. Para empezar, de acuerdo con FashionNet (“el centro número uno de la moda desde 1995”) se deben cumplir ciertos requisitos para poder entrar: medir mínimo entre 1.79, 1.80 metros, ser talla pequeña, tener piel perfecta y entre 14 y 20 años. Además, hay que tener mucha disciplina y  cuidar permanentemente el cuerpo.

gisele-bundchen-lui-magazine

La enfant-terrible del modelaje Kate Moss se retiró a los 30 y Tyra Banks, primera afroamericana en salir en la tapa de las revistas GQ y Sports Illustrated, a los 31.

La industria se alimenta de chicas cada vez más jóvenes. Sin ir más lejos, la enfant-terrible del modelaje Kate Moss se retiró a los 30 años y Tyra Banks, primera afroamericana en salir en la tapa de las revistas GQ y Sports Illustrated, a los 31 años. En este sentido, David Brown, dueño de la agencia D’Managment en Milán, le aseguró a la agencia Reuters que alrededor del 70 por ciento de las chicas que son seleccionadas para desfilar son “caras nuevas”, y que hoy en día las top-models son contratadas para campañas de moda o como invitadas especiales en algún evento. La vida útil de la modelo es corta y por eso quien entra en ese universo debe aprender a explotar no solo su figura (que tiene fecha de vencimiento) si no también su nombre: debe construirse como una marca en sí misma. Y Gisele Bündchen evidentemente lo supo hacer. El arduo trabajo (a los 14 años realizó su primer desfile) y la astucia de la modelo mitad brasileña, mitad alemana le permitió convertirse en 2014, según Forbes, en la mujer mejor paga de su rubro. El último año embolsó 47 millones de dólares, es decir, ganó 128 mil dólares por día. Con su marido forman unas de las parejas más ricas del espectáculo (más que Beyoncé y Jay Z, o que Brangelina), pero quien más aporta al arca familiar es ella. Aunque Brady goza de una inmensa popularidad en los Estados Unidos y es el jugador estrella de los New England Patriots, el último año la modelo lo superó por 16 millones de dólares más, ya que su marido facturó 31,3 millones.

capa-gisele_1

La marca Bündchen saltó de Brasil al mundo y triunfó. En 1996 se mudó a los Estados Unidos y ese mismo año desfiló en el New York Fashion Week. A partir de allí no paró de crecer. En 1998 se convirtió en la modelo con más demanda del mercado y a los 18 años ya había aparecido tres veces en la tapa de Vogue. Además, desde 1999 hasta 2006 fue uno de los Angels de los Victoria´s Secret Shows. Esto le trajo más fama y, además, un contrato por 25 millones de dólares. Y su trabajo no termina ahí: es la cara de Pantene e hizo campañas para H&M, Carolina Herrera, Chanel y Gucci, por nombrar solo algunas. Pero Bündchen fue lo suficientemente hábil como para diversificarse. Tiene su propia línea de sandalias en la marca brasileña Grendene; diseña ropa interior que se vende bajo el nombre Gisele Bundchen Brazilian Intimates en la marca de lencería Hope; y en 2010 fundó Sejaa Pure Skincare, compañía que vende cremas cosméticas naturales. Otro de sus logros fue ser directora creativa desde 2011 de la tienda de ropa C&A para la colección que lleva su nombre. En una entrevista dada a Vanity Fair en el 2004, la modelo afirmó: “Algunas personas empiezan a modelar porque se quieren convertir en modelos y quieren las fiestas y la fama, y por otro lado, existen personas como yo. Yo provengo de una familia sencilla, y para mí, modelar fue una oportunidad de hacer dinero y armar un negocio”. Ahora que decidió no desfilar más, ¿su éxito será el mismo?, ¿su rol como empresaria será igual de fructífero como fue el de modelo? En cualquier caso, los 386 millones de dólares que tiene en su cuenta le permiten hacer el intento/////PACO