———- Forwarded message ———-
From: Una Lectora De Paco
Date: 2013/2/3
Subject: Aparece PACO en una tostada
Leo PACO desde su inicio. Me gustan, entre otros, sus notas, sus entrevistas, su tono y, por sobre todo, la participación de sus lectores a través de colaboraciones y comentarios. En los últimos tres días no había leído ninguna nota porque estuve trabajando mucho y no le otorgué tiempo. Fue entonces cuando recibí el mensaje. Siendo mañana de domingo, me había levantado temprano, como es de costumbre, para adelantar cosas atrasadas. Encendí la cafetera que hubiera dejado preparada la noche anterior, exprimí a mano tres naranjas, saqué dos rodajas de pan lactal y las metí en la tostadora. Me di una ducha rápida y cuando, aún en toalla, preparé mi bandeja con el desayuno para llevarlo a mi mesita, me encontré con el milagro. Allí estaba. Esa inconfundible latita enmarcada por un círculo, igualita a la de su tamaño web de 140 x 180 píxeles. ¿Cuál fue mi reacción? Grité como una pendeja frente a su ídolo de teen pop. Me dominó la excitación de estar ante un hecho de tal envergadura. Hice veinte respiraciones yóguicas, diez por narina. Era, como dije antes, un mensaje. En seguida supe que nunca dejaría que volviera a pasar un día sin pasar por el sitio de PACO para al menos ver los títulos de sus posteos. Una vez que pude controlar la emoción del momento, fui a agarrar el celular y saqué la foto. Sé que es inevitable un halo de descreimiento, de seres incapaces de conectarse con el plano espiritual, probablemente por miedo a lo desconocido. Serán ellos los que digan que es photoshop, que está trucado, que es una estrategia mediática para difundir PACO. No voy a negar que se trate de un hecho insólito, extraordinario. A mí misma me costó afrontar un escenario de estas características. Sin embargo, también confío que los fieles lectores de PACO saben que esto es posible y entenderán lo que digo cuando afirmo que fue una experiencia única, espiritual, mística, como abrir el sitio de la revista cada día y tenerlo en la pestaña de entre el gmail y el twitter para estar atento a cada nuevo posteo. Después de todo, una aparición de este tipo no significa la invención de una fe, sino que reafirma una ya existente. Sé que es posible que esta imagen haga furor en las redes y por ello reservo mi identidad. La tostada, de momento, se encuentra en una bolsita Ziploc en un freezer con candado a fin de conservar la imagen en ella aparecida hasta que el staff de PACO y esta lectora decidan cuál es su más adecuado destino. Ya no cabe duda, PACO entra en esa dialéctica, la del creer o reventar.