“Escribí solo una obra maestra: Bolero.
Pero desgraciadamente no hay música en ella”
(Ravel según Arthur Honegger en Incantation aux fossiles)
Por Sebastián Napolitano
I
Cansado del insomnio que le producían los ruidos de París, Ravel decide comprar hacia 1921 una casa en Montfort l`Amaury. La llama la Belvedere. La casa era diminuta y estaba plagada de pequeños objetos: cajas de colores, vasijas, adornos de cristal, tinteros en forma de catedral, plumas de ganso sobre el escritorio, una muñeca dentro de un globo llamada Adelaide, genios dentro de finísimas botellas. Algunos de estos objetos se acumulaban encima del piano. La compositora Germaine Taileferre asegura haber encontrado en la Belvedere un sillón de porcelana. Pero el adorno del que Ravel se sentía más orgulloso era una caja mecánica en la que se apoyaba un ruiseñor. Al accionarlo, el ruiseñor cantaba una melodía, moviendo el pico y las alas. Las alas estaban hechas con plumas auténticas. Ningún visitante de la casa se iba sin ver ese tesoro. Según palabras de la violinista Helene Jourdan-Morhange en el momento exacto que el ruiseñor batía sus alas, abriendo y cerrando el pico, emitiendo una melodía celestial, Ravel entraba en éxtasis.
II
Stravinski lo llamaba “el relojero suizo”. La artificialidad fue una de las críticas más recurrentes que se le hicieron a su música. Sin embargo el mismo Ravel se jactaba de una inclinación hacia lo artificial, hacia las máquinas. Cada una de sus obras puede ser vista como una maquinaria perfecta puesta en funcionamiento. Las críticas negativas a su única opera L’Heure Espagnole se centraban en lo mismo: sus personajes no manifiestan sentimiento alguno. Ravel escribió solo por encargo y con sumo desgano para algunas publicaciones. No dejó un testimonio acabado sobre sus ideas. Sobre la estética de su obra solo dejó un texto bastante incompleto. El texto le fue dictado a uno de sus alumnos en 1928, cinco años antes que le diagnosticaran una afasia que fue disminuyendo gradualmente sus capacidades motrices y mentales. Ravel, en la nota que apareció en la Revue musicale en 1938, un año después de su muerte, declara haber basado toda su estética en el ensayo de Poe, The Philosophy of Composition. También asegura creer en que Poe escribió exactamente The Raven como él mismo dice que lo escribió. En el párrafo más claro del texto puede leerse “aquel que permanezca fiel a la llamada espontaneidad solo balbucea”. Unos años antes, en sus épocas de París, escribe en una carta íntima “me duermo con el arrullo de las locomotoras”. Artificiales o no, Ravel escribió algunas de las obras más complejas y refinadas de su época. Decir esto de obras como Gaspard de la Nuit (una de las obras más difíciles para piano) o Daphne y Chloe no es ninguna novedad. Tengamos esto presente.
III
Cuando Louise Daguerre en 1935 dejó por error una placa expuesta al mercurio de su armario encontró sin preverlo la forma definitiva de conservar las imágenes. El descubrimiento de la penicilina atribuido a Alexander Fleming, asegura el mito, se produjo, también, por azar. La historia de la creación de muchas obras de arte está plagada de malos entendidos. Cuando el compositor Joaquín Nin preguntó a Ravel hacia 1928 en qué estaba trabajando, este contestó con entusiasmo que estaba por orquestar algunos números de la suite Iberia de Albeniz. Nin tuvo que informarle que esas piezas ya habían sido orquestadas por un tal Arbós para un ballet y que iba a ser imposible que obtuviera los derechos para orquestar la obra. La bailarina rusa Ida Rubinstein esperaba que Ravel escribiera algo para ella, así lo habían acordado y el plan inicial había sido trabajar sobre Iberia. Ravel volvió a París masticando bronca, pensando en qué iba a decirle a Ida, pero sobre todo, de qué forma iba a llenar tantas horas de aburrimiento. Lo consoló llegar a tiempo para poder ver los fuegos artificiales del 14 de Julio, aniversario de la toma de la Bastilla.
IV
El incidente con Iberia fue en 1928, el mismo año en que dictó su esquisse autobiographique. Unos meses después del encuentro con Nin, Ravel le escribe una carta muy breve sobre algo en lo que estaba trabajando: “No hay forma en el sentido estricto, ni desarrollo, apenas una modulación; un tema al estilo Padilla (el espantosamente vulgar compositor de “Valencia”) con ritmo y orquestación”. Se trataba, claro, del Bolero. La forma y la idea de la obra es excesivamente simple. Dos temas que se alternan. Un crescendo que va desde los más inaudibles pizzicatos de violas y violonchelos, hasta el final dónde toda la orquesta toca lo más fuerte posible. En el transcurso de la obra van entrando de a uno todos los instrumentos de la orquesta. Esto dura 17 minutos y como dijo Ravel en su carta solo hay una modulación al final y la forma se reduce a la repetición alternada de esos dos temas de vago color árabe o español. Eso es todo. Hasta 1993 fue la obra más exportada por la Société des auteurs, compositeurs et éditeurs de musique y eso, claro, la convierte en la obra por la que obtuvieron mayores ganancias.
V
El Bolero se estrenó ese mismo año en la Ópera Garnier junto con otras de sus obras. Ravel había concebido la escenografía y hasta un pequeño argumento. Se había imaginado la escena dentro de una fábrica donde un grupo de obreros y obreras dejaban el trabajo en sus máquinas, fundiéndose con la multitud en una danza. Había ideado una analogía entre los eslabones de una cadena de producción con la alternancia de los dos temas de la pieza. Nada de eso se llevó a cabo. La escena transcurrió en una cabaña. Ida Rubinstein, símbolo de belleza de la belle époque, bailaba en el medio de una tarima. A su alrededor una ronda de hombres la admiraban con deseo, reclamándola. Después del acorde abrupto del final se produjo un aplauso estrepitoso. El éxito del Bolero fue total. En poco tiempo se hizo famoso mundialmente. En medio de la ovación ensordecedora, Edouard, un hermano de Ravel, vio a una anciana que gritaba, intentando sobrepasar en vano los aplausos: “¡Basura! ¡Basura!”. Cuando le comentaron el incidente, Ravel respondió: “Al menos alguien entendió el mensaje” ////PACO.