Federico Scally nació en Buenos Aires, el 9 de marzo de 1979. Empezó a dedicarse a la música a los once años, como particular terapia contra las jaquecas. Estudió piano, fue autodidacta, tuvo bandas como todo adolescente. Después se hizo DJ, y desde hace unos años ejerce como su alter ego, Alonso Morning, que calienta las pistas de los boliches alternativos porteños con los mashups más bizarros que se hayan escuchado de este lado de Ciudad del Este. Como una especie de Girl Talk de La Salada, Alonso mezcla a Los Pericos con Blondie, Oasis y Abba, Beck con los Palmeras, y a tu culo y @esta. Ya editó tres disco de remixes para el sello Mamuska Dogs Records: Oldies But Gordies, Do Re Mi Sin Frazada y el reciente Vibra la Patria.
-¿Cómo empezaste como DJ?
Mi viejo era DJ aficionado, pasaba música en las fiestas del Club Regatas La Marina. En casa había bocha de música y un mixer básico, que completaba con compacteras prestadas (mi viejo no me dejaba sacar de casa la Technics). Me pasaba días enteros armando sets electro-ochentosos, pero siempre terminaba en fiestas de Barrio Norte en las que me pedían Rodrigo y cumbia de los 90’s. Nunca pensé que iba a hacer una carrera de DJ, a mi me interesaba más tener una banda. No me lo tomé verdaderamente en serio hasta que empecé con los mashups. Mi primer mashup salió de casualidad. Solía mezclar «Real Wild One» de Iggy Pop con «Iron Lyon Zion» de Bob Marley, y un día se me ocurrió hacer una canción entera con la base de una y la voz de la otra. Quedó linda y ya nunca más paré. Cuando los descubrí le dije a un amigo: «¡Mirá! ¡Inventé un género!». Me contestó «Pfff, eso lo hizo The Prodigy en el ’98». Retruqué: «Bueno, al menos debo ser el primero en Argentina». Y resulta que Villa Diamante y Zuker lo hacían hace bocha.
-¿Por qué el nombre Alonso Morning?
Alonso Morning es el nombre de un personaje salido de mi blog «El Diario de Brishit Cardonexx». Empezaba los posts así: «Según el analista kármico y enhebrador de tulipanes Alonso Morning…». Siempre era analista kármico y algo más: «coleccionista de otoños», «clon de Reyna Reech» o «pesador de Citröens», entre otros. Sabía que era un jugador de básquet, pero nunca le dí mucha bola a ese deporte, nada más me parecía gracioso el nombre. Cuando se puso serio lo de los mashups, tuve que elegir un nombre artístico y me pareció genial darle vida propia a ese personaje.
-¿Qué tienen que tener dos temas para que te llame a mezclarlos? Mejor dicho: ¿qué une a Abba y Oasis, Spinetta y Modjo, o Daft Punk y los Decadentes?
Tienen que ser hits. No siento la necesidad de hacer obras personales y/o conceptuales cuando de mashups se trata. Trato de que el que escuche la mezcla reconozca los dos temas, así entiende el chiste. Esa es la idea central de este proyecto, que sea gracioso. Vendría a ser una especie de comedia musical, lo cual me acerca a mi sueño de ser como Valeria Lynch (?). No me propongo mezclar a tal artista con tal otro, generalmente pongo una base a repetir y veo que le queda bien encima. Las veces que me puse caprichoso sólo logré hacer engendros que lastimaban los oídos.
-¿El mashup es el futuro inevitable del «pasar música»?
No veo a la gente diciendo «Ah, si no mezclas a Beyonce con otra cosa, me voy del boliche». Al mainstream no le gusta que le toquen mucho la cola (o al menos eso nos hacen creer los que comercian con ellos). Pero si podría ser que este género sea moneda corriente en los espacios donde se aprecia la originalidad.
-¿Qué música escuchás para relajarte?
Oh, yo no me relajo nunca. Soy un muchachito nervioso. Si presto atención a un disco no escucho, analizo. Y si no, al tema dos ya me distraje pensando si los Jesuses de las iglesias están clavados a la cruz o pegados con Poxipol. Pero, para contestar tu pregunta, si alguien tiene alguna chance de llevarme a un descanso momentáneo, ese es Tom Waits.
-¿Tenés otros proyectos?
Soy más inquieto que Jimena Cyrulnik de pasti y con patines. El último disco de Alonso salió hace un mes, pero ya tengo listos dos discos de otros proyectos. Uno es un EP que hice con la banda «Alonso Contra Los Fantasmas», un cuarteto de rock bastante electrónico, cantado en inglés. En breve salimos al ruedo. Y el otro, es un LP de música electrónica, del estilo de Daft Punk o Does it Offend You Yeah.
-Calu Rivero apareció en un video haciendo un set con tus temas. ¿Actuarías en Dulce Amor?
Y, cobraría 5 cifras y podría chaparme alguna actriz bonita sin que mi novia me faje, sería difícil decir que no. Pero por suerte, no doy el perfil y no me van a llamar, así que puedo decir que no lo haría y jugar el papel de artista íntegro.
-¿Qué hacés si te vienen a pedir un reggaeton?
Me voy a trabajar a Dulce Amor. ///PACO