Por Ana Paolini
A Martín, por enseñarme a jugar.
I.
Conocí el ajedrez por casualidad. Mi papá quizo enseñarme cuando era chica y lo único que recordaba era cómo se movían las piezas. Después, con los años la imagen del ajedrez se transformó en la de un juego anacrónico y difícil. ¿Quién no vió o ve hombres de aspecto senil jugando al ajedrez en una plaza? Era 25 de mayo del 2010. La mayoría estaba disfrutando de los espectáculos del bicentenario y esperando el final de Lost. Yo estaba viviendo en Mendoza cuando lo conocí a Martín por Facebook. Después de una “discusión” empezamos a mandarnos mensajes. Martín fue campeón argentino de ajedrez en el 2002. Terminé volviendo a Buenos Aires y convivimos casi tres años juntos. En ese tiempo pude darme una idea del juego y de sus relaciones con el mundo.
II.
El origen del ajedrez es incierto. Lo único cierto es que tiene más de mil años. Algunos le adjudican el origen a un juego de estrategia militar griego, Petteia. Otros a uno similar de la India, el Chaturanga. La verdad es que hay restos arqueológicos que demuestran la existencia de juegos de estrategia militar en muchas civilizaciones antiguas, desde los egipcios hasta las culturas precolombinas, y el ajedrez parece ser una combinación de origen diverso. Gracias a la expansión del comercio a través de los árabes, el ajedrez como hoy lo conocemos, llegó al resto del mundo. Algunas figuras un tanto excéntricas como el ex presidente de la república de Kalmukia (perteneciente a la Federación Rusa) Kirsan Ilyumzhinov, y actual presidente de la FIDE por cuarta vez consecutiva, dijo que “el ajedrez es de origen extraterrestre”. Las pruebas son indemostrables.
III.
A pesar de parecer tan noble, tuvo sus detractores. Principalmente se quejaban de su carácter adictivo y difícilmente extrapolable a otros conocimientos. Unamuno, H.G.Wells y Oscar Wilde son ejemplos. Bobby Fischer, considerado uno de los mejores jugadores del mundo dijo “El ajedrez no es más que una forma de masturbación mental”. Algunos especialistas aducen que produce cierta esquizofrenia por su tendencia a producir retracción social e inexpresividad. El ajedrez, como la matemática, tiene un lenguaje propio con reglas propias. Está basado en la lógica hipotético deductiva y por eso se lo suele catalogar como ciencia. También se lo considera un deporte, una “gimnasia mental” como dijo Blaise Pascal. Ayuda a formar ciertas características de la personalidad que se producen también en la personas que practican otras actividades deportivas: la confianza en si mismo, la aceptación del fracaso, la revisión de los propios errores, el intento de superación, la concentración, la aceptación de normas y la destreza. Se lo considera un arte por su capacidad creativa pero la belleza artística o matemática es quizá la más difícil de comprender. A influenciado a muchos artistas, desde pintores a cineastas. De Duchamp a Woody Allen o Stanley Kubrick.
Aparece como tema central en innumerables obras literarias, Nabokov o Borges por citar dos ejemplos. Matemáticos famosos como Gauss o Lasker, amigo personal de Einstein, le han atribuido belleza y se han creado una gran cantidad de problemas para resolver de índole artística y matemática. Se sabe en la actualidad que jugar al ajedrez reduce los riesgos de contraer Alzheimer porque estimula la memoria. También se estima que requiere habilidades asociadas a los pilares de la inteligencia humana, tanto la emocional (por las mencionadas características deportivas) como la racional: la memoria, el razonamiento abstracto, la capacidad de “rotar” mentalmente y no perder sentido de la orientación o el manejo de la visión espacial. En filosofía del lenguaje se lo utiliza para establecer comparaciones. Wittgenstein dijo “una palabra es como una pieza de ajedrez”. Para Saussure, en la lengua ocurría naturalmente lo que en el ajedrez se presentaba artificialmente.
IV.
Por ser un juego de estrategia es y fue practicado por numerosos políticos de todo el mundo. Las analogías entre el ajedrez y la política son muchas y por esa misma razón también ha sido permeable a los cambios políticos y culturales de distintas épocas. Dicen que Kissinger fue mentor de Bobby Fischer. Según algunos, el hombre que convenció al campeón americano para que se dejara de tonterías y jugara de una vez su duelo contra Spassky, quien era hasta la fecha el campeón mundial de origen ruso. Le dijo: “EE.UU. quiere que vayas y derrotes a los rusos” (…) “Eres nuestro hombre contra los rojos”. Martin Amis dedica un capítulo al famoso match Kasparov-Karpov en su libro Visitando a Mrs. Nabokov y otras excursiones. “A Karpov no lo arrinconaron en 1981. Pero Garry Kasparov si lo consiguió en 1984; y el resultado fue el escándalo más impresionante de la historia del juego. Las consecuencias de aquel “accidente” sigue envenando el encuentro actual” (…) “¿Cómo se hacen trampas al ajedrez? Parece una contradicción, como hacer trampas al violín” (…) “Una nueva palabra se incorporó a la jerga: El Fidegate.” (…) “Kasparov mostró una estrategia extraordinaria e implacable. Empezó a hacer tablas, una partida tras otra, monótono, inexorable. Su primera idea consistía en agotar a Karpov, socavarle la salud”. Meses de juego, mas de 300 partidas. “Todo el mundo sabía que Karpov estaba en una clínica privada de lujo, reponiéndose del agotamiento”.
V.
Hablando de estadísticas, es un juego practicado por hombres más que por mujeres. Las primeras mujeres que se hicieron famosas jugando al ajedrez fueron las hermanas Polgar. La familia introdujo a sus hijas en un experimento psicopedagógico basado en la teoría de que los genios se hacen, no nacen. Las mujeres no tienen la misma performance que los hombres. Sacando el ejemplo de las hermanas Polgar las que llegaron lejos son pocas. Las teorías al respecto son varias. Una afirma la falta de altos niveles de testosterona que induce a los hombres a tomar riesgos. Otra manifiesta diferencias fisiológicas en el cerebro masculino y femenino. Yo soy partidaria de una tercera, si las Polgar pudieron es porque se entrenaron jugando con hombres. El ajedrez institucional todavía mantiene separados en femenino y masculino casi todos los torneos. Suponiendo que sea cierto que las mujeres tenemos menos habilidad en el manejo espacial de la vista y que influyen los niveles de testosterona, hoy se sabe que el cerebro es plástico, capaz de desarrollar capacidades y habilidades nuevas. De todas formas el movimiento feminista ha ido dejando huellas dentro de nuestra cultura contemporánea y hoy por hoy cada vez son más las mujeres que eligen sumarse al juego.
VI.
Un jugador que es sorprendido, esta derrotado a medias. (Proverbio hindú).
El ajedrez se encuentra en proceso de transición. La incorporación de programas informáticos como herramienta para preparar partidas se empezó a usar hace tres décadas. Los jugadores ahorran tiempo pensando en variantes y haciendo cálculos o simplemente practicando frente a una computadora. Existen diferencias entre la forma de juego humana y la forma de juego de un programa de computación. Una computadora calcula hasta diez millones de jugadas por minuto. Un ser humano descarta aquellas jugadas sin sentido de manera inconsciente, busca la mejor jugada dentro de las posibilidades que su conocimiento y experiencia le brindan e intenta trazar un plan a largo plazo. Cuando Deep Blue le ganó a Kasparov hubo un quiebre. Si bien esto marcó un cambio, la era digital esta marcando un cambio más radical. La democratización del uso de internet acortó tiempos, puso a disposición de jugadores de cualquier clase y rango una base de datos enciclopédica imposible de asimilar, no sólo sobre aperturas (que de alguna forma dictan un plan a seguir) sino también sobre el historial de partidas de un jugador X y otros elementos teóricos y prácticos del juego. El ajedrez se volvió más dinámico y menos predecible a cierto nivel. En teoría de los juegos, la estrategia de un jugador es un plan de acción completo para cualquier situación que pueda acaecer; determina completamente la conducta del jugador. ¿Cómo puede entenderse la estrategia en el ajedrez hoy? ¿Es posible seguir pensando en trazar un plan de juego? Desde el punto de vista teórico la estrategia parece estar aliada a dos elementos que se complementan porque son en algún punto opuestos entre sí: la intuición (como el conjunto de conocimientos conscientes e inconscientes ya adquiridos que permiten de alguna forma, adelantarse, encontrar las mejores jugadas y predecir con bastante claridad) y la creatividad (entendida como la forma de generar situaciones imprevistas que requieren poder aplicar en el momento todas las herramientas propias del talento). En la actualidad la creatividad pesa más que el plan, lo que a puesto en desuso tanto parte de la forma como del material de estudio ortodoxo. Solía suceder que muchas partidas de elite terminaran en tablas, por la imposibilidad de generar situaciones con alguna ventaja. Se llegó a hablar del “fin del ajedrez”, al igual que Fukuyama, quien planteaba no solamente que ya no existan alternativas viables al capitalismo como sistema económico, sino que además se trataba del triunfo definitivo de la cultura occidental de consumo. En el peor de los casos se han denunciado y se siguen denunciando arreglos entre jugadores porque ninguno quiere poner en juego la reputación. Según los especialistas, el fin todavía está lejos. Hay nuevas tendencias. Por ejemplo basta ver y conocer la forma de juego de quien es actualmente considerado una de las promesas del ajedrez con el ranking de Elo más alto en la historia, Magnus Carlsen o el “Mozart” del ajedrez, quien dijo en una entrevista “me gusta sorprender en el juego”. Carlsen innovó el juego con jugadas extrañas que no son propias del análisis de una computadora ni de algún jugador anterior.
VII.
El ajedrez resultó ser un juego hermoso para mí, más allá de su complejidad. Como bien dice Amis “Uno domina los movimientos, empieza a jugar con frecuencia, se compra un par de libros, se aprende ciertas reglas básicas, varias aperturas, adquiere un poco de “vocabulario”, algo de “análisis de juego”…Al cabo de un tiempo se da cuenta de que no avanza” (…) “Tú no eres un buen jugador. Y el que siempre te gana en el pub o el café tampoco lo es. Y el que siempre le gana a ése en el club tampoco sabe jugar. Y el que siempre le gana al que siempre le gana a él, quizá este empezando a llegar a alguna parte”(…) “En ningún deporte, quizá en ninguna actividad humana, es tan astronómico el abismo que separa al aficionado del experto”. Si les gusta o les gustaría aprender ajedrez ármense de paciencia, de voluntad y sepan que van a ser derrotados muchísimas veces. Si perder les daña demasiado la autoestima y pierden el interés esperen un tiempo, las ganas pueden volver. No pierdan de vista que se trata de un juego y que lo más importante es disfrutarlo, a pesar de perder. Con el tiempo uno se acostumbra a no pretender la victoria pero a poner todo el esfuerzo y la comprensión en la lucha. A aprender empedernido por no dejarse vencer fácilmente por nadie, repito: nadie. Con ese coraje masoquista necesario para enfrentar al adversario es que se puede llegar algún día a ganar. Y cuando ganen, la confianza renace y el miedo disminuye pero fue tanto lo que perdieron que todavía van a jugar con cierto deja vú. No importa, si les gusta van a querer más. Les dejo dos links donde pueden suscribirse de modo gratuito e ir aprendiendo y jugando. Son bastante buenos, y si pueden pagar acceden a más servicios.
///PACO