En medio del carnaval montevideano del 2006 emerge del Río de la Plata un águila de bronce cuyas garras sujetan una esvástica. El Ave Fénix nazi, símbolo del Graf Spee, vuelve a ver la luz del sol, lejos de su tierra germana, en un mundo diferente al que la vio hundirse en 1939.

Son los últimos días del gobierno de Jorge “los argentinos son una manga de ladrones” Battle antes de que Tabaré Vazquez inicie una década de Frente Amplio en el poder. Como parte del ocaso de su mandato, Batlle cierra un contrato con Alfredo Etchegaray, una especie de playboy astuto, que le permite sacar los tesoros hundidos en las costas de Montevideo siempre y cuando le dé al Estado uruguayo la mitad de lo que gane, amparado en una ley de 1975 cuyo espíritu era que empresas privadas limpien la costa uruguaya de la chatarra hundida y repartieran las ganancias.

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Del agua salen primero algunas piezas simbólicamente pobres (un telémetro, un cañón). ¿Dónde está la esvástica? No hay tesoro nazi sin una esvástica. Los buzos siguen tanteando entre el agua marrón hasta que dan con el águila de bronce de 300 kilos y dos metros de altura, que es desatornillada de la proa e izada al siglo veintiuno.

Sabiendo que con el Frente Amplio en el poder Etchegaray no encontrará aliados fáciles, trata rápidamente de transformar el águila en dólares anunciando una subasta internacional. El Estado no lo deja y empieza un juicio por saber quién es el propietario de la pieza, que es quien decidirá cuándo y cómo venderla.

Hace unas semanas, la Corte uruguaya dijo que el águila es propiedad del Estado. Tabaré, en campaña para una segunda presidencia, se encuentra otra vez con el águila y la esvástica en el camino. ¿Qué hace un gobierno progre con un objeto codiciado por la derecha más extrema? En su momento, recién rescatada, al objeto se le pudo imprimir un manto de interés arqueológico y fue exhibida (al principio con la esvástica tapada, pero luego tuvieron que mostrarla –el pueblo, lo nazi y la pulsión escópica unidos-). Finalizada la exposición, la guardaron en una caja en el museo naval mientras la disputa legal y ahora, tiene que resolver si la subastan, la guardan, la exhiben o qué.

EL ÁGUILA DEL BUQUE GRAF SPEE LANGUIDECE EN UN POLVORÍN DE LA ARMADA URUGUAYA

¿Qué puede pasar si aparece una foto de Tabaré al lado del águila nazi? ¿Cómo salir del laberinto? El gobierno alemán ya dijo que no la quería y sugirió que no estaría bueno que pase a manos privadas mediante una subasta. Etchegaray quiere venderla a quien sea y tira cifras «la prensa inglesa llegó a hablar de que valía hasta 50 millones de dólares»; tira magia : “Una posible solución es que Alemania adquiera el 50 % en una subasta pública y apoye un museo inspirado en la Batalla del Río de la Plata, para recordar la historia y fomentar la paz”; y corre al progre por izquierda: “Hay más de mil naufragios en el Río de la Plata, en aguas uruguayas, a la espera de ser rescatados, para crear museos y financiar más escuelas y planes de educación”

La pereza estatal y la posibilidad del negocio privado la trajo del fondo del río, pero el águila no sólo recorrió un espacio, sino que trajo consigo del pasado un aura que la hace valiosa y maldita a vez.

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El ex presidente de la comisión de patrimonio, Manuel Esmoris, propone un final trágico, una especie de Farenheit 451 con el águila en el medio. “Yo no sé si no hay que agarrar al águila, hacer un acto público y fundirla. Y no existe más el águila, porque la Humanidad quiere tener recuerdos escritos, pero no quiere que alguien se lo apropie como identificación o un culto”

¿No existe más el águila o justamente, a partir de fundirla, comienza a existir como símbolo?

Esta semana que Cristina estuvo en New York, Infobae publicó una foto de la vista que tenía la comitiva presidencial desde la ventana del hotel: una réplica de la estatua de Colón igual a la que descansa fragmentada a la espera de su traslado ¿Qué poder simbólico cargaría esta foto si no fuera por el hecho de querer hacer desaparecer al Colón del backyard de la Casa Rosada, un Colón que señalaba al otro lado del río, hacia el águila de bronce, sus garras y la esvástica?///PACO