Cuando el mundo se desmorona, cuando las estructuras de una civilización tambalean, es bueno volver a aquello que en la historia no se doblega, sino que, por el contrario, recuerda el valor, reúne a los separados y pacifica sin herir. Cabe recordar que el genio de la creación se mueve también en una historia dedicada a la destrucción. Siempre creí que una obra de arte se le puede otorgar el título de obra maestra en función de la gama de emociones que provoca, y Lamb Lies Down On Broadway es una de ellas. Cada vez que escucho el álbum completo estoy asombrado, atemorizado, me encuentro riendo o llorando, incluso hasta el día de hoy. El ambiente en cada una de las canciones y la forma en que todo se une hace que esta obra, a 50 años de su creación, me siga conmoviendo. La actuación de cada uno de los integrantes de esta formación es sencillamente monumental. Podría elogiar este disco una y otra vez, pero mis palabras no podrían darle a esta obra maestra la justicia que se merece.
Esta música se desarrolla como un libro ilustrado lleno de estrellas, donde los pájaros vienen cantando, girando y crujiendo entre sí mientras los magos bailan. Desde rondas hasta canciones sin edad los arreglos despliegan su misterio. Las melodías llenan de fervor y los instrumentos tienen la redondez y el brillo de las campanadas.
En el mundo real de 1973 Genesis voló a New York y los cinco miembros quedaron impresionados por la gigantesca metrópolis. Regresaron a Inglaterra y Tony Banks y Mike Rutherford compusieron juntos la mayoría de las canciones de este álbum doble, mucho más americano que su antecesor, el brillante Selling England by The Pound. La introducción es poderosa con coros y piano de cola. Las canciones desfilan una tras otra con ingenio y belleza, especialmente con las dos voces superpuestas en el coro de Phil Collins y Peter Gabriel.
Su productor fue John Burns, el mismo con el que habían trabajado con el primer disco en vivo, Génesis Live. Además, anteriormente había trabajado con bandas de la talla de Traffic y Kim Crimson, entre otras. Para la concepción del álbum la banda reservó durante tres meses una parroquia del distrito oeste de Headley Grange dirigida por el gobierno local, la misma servía mayormente para darle refugio a gente de bajos recursos. Pero fue más conocida por darle espacio a bandas como Led Zeppelin, que habían pasado por allí. Cuando Genesis llegó al edificio se encontró con un estado deplorable. En ese momento, algunas situaciones personales de los miembros de la banda habían empezado a generar algunas complicaciones a la hora de trabajar juntos. Su guitarrista, Steve Hackett lo explicó así: “Por ese entonces sentía que la banda era como un vehículo que viajaba por un camino con los neumáticos con una presión desigual. Todo el mundo tenía sus propios problemas.” Debido al éxito correspondiente de su anterior disco, la banda había aumentado significativamente su número de fans en todo el mundo aunque aún no había logrado ingresar al mercado norteamericano, por eso tomaron el riesgo de ir más allá produciendo una obra de un disco doble. Así podrían expandir aún más su creatividad musical y además que fuera realizado en una lírica conceptual. Mike Rutherford dijo: “Nos llevó unos seis meses componer el trabajo completo. Habíamos decidido hacer un disco doble desde el principio, lo cual nos daba espacio para improvisar algunos temas largos y desarrollarlos con más libertad.”
El nombre de Rael fue puesto en el personaje porque Gabriel pensaba que ese nombre no tenía ningún origen étnico. Esta historia estuvo inspirada de varias fuentes, una de ellas fue el musical West Side History,otra fue una especie de ficción teológica llamada The Pilgrim´s Progress. También tuvo como fuente inspiradora algunas obras del psicólogo suizo Carl Jung, pero quizás lo que más inspiró a Peter Gabriel fue una película mexicana llamada El Topo (Alejandro Jodorowsky, 1970) que se caracteriza por tener personajes extraños y situaciones surrealistas en la que un violento pistolero vestido de negro va en búsqueda de su propia iluminación. En palabras de Peter Gabriel: “The Lamb… era en parte psicodelia, en parte una búsqueda de iluminación espiritual y también versada sobre el tema de la alineación, la represión y el rechazo. El empeño incesante por intentar, con un poco de suerte, conseguir al final más experiencia y sabiduría.”
¿Por qué el nombre The Lamb Lies Down On Broadway? A diferencia del anterior trabajo de la banda, que estaba inspirado en los temas sociopolíticos de su país natal, Inglaterra, en este caso fue otra historia y en el país donde los sueños se hacen realidad, EEUU. La historia se desarrolla en New York, y más en concreto en Broadway, seguramente por abarcar más ese mercado donde aún no habían podido introducirse del todo. Si profundizamos atentamente en el concepto y sonido de esta obra, nos daremos cuenta que, apenas por un instante, la banda deja de ser tan inglesa para convertirse un poco más americana, tanto en su producción como en su resultado final, pero haciendo gala de su talento para no perder en ningún momento su esencia. Por otro lado, en palabras de Gabriel, el título no es más que algo simbólico, algo que simplemente representa el origen de donde fluyeron todas las situaciones y personajes que forman parte de esta historia.
Este álbum conceptual narra la historia de Rael, un inmigrante portorriqueño que busca hacerse un nombre en las calles de New York. La historia, contada en formato prosa en el interior del disco, complementa y clarifica las letras del álbum, llevándonos a un viaje extraño y surrealista en busca de su hermano John. A través de una serie de experiencias que desafían la realidad, Rael trasciende la experiencia terrenal y resurge como un nuevo ser “It”. La ambigüedad de la historia y las letras invita a múltiples interpretaciones, convirtiendo este disco en una obra superior que ha fascinado, no sólo a su generación, sino que se prolonga hasta el día de hoy. Considerado por muchos como unos de los trabajos más ambiciosos de la banda, este álbum marca el cenit del rock progresivo antes de la llegada del punk y el new wave que cambiarían el curso de la música para siempre.
Durante las sesiones de escritura en Headley Grange, Peter Gabriel se encontró cada vez más aislado del resto de la banda generando tensiones creativas. Al haber concebido el concepto de The Lamb Lies Down On Broadway, Gabriel asumió el control total de las letras dejando la mayor parte de la composición en manos de sus compañeros. Este enfoque divergía del método colaborativo que había caracterizado a la banda en álbumes anteriores, donde las contribuciones líricas eran un esfuerzo conjunto.
Así que Gabriel se la pasaba todo el día encerrado en una habitación escribiendo las letras y el resto de la banda se hallaba componiendo y ensayando. Esto creó una distancia y una mala atmósfera entre el cantante y el resto, incluso, al ver que el tiempo se terminaba y las letras no estaban terminadas, Tony Banks y Mike Rutherford aportaron algunas letras que encajarían con la historia, aunque Gabriel las rechazó aumentando más todavía el mal ambiente entre ellos.
Las cosas empezaron a ponerse difíciles. Además, hubo desacuerdos y contratiempos. En medio del todo el proceso, William Friedkin, director de películas como El Exorcista, contactó a Peter Gabriel para colaborar en la creación de un guion, ya que había quedado impresionado por lo escrito en la contratapa del mencionado álbum Génesis Live. Este hecho mantuvo al vocalista alejado de la banda durante un largo período de tiempo. Esto provocó más fricciones entre los demás integrantes de la banda en la que incluso Phil Collins propuso al grupo terminar el disco en forma instrumental, algo que la banda rechazo tajantemente. Poco tiempo más tarde, el director se dio cuenta de la situación que había creado, habló con Peter y éste volvió a reanudar el trabajo con la banda. Pero cuando todo parecía que no podía empeorar más, la esposa de Peter Gabriel se enfrentó a un parto complicado de su primer hijo. Situación que hizo que el cantante se la pasara yendo y viniendo continuamente. Algo que sin dudas complicaba todavía más la situación en la que se encontraban. Muchos años más tarde Rutherford y Banks reconocieron que habían sido tremendamente insolidarios con Gabriel durante ese período y que así fue el principio del fin para el vocalista en Génesis.
Peter Gabriel acabó grabando algunas partes finales en los estudios centrales de Island y el resto de la banda tuvo que ir grabando y mezclando por turnos. Tiempo más tarde Collins recordaría el clima de época: “Peter fue el verdadero impulsor de este disco, él mezclaba y doblaba toda la noche y luego Tony (Banks) y Mike (Rutherford) entraban y mezclaban lo que había hecho porque había llegado un momento que había perdido todo sentido de normalidad de escribir esas letras.” Sin embargo Rutherford pensó que el sonido era una mejora en comparación con los álbumes anteriores ya que no fue grabado en un estudio profesional, lo que benefició el sonido de la batería de Collins.
Con este disco Génesis quiso cambiar de dirección respecto a todo lo que habían hecho anteriormente. The Lamb Lies Down On Broadway fue concebido como una ópera rock, así que su arte de tapa debía ser algo diferente a lo que habían hecho hasta ese momento. Lejos del estilo victoriano y grotesco de sus trabajos anteriores, para este álbum quisieron hacer algo que acompañara el relato que narra en su interior. Además, siendo conscientes de que todo lo que habían hecho era muy diferente. Para encarar este trabajo decidieron trabajar con alguien que nunca había realizado nada con ellos anteriormente, Hypgnosis, la marca que había estado trabajando con bandas de la talla de Emerson, Like & Palmer, Pink Floyd, Yes y Led Zeppelin, entro otras. Se trata de Storm Thorgerson y Aubrey Powell, dos de los artistas visuales más relevantes de la historia de diseño de arte de tapa en discos de rock. Estos dos creativos de la imaginación se reunieron con la banda y conociendo la historia de Rael y su música aceptaron el reto. Aunque no fue un trabajo sencillo y siguiendo el relato que aparece en el interior del disco, los dos diseñadores tuvieron que componer en la tapa y contratapa del álbum una especie de secuencia que englobara las partes más significativas del relato. Para ello debieron simplificar el trabajo en seis fotografías, tres de un lado y tres del otro. Estas fotos fueron presentadas como las viñetas de un comic. La decisión de hacerlo en blanco y negro fue por estética, y también por vanguardia, ya que pensaron que prescindir del color le daría más dramatismo, y a su vez, esto lo alejaría del arte de tapa de los discos anteriores, sobrecargado de colores. En relación al logotipo del nombre de la banda, éste también fue cambiado, ya que crearon un diseño más acorde con la historia, una tipografía con más semejanza de las que se utilizaban en los teatros de Broadway de aquella época, dispuestas sobre un suelo de espejos que reflejaba cada letra. Todo esto en varios tonos de color. Inmediatamente después y con letra muy fina podemos leer el título del álbum y ocupando gran parte de la tapa aparecen las viñetas que hacen referencia a situaciones y personajes de esta historia. Cabe destacar que Collins, Rutherford, Banks, Gabriel y Hackett tenían poco más de 20 años y que en ese momento estaban definiendo su oficio. Como toda obra de arte en el fondo es incomprensible y por cierto lo es.
Es una obra que forma parte de los rápidos cambios en la industria musical en ese momento y de las grandes tensiones económicas y políticas en los EEUU y el Reino Unido. Todos los elementos aquí considerados como composición, letras, musicalidad, producción, ingeniería y portada figuran entre lo más exclusivo y jamás producido por la banda.
Al igual que The Dark Side of the Moon, The Lamb Lies Down On Broadway posee un carácter atemporal. Calidad que trasciende el período histórico en el que fue realizado conservando su poder emocional y dramático aun hoy. Al mismo tiempo representa la culminación de un período en el que las discográficas y los productores asumieron el papel de empresarios proporcionando recursos financieros aparentemente ilimitados para la creación de música guiada por el principio del arte por el arte. Tiempo más tarde las limitaciones comenzaron a restringir los vuelos creativos más salvajes de la fantasía (algunos dirán excesos) de los músicos de rock progresivo. Las condiciones económicas y sociales que condujeron a la retirada a la simplicidad personificada por el punk y la nueva ola son, de hecho, prefigurado por The Lamb Lies Down On Broadway que logró comentar la época en la que fue, incluso, adelantándose a ese período.
Peter Gabriel desarrolla a través de una narrativa lisérgica y satírica, a seres extraños y grotescos que encarnan sus reflexiones sobre la condición humana. En este trabajo, el cantante nos sumerge en una ópera satírica onírica, donde personajes surrealistas encarnan sus obsesiones: la sexualidad, la soledad, la falta de compañerismo y la fragilidad emocional. De este modo, The Lamb Lies On Broadway se posiciona como testimonio de la innovación y el coraje artístico de Genesis, consolidando su legado como pioneros de la música progresiva.///PACO