Son unos pocos los argentinos en exterior que creen que la definición del Estado-nación debe incluir el ejercicio de los derechos ciudadanos y la participación en los comicios desde el extranjero. Me refiero a que solamente el 15% de los argentinos en el exterior votaron en las últimas elecciones presidenciales. Pareciera ser que el desarraigo nada tiene que ver con sentirse parte de participar en la elección de los gobernantes que conducen el destino del país que nos otorga la nacionalidad. El derecho al sufragio en el extranjero es una conquista que data del año 1991. La ley 24.007 que fue reglamentada en el año 1993 permite que los extranjeros se inscriban voluntariamente en el Registro de Electores Residentes en el Exterior. Argentina tiene en vigencia el voto desde el exterior para elecciones presidenciales y el voto de extranjeros residentes en su territorio para elecciones municipales y en algunas provincias incluso de gobernador.
Argentina tiene en vigencia el voto desde el exterior para elecciones presidenciales y el voto de extranjeros residentes en su territorio para elecciones municipales y en algunas provincias incluso de gobernador.
En la última década, hubo varios intentos por parte de diputados y senadores, para que los extranjeros pudieran votar en las elecciones presidenciales. Ningún proyecto logró pasar de la Comisión de Asuntos Constitucionales. De hecho, el último intento en el año 2012, promovido por el senador Aníbal Fernández, fue rechazo. En referencia a la evolución de las tasas de registro y participación de los argentinos residentes en el exterior, el 1993 se registraron para votar 8.814 argentinos y hubo 5.337 votantes efectivos. Según datos de la Cámara Nacional Electoral, en las elecciones presidenciales de 2011, 50.553 electores estaban habilitados para votar desde el extranjero. El Estado garantizó la presencia de 200 mesas de votación en 70 países pero solamente 7.640 argentinos acudieron a las urnas. Una cifra ínfima, en tanto se estima que más de un millón de ciudadanos residen en el exterior. En esas elecciones Cristina Fernández de Kirchner fue la más votada por los argentinos en el exterior. Hoy, podríamos suponer que contando con el apoyo del oficialismo, Daniel Scioli resultará el favorito en el extranjero.
Según datos de la Cámara Nacional Electoral, en las elecciones presidenciales de 2011, 50.553 electores estaban habilitados para votar desde el extranjero.
En cuanto a las tendencias electorales en el exterior, quizás sorprenda que en las elecciones presidenciales de 2011, resultó ganador el oficialismo. Uno podría pensar que aquellas personas que eligen vivir en el extranjero, tienen a preferir un cambio de gobierno. Quizás sea una hipótesis correcta pero imposible de comprobar en tanto el sufragio no es obligatorio y puede que el porcentaje de votantes no sea representativo de la población. Una hipótesis conspirativa podría invitarnos a suponer, que el gobierno de turno se esfuerza para que los argentinos en el exterior desconozcan que deben hacer el trámite de cambio de domicilio, por lo menos 6 meses antes de los comicios.
Quizás sea una hipótesis correcta pero imposible de comprobar en tanto el sufragio no es obligatorio y puede que el porcentaje de votantes no sea representativo de la población.
Para las elecciones presidenciales que se avecinan, era necesario que los argentinos en el exterior realicen el trámite el cambio de domicilio antes del 28 de abril de 2015. De lo contrario, la burocracia estatal se ve impedida de garantizan que los ciudadanos figuren en los padrones del 25 de octubre próximo. El trámite de cambio de domicilio es complejo. En Nueva York, por ejemplo, se exige un turno previo, el pago de 15 dólares por anticipado, la copia de documento, la copia del pasaporte, una foto, comprobante que acredite domicilio en el extranjero y un formulario online que incluye la pregunta obligatoria: “desea votar en el exterior?”. Una vez que consta el cambio de domicilio el ciudadano puede acudir a la sede consular para inscribirse en el registro de electores.
El trámite de cambio de domicilio es complejo. En Nueva York, por ejemplo, se exige un turno previo, el pago de 15 dólares por anticipado.
Lo cierto, es que aunque tal vez sean miles los argentinos que desean votar en el exterior, puede que desconozcan que deben solicitan el cambio de domicilio o asuman que se encuentran habilitados para votar en el exterior. El próximo domingo, los electores que viven en el exterior pueden votar mediante una boleta única. Se supone que para ahorrar recursos, los consulados imprimen una “boleta-sobre” en la cuál el votante debe marcar con una cruz su voto, para los candidatos del el último distrito en Argentina donde tuvo domicilio. Una metodología que complica el recuento de votos y que coloca a los candidatos en un listado que encabeza Daniel Scioli, lo que puede ser considerado tendencioso. Votar desde el exterior nos permite a los argentinos continuar sintiéndonos parte del país que nos vio nacer. Nos permite creer que aún podemos ejercer desde la distancia cierta influencia política en Argentina. Es lamentable que la mayoría de los argentinos en el exterior elijan no votar//////PACO