“Me seduce colaborar en AFA, pero hoy no tengo tiempo para ser presidente”, había dicho Tinelli un mes atrás durante su visita al Vaticano para mostrarle la Copa Libertadores al Papa Francisco, líder espiritual y figura marketinera de este San Lorenzo campeón de América. Semanas después, el conductor de ShowMatch es confirmado como secretario de Prensa y Comunicación de la AFA por recomendación de un Luis Segura ya desbordado de responsabilidades y con intenciones de dejarlas en manos del hombre que todo lo que toca se convierte en oro.
Por más que Marcelo Tinelli lo niegue, ¿su ambición de poder incluye cambiarle la cara al desastre organizativo que hoy es la AFA? Los títulos obtenidos en tan poco tiempo en San Lorenzo y su perfil *renovador* le otorgan un plus que no tienen sus competidores en la carrera por el trono que dejó vacante Julio Humberto Grondona. Sin embargo, los éxitos deportivos no lo han acompañado en sus inicios como dirigente y basta con recordar aquella aventura en el Badajoz español. En 1998, Tinelli adquirió por una módica suma de 500 mil dólares el 57% de la acciones del club de segunda división. Llevó varios jugadores argentinos como David Bisconti, Alejandro Mancuso, Alejandro Limia, Martín Romagnoli y hasta consiguió el patrocinio de marcas importantes como Topper y Parmalat. A pesar del rebote mediático, en lo deportivo el equipo no funcionó y en la primera temporada terminó decimocuarto. La campaña siguiente, la 99-00, la situación no cambió y el equipo finalizó decimosexto. En 2001, el Badajoz repitió lo realizado en la primera temporada y la experiencia terminó en fracaso luego de tres años. En octubre, Tinelli vendió todo su paquete accionario.
La transformación de Tinelli: ¿De nuevo rico ávido de desafíos a este consolidado actor político? En enero de este año, el Cabezón de Bolívar estuvo a punto de hacerse cargo del Fútbol Para Todos. Su llegada promovía un aggiornamiento que traía consigo el uso de nuevas tecnologías en cámaras y la contratación de nuevos relatores y comentaristas como Sebastián Vignolo, Diego Latorre y Juan Pablo Varsky, entre otros. Días antes del comienzo del Torneo Final 2014, con todo cocinado, el Gobierno consideró que dejar la herramienta propagandística más importante en manos del conductor televisivo sería un error. Por eso, la gestiones iniciadas por el Jefe de Gabinete Jorge Capitanich, con la insoslayable colaboración de Julio Humberto Grondona y el secretario de Legal y Técnica Carlos Zannini, no llegó a concretarse y todo siguió igual: la insoportable continuidad de Javier Vicente, el relator militante; los entretiempos protagonizados por funcionarios oficialistas siendo filmados en sus actividades con una GoPro; y la programación de los partidos importantes en base al rating de Jorge Lanata.
A partir de allí, Tinelli, sediento de revancha, empezó a cranear en silencio su futuro con la mira puesta en la Asociación del Fútbol Argentino. Los coqueteos en prime time y otras reuniones lejos de las cámaras de televisión con los candidatos presidenciales Daniel Scioli, Sergio Massa y Mauricio Macri lo posicionan como el candidato del consenso. Para colmo, el presidente Luis Segura está convencido: “Si lo desea, reúne los requisitos para ser presidente de la AFA en un futuro”. ¿Qué le falta a Tinelli para ser presidente? Esperar. Por estatuto, Tinelli debe tener al menos cuatro años como dirigente de un club para presentarse a elecciones y recién lleva dos. Por otra parte, deberá también aguardar por la salida del kirchnerismo puro y duro, algo que sucedería recién en diciembre de 2015.
Lo cierto es que Tinelli ya empieza a tejer un futuro que lo tendrá como protagonista. Teniendo en cuenta que controlar la AFA es como manejar una provincia del país, bien podría pensarse que sus intenciones de ser presidente de la entidad madre del fútbol argentino funcionarían como trampolín para insertarse en la política nacional. Claro que de esa forma Tinelli perdería su lugar de confort y la inmunidad de la que goza por ser el inefable generador de rating/////PACO