“Teresa, no tenía idea cuánto la necesito / Mi corazón está palpitando y adivino mal / Pero supongo que lo superaré / Ella es solo una chica”. Así cantaba Pete Townshend, guitarrista de la legendaria banda británica The Who, en 1982, cuando decidió dedicarle la primera canción del disco It’s Hard a un amor imposible, Teresa. Aunque la historia contrafáctica sea un desperdicio inútil de caracteres, podemos aventurar lo siguiente: si Pete hubiera sabido que 34 años después de su canción, la Primer Ministro de Inglaterra se llamaría Theresa, probablemente hubiera alterado el nombre de su amor imposible. O, una posible reformulación: ¿una estrella de rock, contestataria y rebelde, le hubiera dedicado una canción romántica a Margaret Thatcher? No. Entonces por qué habría de hacerlo en 2016. Theresa Brasier nació en octubre de 1956, en Eastbourne, una ciudad inglesa con menos de 100.000 habitantes, punto medio entre Londres y la costa francesa. Hija única de un clérigo protestante, su padre le inculcó la costumbre de ir a misa todos los domingos, rito que aún hoy mantiene. Geógrafa egresada de Oxford, no pertenecía a la élite a la que si pertenecían sus futuros colegas de partido, el ex Primer Ministro David Cameron y el actual ministro de Relaciones Exteriores Boris Johnson, ambos alumnos del prestigioso Eton College. Desde temprano en su carrera, Theresa se unió a la a la sociedad de debate de Oxford Union y a la Asociación Conservadora de la universidad, cuando Benazir Bhutto, líder asesinada del Partido Popular de Pakistán, le presentó a su futuro marido, Philip May, de quien tomó el apellido. Su camino político comenzó en 1997, con la obtención de una banca en la Cámara de los Comunes, cargo que le permitió avanzar en el partido donde, May dice, nunca le pusieron obstáculos por ser mujer. Así, en 2010, llegó de la mano de Cameron al Ministerio del Interior, cargo que mantuvo durante más tiempo que cualquier funcionario en los últimos 50 años.

The first minister greeted Mrs May on the steps of her official residence, Bute House, ahead of the meeting. Ms Sturgeon said she wanted to discuss options to protect Scottish interests, which she believes have been put "at risk" by the UK's vote to leave the EU. Mrs May said her message was that the UK government was on the side of Scots. Speaking before her visit, the PM vowed to fully engage with the Scottish government on Brexit negotiations. She said: "This visit to Scotland is my first as prime minister and I'm coming here to show my commitment to preserving this special union that has endured for centuries. "And I want to say something else to the people of Scotland too: the government I lead will always be on your side. "Every decision we take, every policy we take forward, we will stand up for you and your family - not the rich, the mighty or the powerful. "That's because I believe in a union, not just between the nations of the United Kingdom, but between all of our citizens." Picture: Pool/Universal News And Sport (Scotland) 15/07/2016

Theresa se unió a la a la sociedad de debate de Oxford Union y a la Asociación Conservadora cuando Benazir Bhutto le presentó a su futuro marido.

Gracias al sistema electoral británico, FPTP o First Past the Post, los partidos más importantes, el Partido Conservador y el Laborista, se alternan en el control de las mayorías parlamentarias. Por este mismo sistema, el presidente del partido con mayoría es quien se transforma, automáticamente, en Primer Ministro. Allí la particularidad del sistema: inclusive sin elecciones de por medio, cuando un Primer Ministro renuncia y, por lo tanto, renuncia también a la presidencia del partido, si este último conserva la mayoría, quien lo sucede en el Ejecutivo partidario también lo sucederá como Primer Ministro. Esto sucedió con Theresa May, que no tuvo ni siquiera con quién disputar el cargo. Andrea Leadsom, potencial contrincante de May, se ocupó de cavar su propia tumba al decir en una entrevista que ella, por ser madre, estaba más capacitada que May para ocupar el cargo: “Estoy segura de que [Theresa] está muy triste por no tener hijos […] Pero genuinamente creo que ser madre significa estar realmente implicada en el futuro de nuestro país”. En varias entrevistas, May se refirió a la maternidad como un asunto que supo entristecerla profundamente, pero que fue algo que simplemente no sucedió. Después de pedirle disculpas públicamente, Leadsom se bajó de la candidatura y ahora ocupa la Secretaría de Medioambiente, Alimentos y Asuntos Rurales en el gabinete de May. Algunas preguntas surgen a raíz de la anécdota: ¿qué le habrán dicho sus hijos a Leadsom en la cena luego de publicada la entrevista con su polémica opinión sobre las implicancias de la maternidad? ¿Leadsom se sentirá realmente una mujer más realizada por ser madre? ¿Hay mayor realización personal en ser madre que en alcanzar el cargo público más elevado que existe en Inglaterra? Estas respuestas, probablemente, ni siquiera las conozcan los hijos de Andrea.

May II

¿Hay mayor realización personal en ser madre que en alcanzar el cargo público más elevado que existe en Inglaterra?

En su discurso inaugural como Primer Ministro, May resaltó los puntos altos del gobierno de David Cameron, su predecesor, camarada y empleador: baja de la desocupación y reducción del déficit fiscal. Y punto. Todo cierto aunque queda a elección del lector decidir si valió la pena el costo de la precarización laboral y el brutal ajuste. Más allá del punteo sobre los aspectos económicos del gobierno anterior, May también destacó los aspectos que ella titula como “justicia social”: el matrimonio entre personas del mismo sexo y la exclusión del impuesto al salario de las personas con bajos ingresos. Y punto. Allí la concepción de justicia social de los Conservadores en Gran Bretaña. Nota al pie: qué llano sería el terruño de nuestra política local si las banderas que levantan aquellos que reclaman por mayor justicia social solo fueran las banderas del –ya obtenido- matrimonio igualitario y las del –eterno reclamo- del impuesto al ingreso. Afortunadamente, la justicia social pampeana se extiende bastante más allá de los reclamos británicos, aunque la tarifa de gas todavía mantenga fría la sinapsis de queja. Aparte la referencia a las medidas sociales del wannabe Juan Domingo Cameron, el hincapié más fuerte de May estuvo en otro asunto: la unión. Como bien marcó en su discurso, el Partido que la lleva al poder no se llama “Partido Conservador” sino “Partido Conservador y Unionista”. ¿Por qué tanto protagonismo para el sentimiento de unión y el “precioso precioso vínculo” [sic.] que une a Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte? Porque después del ¿inesperado? triunfo del Brexit, Escocia amenaza con convocar a un nuevo referéndum para poner a prueba, por segunda vez en menos de 24 meses, la voluntad de los escoceses de mantenerse dentro de Gran Bretaña. De nuevo, en sus declaraciones sobre la maternidad May aseguró que, a pesar de las dificultades que el tema significó para su matrimonio, una vez superado el obstáculo, su marido, Philip, se transformó en su piedra de apoyo. Allí, May logró que la unión –matrimonial- prosperara. No casualmente, uno de sus primeros compromisos como Primer Ministro fue la reunión con Nicola Sturgeon, su homóloga escocesa, para tratar de resolver el problema de la potencial des-unión. Porque qué sería del Reino Unido si ya no queda Reino y el Unido es bombardeado por fuego amigo. Quizá también ahí, Theresa resuelva con Nicola lo que supo alguna vez resolver con Philip.

May III

En su discurso inaugural como Primer Ministro, May resaltó los puntos altos del gobierno de David Cameron, su predecesor, camarada y empleador.

Pero la unión está no solo en cuestiones políticas, sino también en cuestiones sociales. Como Ministra del Interior, May mostró su faceta más reaccionaria en el discurso que dio durante la Conferencia del Partido Conservador en octubre del año pasado. Bajo la premisa de que hay millones de habitantes de países pobres deseosos de vivir en Inglaterra, May sostuvo que hay cierta cantidad de inmigrantes que un país puede y tiene que recibir, que lo ideal sería implementar un sistema inmigratorio que permita la evaluación de quiénes entran en el país, que aunque Inglaterra debe atraer a los mayores talentos del mundo, no todos los que ingresan son obreros calificados, ingenieros o médicos y, por último, que no es posible construir una sociedad cohesiva cuando el cambio es demasiado rápido y la inmigración demasiado masiva. Segunda nota al pie: qué despoblado estaría el terruño porteño si en el censo de 1914 no figurara el 50% de población extranjera que residía en la ex Capital Federal. Inevitables comparaciones mediante, Theresa May conserva un fragmento de la presunción de inocencia que Margaret Thatcher no supo custodiar durante demasiado tiempo. En un juego que destaca el cinismo ilustrado británico, May no se deja atemorizar por la construcción que implica su particular combinación entre feminidad, autoridad y conservadurismo. Muchas veces tildada de “frívola” por su gusto hacia los zapatos heterodoxos –vistió unos preciosos tacos bajos de leopardo el día en que la Reina la coronó como encargada de formar nuevo gobierno, además de compilar, entre sus momentos descollantes, unas botas bucaneras para recibir al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto en marzo del año pasado-, May goza de un excelente prestigio entre sus partidarios como una trabajadora empedernida, aunque varios de sus más feroces detractores la caracterizan como una Poncio Pilato cualquiera. En 1975, el legendario Rod Stewart lanzó su quinto álbum de estudio, Atlantic Crossing. En el primer tema, «Three time loser”, Stewart canta: “Sentado aquí en la fila / Usando mi número / Mientras ella está en algún lado / Tocando a otro tonto / En sus botas de leopardo de caña baja / Me acorraló contra una reja / Puso sus sucias manos en mis pantalones / Ella se llevó todo mi dinero / Me dejó desnudo bajo la luna plateada”. Aunque la premonición sea un desperdicio inútil de caracteres, podemos preguntarnos lo siguiente: qué enigma saber si Theresa May se identificará con la mujer a la que le canta Rod. Los artistas confirmados son los zapatos de leopardo//////PACO