Ansiedad


¿Quién es Camus Hackers?

1.
En 1998 instalaron la primera conexión de dial up en mi casa. Tenía 12 años y pocos de mis amigos usaban internet, así que mi único contacto por correo electrónico (una dirección de UOL Sinectics, que en paz descanse), era con mi madre. Ella me reenviaba todas las cadenas, chistes y curiosidades que le mandaban al mail interno de su trabajo. Mi género preferido eran las cadenas con leyendas urbanas. Historias clásicas del siglo XX adaptadas a la era digital: el matrimonio que adoptaba una rata gigante pensando que era un perro, el hombre que despertaba con un riñón menos en una bañera con hielo tras una noche de pasión, los jóvenes que descubrían un alfiler en el asiento del cine y un cartel con la leyenda “bienvenidos al mundo del SIDA”. Más tarde descubrí Snopes, un sitio fundado en 1995 que se dedica a refutar leyendas urbanas. Es la wikipedia de las mentiras, y tiene miles de posts publicados. Leyéndolo aprendí que el mito tiene una función social: está ahí para expresar los miedos y los deseos de la sociedad que los genera.

2.
Michael Johnson tiene 22 años, estudia en la Universidad de Lindenwood, Missouri, y fue campeón de atletismo en el secundario. Aparece en sus perfiles de Instagram, Facebook y Vine mostrando su cuerpo musculoso o entrenando. O aparecía, porque está preso: Michael Johnson está acusado de haber tenido relaciones sexuales, a veces sin protección, con 31 personas que no sabían que era HIV positivo. Además, grabó todos sus encuentros sexuales. Lamentablemente los medios estadounidenses no publicaron ninguno de los videos. Al menos ahora Johnson sería famoso. Meses antes, me mostraron el perfil de Facebook de una tal “Negri Domínguez de Facha”, una joven rosarina que publicaba fotos de un test de HIV positivo y anunciaba que iba a vengarse, contagiando a todos los hombres que pudiera. La cuenta de Facebook ya no existe más. ¿Existen Michael Johnson y Domínguez de Facha? ¿O son mitos que cumplen una función social? ¿Importa?

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3.
2013 fue el año del video porno amateur de famosos argentinos. El fenómeno se hizo costumbre hace una década en el primer mundo con el sex tape de Paris Hilton, pero acá explotó el año pasado, cuando se difundieron videos como el de Florencia Peña y el de Fátima Flores. La diferencia con casos anteriores como los de Silvina Luna, Wanda Nara y, Dios la tenga en la gloria, Chachi Telesco, es que en los nuevos casos no parecía que las protagonistas tuvieran intenciones de filtrarlos para hacerse -más- famosas.

4.
En ese contexto llega @camushackers, la cuenta de Twitter de un autoproclamado hacker argentino que subía videos y fotos “prohibidas” de los famosos. Apareció el miércoles 22 de enero y pronto causó revuelo. Decía que tenía más material prohibido y conexiones con el poder que le garantizaban impunidad. Pero todas las imágenes que publicaba ya habían sido filtradas y publicadas en medios y redes sociales antes de que lo hiciera él. Nada de su material era nuevo.

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5.
Pronto aparecieron los rumores. Que no era un kaker o lamer, como se conoce a la persona con conocimientos informáticos básicos que se hace pasar por hacker sin serlo. Aparecieron usuarios que proclamaban conocerlo. Otros que proclamaban ser él. Él que proclamaba no ser quien decían que era. Cuentas de redes sociales cerradas, borradas y vueltas a abrir. Blogs falsos. Entrevistas radiales con sospechosos. “Mi hijo es un pelotudo”, decía la supuesta madre del supuesto Camus en otra entrevista. Su abuela aseguraba que estaba en manos de psiquiatras. A esta altura es imposible recopilar todo el material que se generó alrededor de la noticia, y determinar qué pasó primero y quién es quién.

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6.
Santiago Siri, fundador del Partido de la Red en Argentina, escribió una
extensa nota en la que enumera los hitos principales del Camusgate. En particular recopila el trabajo de los hackers @hispahack y @hellr00t, que rastrearon al supuesto Camus. Encontraron a Emmanuel Carlos Ioselli, un ni-ni de 21 años que vive en Campana. Luego él mismo reconoció que era @Camushackers, pero después aseguró que no era el responsable de los hackeos, sino que él mismo había sido hackeado. Lo contó en una entrevista en Canal 13, donde le informaron que la policía lo esperaba a la puerta del estudio. Ioselli se descompensó. Cuando se recuperó, la Policía Metropolitana lo identificó, le pidió sus datos y lo dejó ir. Ni siquiera le tomaron declaración.

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7.
Siri tiene la teoría de que Ioselli es en realidad un perejil al servicio de un productor de TV. Dice que toda la movida sirve para aliviar la carga de las noticias sobre la devaluación y el cepo al dólar. Otros dicen que el joven sólo quiere hacerse famoso, difundiendo videos de famosos, algunos de los cuales se hicieron famosos difundiendo sus propios videos. No es lo importante.

8.
CamusHackers puede ser un productor de chimentos necesitado de noticias. Puede ser un adolescente inviable y aburrido. Puede ser un grupo de hackers fracasados. Puede ser un hamster o un niño cuadripléjico enchufado por USB a un servidor. Camus Hackers es Anonymous, es Fuenteovejuna, es Keyser Soze, es Tyler Durden, es Neo, es Lain Iwakura. CamusHackers no existe. Sólo aparece como una imagen distinta en cada uno de nuestros cerebros. Y, como las leyendas urbanas, expresa un miedo, enseña una lección: cuidado con las fotos que sacás con tu celular/////PACO

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