Correr una maratón requiere varios meses de preparación. Los planes de entrenamiento detallan lo que hay que hacer, antes y durante la carrera, para evitar cualquier imprevisto. Nada dicen, sobre qué debe hacer una mujer indispuesta. Considerando que todos los días hay 800 millones de mujeres de entre 15 y 49 años que están menstruando, miles de ellas deben haber googleado: “maratón + menstruación”. Lo primero que aparece en el buscador es la historia de Kiran Gandhi, una chica de 26 años, nacida en India, que se anotó para correr la Maratón de Londres y, no tuvo en cuenta, que ese día iba a estar indispuesta. Decidió correr sin protección higiénica, priorizando su comodidad. Hace tres meses, su imagen en la meta, con sangre entre las piernas, recorre el mundo como símbolo de un tema tabú.

Hace tres meses, su imagen en la meta, con sangre entre las piernas, recorre el mundo como símbolo de un tema tabú.

Los datos disponibles no nos permiten demostrar si ‘el período’ tiene un impacto significativo en el rendimiento de una maratonista. No hay estudios que puedan comprobar modificaciones neuromusculares en las piernas ni en las articulaciones de las rodillas. Por ahora, la ciencia pudo confirmar que correr ayuda a eliminar líquidos retenidos, liberar endorfinas que reducen la inflamación y eliminar dolores menstruales. En carreras de larga distancia, cuando el cuerpo percibe un gasto exagerado de energía es natural que se corte el sangrado. La mayoría de las corredoras de elite no creen que menstruar tenga un efecto negativo. Algunas incluso dicen que mejoran su rendimiento. Hay records mundiales de mujeres que declararon estar indispuestas. Un caso emblemático fue, Uta Pippig, la hermosa alemana que ganó la Maratón de Boston en 1996, llegando a la meta con su pierna izquierda bañada en sangre. Entonces, divorciémonos del estereotipo de la menstruación como un obstáculo y empecemos a pensar al deporte como una medicina.

En India, el 70% de las mujeres no tienen acceso al uso de productos higiénicos y 1 de cada 5 chicas dejan de ir a la escuela por ‘esta con la regla’.

La menstruación es realmente una limitación para las mujeres que viven en la pobreza. En India, el 70% de las mujeres no tienen acceso al uso de productos higiénicos y 1 de cada 5 chicas dejan de ir a la escuela por ‘esta con la regla’. India es solamente un ejemplo de los países donde las mujeres padecen el ciclo menstrual como el sufrimiento de una maratón que no eligen correr. Por cuestiones culturales y religiosas, una mujer que menstrua puede ser vista como “impura, sucia y enferma”. Se cree que una mujer en ese estado, tiene el poder de contaminar y destruir. Incluso hay culturas que le impiden a la mujer indispuesta dormir con su esposo, visitar parientes, tocar alimentos o rezar. La ignorancia alcanza límites impensados, aún en los países prósperos del sudeste asiático, adonde el 66% de las mujeres menstrúan por primera vez sin tener idea del asunto. En África Oriental, la falta de higiene produce enfermedades asociadas al período menstrual. Afortunadamente, hay varias ONGs que se dedican a entregar de manera gratuita la copa menstrual y kits con una lavadora a mano que incluye toallas reutilizables.

Una maratonista filipina me comentó que durante la carrera tuvo que frenar varias veces para cambiarse la toalla higiénica porque en su país no se acostumbra usar tampones.

Conversé sobre la menstruación con un grupo de mujeres que el domingo pasado corrieron conmigo la maratón de Nueva York. Les comenté que las mujeres argentinas con recursos usan tampones y toallas higiénicas. Una de ellas, mencionó los peligros de esos productos y los beneficios que explican porque la copa menstrual está de moda en Estados Unidos: “Es más económica, cómoda, higiénica y amigable con el medio ambiente”. Una maratonista filipina me comentó que durante la carrera tuvo que frenar varias veces para cambiarse la toalla higiénica porque en su país no se acostumbra usar tampones. Les conté que yo también corrí indispuesta; que todavía no salgo de mi asombro porque batí mi record personal y mi cuerpo detuvo el sangrado.

Les conté que yo también corrí indispuesta; que todavía no salgo de mi asombro porque batí mi record personal y mi cuerpo detuvo el sangrado.

La menstruación merece ser vivida como una fiesta. Cada vez que una mujer menstrua, le hace un homenaje a la vida. La naturaleza se nos presenta como un volcán en erupción que se niega a extinguirse. El período menstrual es una señal de aviso que le da la bienvenida a un nuevo ciclo. Celebremos la muerte de lo único que puede dar vida. Una mujer que todos los meses ve sangre en su vagina es una mujer saludable. Una mujer que puede correr una maratón indispuesta no es más que una privilegiada. Somos las mujeres las que tenemos que demostrar que la menstruación es un desafío no nos hace más débiles. Aprovechemos que la ciencia está de nuestro lado//////PACO