1 / Cortándoles la lengua van a callar
¿Qué se vota hoy en la Cámara de Diputados que debe defenderse con un ejército? La foto recorrió las redes sociales mostrando un nuevo tono para un gobierno que, hasta hace poco, festejaba sin pudor. Las elecciones legislativas se leyeron desde el oficialismo como un cheque en blanco, y sin más lanzaron los petardos de Navidad: despidos en el Estado, aumento de la nafta y los servicios, una reforma tributaria a la medida de las grandes empresas, promesas vacías de pactos fiscales (otra vez), más endeudamiento, flexibilización laboral violenta y, como corolario, una reforma previsional que amenaza bajar las jubilaciones en un año en que las metas inflacionarias del Banco Central sonaron a un mal chiste de WhatsApp. “Jubilados pensionados ya no pueden más / rezagados consumados el gobierno tirarán”, cantan los Illya Kuriaky en un disco inmortal, fechado en 1991. La canción comienza con el sampleo de un noticiero: la presentadora dice que los jubilados salen a protestar porque el gobierno prometió aumentar y, en cambio, recortó. El tema vuelve a sonar en YouTube un cuarto de siglo después. La ley de jubilaciones, que había resarcido con aumentos trimestrales a los jubilados en una verdadera reparación histórica, es desactivada por un gobierno que había prometido mejores haberes. Ayer, a pocas horas de la votación, los voceros del gobierno repitieron en los medios oficialistas que el macrismo es una fuerza histórica en cuanto al cumplimiento de sus promesas de campaña, desnudando el cinismo y la negación como verdaderos motores mentales de Cambiemos.
2/ Virgen de riña estás asomando
“Yo soy el pibe que en esta ciudad / te hace la fama de que estallarás”. YouTube suena mientras la oposición aparece fragmentada, dividida, carente de líderes, golpeada por las prisiones preventivas del gabinete kirchnerista y un justicialismo que en el Senado está completamente atado a los compromisos con los gobernadores. El FPV-PJ votó la ley de reforma previsional un minuto antes de implosionar y dividirse en varios bloques, dando por terminado un proceso que había empezado en 2003. Las redes sociales recalentadas anunciaron un malestar general que rápidamente se trasladó a las calles de Buenos Aires. Esta semana la Plaza de los Dos Congresos y sus alrededores se volvieron a llenar de protestas y reclamos, autos de diputados golpeados por pancartas, policía y gendarmería asolando en un panorama claramente represivo. Muchos dijeron “en las últimas elecciones se voto ésto”, intentando justificar que el electorado apoya la represión. Y en un punto es cierto. Pero el voto de la represión funciona sólo cuando el objeto de la fantasía de la represión es otro, un otro, cualquier otro. En ese sentido, la reforma previsional abre la posibilidad de que, por primera vez, ese otro sea uno mismo, y el objeto de la represión resulte el mismo que dio el «visto bueno» en las urnas. Una encuesta de la UNSAM difundida en Twitter por el investigador de Flacso Ignacio Ramírez (@nachoram) revela que el rechazo al proyecto del oficialismo es de casi un 66% y que los mayores de 55 años -es decir, los “jubilados del futuro”- son los que muestran mayores niveles de crítica, a contramarcha de lo que podría pensarse.
Una encuesta de la UNSAM difundida por el investigador de Flacso Ignacio Ramírez revela que el rechazo al proyecto del oficialismo es de casi un 66% y que los mayores de 55 años -es decir, los “jubilados del futuro”- muestran los mayores niveles de crítica, a contramarcha de lo que podría pensarse.
Es que lo insólito de la ley que impulsa el gobierno es que pega directamente entre los votantes de Cambiemos. Entonces la represión, la manipulación mediática, los discursos ambiguos y desfasados de los representantes del gobierno -desde el vocero más oscuro de la Rosada hasta la propia Lilita Carrió- de pronto son desanudados por los mismos que, pocas semanas antes, compraron el paquete del PRO con moño y todo. El horno está listo para calentar los mares. Por un lado, el gobierno empecinado en aprobar una ley sin sentido y haciendo toda clase de malabares discursivos para disimularlo, y a su lado, una oposición que logró instalar a pesar de su debilidad que la ley es nociva para jubilados y la población en general, pero que negocia a contrarreloj especulando una votación donde las esquirlas de la explosión no sean mortales. Por el otro, votantes que comienzan a sentir que algo huele mal en una olla en Milwakee. Las calles nerviosas sirven de escenario para los que repiten que todo estallará.
3/ Muestra tu imperio de salames de sodio
El desfile de funcionarios kirchneristas por Comodoro Py no pareció alcanzar para ocultar los intentos del oficialismo para imponer la fantasía del “supermercado del mundo”, aún cuando las contraindicaciones de la receta del FMI se sientan en lo más profundo de la clase media. La metáfora funciona dentro del relato macrista: el horizonte es una Argentina como territorio de góndolas bien surtidas, donde se ofrezca toda clase de productos nacionales e importados, y en cuyos pasillos asépticos, ordenados y bien iluminados llegarán compradores de todo el mundo, dispuestos a tomar nuestros productos, pasarlos por una caja que deriva el tributo fiscal correspondiente, y se van con el estacionamiento sellado para comenzar una y otra vez el ciclo de riqueza y bienestar. Sin embargo, un día antes de la votación decisiva para que las góndolas no se llenen de repositores histéricos buscando golpear a los dueños del supermercado con paquetes de harina vencida, la Unión Europea tensa las negociaciones con el Mercosur y demora el acuerdo que podría eliminar impuestos al comercio de hasta el 90% de los productos comerciados entre el viejo y el nuevo continente. Uno de los problemas del pacto radica en un reclamo de los productores de queso franceses, que exigen que las denominaciones de origen europeas sean únicas y no tengan su contraparte en Argentina. Esto incluye, por ejemplo, al gruyer, fontina, romano, brie, reggiano-reggianito, manchego, provolone, camembert, parmesano o gouda, entre otros. Todos estos quesos deberán tener nuevos nombres, y eso incluye góndolas ya no tan atractivas, un supermercado del mundo que comienza a tener tintes surrealistas.
La ley de jubilaciones, que había resarcido con aumentos trimestrales a los jubilados en una verdadera reparación histórica, es desactivada por un gobierno que había prometido mejores haberes.
¿Acaso veremos queso San Martín, Sarmiento, Belgrano? ¿Queso Yaguareté, Foca, Foca Empetrolada? ¿Queso @Supersifón, Queso @AkiTejerina? ¿Queso Cangallo, Frondizi, Alfonsín? Lo cierto es que este detalle, aparentemente de fácil resolución en cualquier mesa de negociación bilateral, es uno de los que detiene por varios meses los acuerdos de importación / exportación con tasas liberadas del 90%. Los planes de revitalizar una economía a través del viejo y nunca bien ponderado libre mercado del primer mundo choca con las más profundas tradiciones productivas de un país que rechazan todo aquello que identifica a un lugar. Al fin y al cabo, ¿qué es la denominación de origen para un grupo de CEOs cuya única patria es el capital? Aquel chiste donde el viejo Franco Macri le reprochaba a su hijo convertirse sólo en el presidente de un país latinoamericano parece simbolizar los obstáculos con los que se enfrenta el macrismo, es decir, su propia idea del mundo. Por otra parte, el capital financiero todavía se mueve cómodamente: datos recientes demuestran que Alfredo Coto es uno de los mayores beneficiarios de las medidas de blanqueo, con 7000 millones de pesos repatriados (hasta el momento). El Supermercado del Mundo meets Paradise Papers mientras los investigadores de los delitos financieros son expulsados del país.
4/ Se asoma el torero que me azota
La represión en democracia, decíamos, es la represión del otro. Lo vimos durante el caso Maldonado y sus secuelas, en las que el gobierno debió inventar una célula terrorista mapuche armada para justificar la represión de 44 activistas de los derechos indígenas -un grupo compuesto por descendientes y familiares de mapuches- y exponer en los medios de comunicación alineados con el gobierno -que son prácticamente todos- un discurso de poderoso contenido vintage en el que se plantea una especie de retorno al siglo XIX con su Campaña del desierto. Si bien el asunto indígena incomoda a todos los gobiernos -muchos recordamos las carpas QOM en la 9 de Julio esperando a Cristina Kirchner-, la escalada de violencia en la Patagonia para favorecer los señoríos feudales de los amigos del gobierno llegó a niveles absurdos de cinismo discursivo y real. Pero el accionar violento de estas fuerzas de (in)seguridad alcanzan también ahora a toda clase de protestas sindicales, concentraciones masivas e incluso el surrealista arresto de twitteros por escribir letras de canciones de cancha que mencionaban a Mauricio Macri. La represión nunca tiene verdadero sentido, ¿qué razones verdaderas existen para reprimir? La represión es irrazonable por esencia, y en ese aspecto el gobierno de Macri se hizo cargo del dictamen autoritario permitido por los votos de una derecha endurecida. Crear un enemigo imaginario es una de tantas estrategias para justificar lo imposible. Cuando desapareció el submarino que transportaba a 44 marinos argentinos por el Atlántico Sur, surgieron numerosas teorías de distracción sospechosamente similares a las utilizadas durante la búsqueda del cuerpo de Maldonado, hasta que ambos procesos terminaron en el mismo punto: hipótesis simples y casi cotidianas con las que cualquiera pueda identificarse, a tono con el relato que el macrismo imprimió en cada discurso de campaña.
El único plan del macrismo es intentar la buena letra: portarse bien, hacer los deberes, no molestar, no hacer ruido, no volar alto ni tener aspiraciones, y tal vez, sólo tal vez, el primer mundo derrame sus mieles secas del invierno.
Desde aquella justificación de Macri por los primeros despidos estatales, cuando dijo “ojalá consigan otro trabajo y sean felices”, a los más de 22 mil cesanteados de los organismos de gobierno, con Maldonado se utilizó la muletilla del “se ahogó porque no sabía nadar” y sobre el submarino se dijo que “falló la batería, que era china”. En esas explicaciones simples, a veces emanadas de la boca de los representantes del oficialismo y otras deslizadas en las palabras del periodismo más servil, se dejaron languidecer hasta el desinterés casos de altísima relevancia para la democracia y la soberanía nacional. Desde la utilización de fuerzas de seguridad estatales para proteger los intereses de empresarios extranjeros hasta el encubrimiento de un posible ataque inglés al submarino perdido. Más allá, el único plan del macrismo es intentar la buena letra: portarse bien, hacer los deberes, no molestar, no hacer ruido, no volar alto ni tener aspiraciones, y tal vez, sólo tal vez, el primer mundo derrame sus mieles secas del invierno. Para un presidente que piensa las Islas Malvinas como un posible gasto innecesario y que aspira a convertirse en una molécula que gira en redondo sobre el vasto vacío del mercado, todos los temas sensibles de la población son piedras en el camino. En este contexto, la reforma previsional aparece como una medida necesaria para el avance, y su resistencia un intento tozudo por vivir en un plano irreal para quienes gobiernan. Ya sabemos quién nos guía hacia el abismo. El macrismo, mientras tanto, habla de futuro: siempre ha sido su principal activo, aunque ya sepamos que «el futuro» no existe. Aún así, la lógica de Cambiemos parece ser la lógica del capital financiero, y esa es una lógica que siempre consigue vender precisamente lo que no existe.
5/ En la Argentina salvaje ya no puedo ladrar
Esta noche será una larga noche. En una Cámara de Diputados anillada por Gendarmería, rodeada de manifestantes y bajo la presión de un paro general express de la CGT, no necesitamos conocer el resultado para ver el signo. La rosca legislativa pondrá en marcha sus engranajes mejor aceitados, asistiremos a una sesión que durará hasta la madrugada, que incluirá discursos de todos. Mientras uno hable en voz alta, los demás correrán por bancas y pasillos hablando en voz baja, negociando esto y lo otro, dame aquello y tomá ésto. La danza cósmica ha comenzado, mientras el monoriel de la política palaciega gira sobre sí mismo. Más allá del resultado, veremos un gobierno que hasta hace poco se sentía incuestionable y atravesó, como señalaba el filósofo alemán Inmanuel Wallerstein, la “barrera de lo tolerable”. Si se aprueba la ley no será por el laissez faire de un electorado revanchista, asustado por el pasado, sino por la muñeca negociadora de los operadores de turno, que no son los mismos pero siempre es igual. La reforma previsional tiene poca vida aún de aprobarse, porque la resistencia es mucha y la tensión vuelve rompible lo que parecía irrompible. No hace falta leer el texto completo del proyecto para entender que aquello que se vota tras los temibles escudos alineados de la Gendarmería no es el cambio que buscaban los argentinos, y que tras las paredes policíacas hay una ley a punto de votarse y también un gobierno que se sabe débil y busca la solidez por otros medios//////PACO
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