Arquitectura


Francisco Salamone, la forma que cayó del cielo

Lo inaudito de la atención prestada hoy a Salamone no es menor que el absurdo de su carrera enloquecida. Fueron muy pocos años de febrilidad constructiva, dos o tres para cerca de setenta construcciones.
A posteriori, la lejanía de Buenos Aires fue garantía de invisibilidad para el común, y para los entendidos, el hecho de que se vinculara a Salamone estilísticamente con el Art Déco fue razón suficiente para un “olvido” disciplinar no despojado de desdén.
Ningún monumentalista, incluso ningún fascista de la arquitectura, había tenido la audacia de prescindir del diálogo entre los edificios propios y los restantes emblemas de poder del entorno.
Nadie sabe a qué edad Salamone llegó a la Argentina con su padre, maestro constructor de obras, provenientes de un pequeño pueblo del centro de Sicilia. Sólo se sabe que era muy pequeño.