María Obrey , fotógrafa rusa, es la culpable de estas fotos. Como su español era malo, me solía pedir que la acompañara a varios partidos de fútbol. Fue con esa impronta que durante el 2011 recorrimos diferentes clásicos y sobre todo tribunas, porque la verdad de todo, es que ni ella ni yo somos fanáticas de ningún equipo. María, rápidamente, aprendió los laberintos y códigos de cada uno de los partidos de fútbol. Le gustaba entrar con la barra, estar en el punto máximo de la euforia y escabullirse para hacer tomas perfectas a los jugadores. Es que para que estas fotos sean lo que son, no había más remedio que perseguir la tibieza de la luz. Y si eso era sinónimo de ser valiente ante los alaridos de los hinchas, nosotras debíamos ser cómplices de cada una de las fiestas que recorrimos a los largo del 2011. El clásico de Avellaneda, fue uno de los primeros de una serie de varios trabajos. Le siguió San Lorenzo, Rosario Central, River- Boca, Newell´s y demás. María, lamentablemente dejó la Argentina a principios de este año. Todavía no he vuelto a las canchas.///PACO