A finales del siglo pasado, la fotógrafa holandesa Marrie Bot se preguntó porqué nunca se veía en las películas a personas mayores desnudas o haciendo el amor. Comenzó una búsqueda por el mundo de la fotografía sin encontrar material que reflejara las relaciones íntimas de la tercera edad. Así que en el año 2000 inició el proyecto Gelifenden-Timeless Love, para el cual consiguió diez parejas que se dejaron fotografiar en sus propias casas en actitudes que hasta entonces simplemente no existían en el mundo de la comunicación visual. Las treinta y seis fotos seleccionadas formaron parte en el 2004 de una exposición y un libro en los que se muestran escenas que reivindican el amor, el erotismo y la sensualidad en edades donde tradicionalmente no se posa la cámara. Las fotos, desde luego, son horribles.