En el diciembre pasado, buscando en internet una receta de guacamole para la cena familiar de fin de año, entré a lo que hoy en día vendría a ser algo parecido a un Wikipedia para quienes disfrutan de la cocina: la página de Paulina Cocina. Pero lo llamativo no es eso –entrar y salir de la página, los videos y las redes sociales de Paulina es algo que quienes buscan recetas suelen hacer–, lo curioso es que quien daba la receta del guacamole perfecto era nada menos que la música, modelo, periodista deportiva, actriz y twittera Érica García. Usando las palabras justas, diciendo cómo elegir y manejar las paltas, nos sumergía en ese mundo de la manipulación precisa de los alimentos. Finalmente, al terminar de cocinar y contemplar con orgullo mi deliciosa salsa con la que después sorprendería a mi familia, me vi obligado a curiosear un poco en qué andaba Érica. Así me entere de su libro, Teoría de la eternidad, que comercializa ella misma; se le manda un mail y ella te manda el archivo, a un precio muy amable. Unos meses después de leer lo que ella tenía para decir, charlamos un poco sobre su libro. Acá están sus respuestas.
Al ver la portada del libro y ver dos autoras, Érica García y Nanakh Vir, se puede llegar a pensar que son dos las personas que lo escribieron. Recién al final, en la última página del libro, explicás que las dos son una sola, que Nanakh Vir es tu nombre espiritual. ¿Puede ser que haya algún tipo de intento, consciente o no, de hacer creer que son dos las autoras y así darle más potencia al mensaje? ¿Qué vendría a ser un “nombre espiritual”?
Las obras que tienen dos autores no tienen más fuerza. Hasta pueden tener menos, no tiene nada que ver. En este caso iba a poner solo Nanakh Vir, pero terminé poniendo Érica García también para que sepan de dónde venía. Puede ser que vuelva a lanzarlo solo con el nombre Nanakh Vir.
Mi nombre espiritual viene de cuando, en 2008, me convertí a la religión Sikh. Ya no soy practicante de esa religión, pero conservo el nombre, siempre está con uno. Tiene una vibración particular, que me conecta con ciertas cosas, con una época muy linda. Los artistas tenemos muchos nombres. Los nombres artísticos que adoptamos o nombres de bandas también son nombres espirituales. Los apodos también lo son, simplemente que en vez de estar dados por alguna entidad, te lo da tu madre o un amigo, pero te marcan y te dan una vibración de una forma muy parecida.
En tu twitter te definís como “catadora de sistemas solares”. Entiendo que uno pueda decir algo que no es totalmente cierto para definirse en redes sociales, entiendo que en la descripción del perfil de twitter se puede decir que uno es cualquier cosa, pero después de leer tu libro no me queda claro si esta supuesta profesión tuya es una ironía o no. ¿Es una ironía? ¿O no?
Para cualquier desprevenido que lea esta entrevista sin conocerme: le cuento que yo soy música, digamos artista, y que dentro de eso se puede decir que soy cualquier cosa, como domadora de elefantes de papel. Yo juego mucho con los guiños y el humor, no me gusta la solemnidad. Generalmente, lo espiritual y lo cosmogónico se mueve con una solemnidad que no me agrada, entonces, para escapar de eso, siempre me vuelco a mi perfil artístico, que me permite volar sin dar explicaciones.
¿De qué género pensás que puede llegar a ser Teoría de la eternidad? ¿Divulgación paracientífica? ¿Autoayuda de alto vuelo? ¿Literatura para flahsear? ¿Ensayo?
Se llama cosmología, es una mirada filosófica del Cosmos. Autoayuda no es. Literatura para flashear menos, me suena más a Julio Verne, digamos fantasía que luego puede o no ser realidad. Creo que ensayo filosófico científico se ajusta más. Lo que dice el libro es cómo pienso que funciona el sistema universal, no es una fantasía donde yo invento un único universo rojo que nos tiene atrapados a todos, no es así. Simplemente, percibí algo que creo que es imposible de probar y muy difícil de explicar. No soy científica, con mis rudimentos vino esa percepción a mi cabeza y la tuve que bajar inmediatamente en libro porque sentí que entender el universo así me explicaba todas mis dudas.
En tu libro hablás de temas de los que se suele escuchar hablar, viajes en el tiempo, ovnis, humanos que usan su propia alma como recurso energético, las formas del universo y otros, pero decís cosas diferentes, distintas de lo que se suele decir, que nunca se escucharon en ese tipo de relatos. ¿Cómo llegás a esa información tan particular?
Pienso, conecto y resuelvo. Me parece que la gente no tiene resuelto lo que es la muerte, para qué estamos en el mundo. El humano tiende a resolver la esfera que abarca, lo cual está perfecto y es necesario, pero después sufre mucho por esas «cosas grandes» a las cuales mantiene en un terreno solo ritual. Digamos, se conecta con la muerte desde el miedo y el sufrimiento cuando se le muere alguien, lo incluye en la vida como un inevitable fin de ciclo, no lo incluye en una permanente dinámica universal. El humano piensa que la vida es esto y que aparte existen los planetas, como una cosa separada. Ya de base, insiste con que sale el sol en vez de decir que giramos. Esto puede parecer nimio, pero es esencial para ver cómo el humano percibe el todo.
¿Creés que puede haber vida en otros planetas?
No, en otros planetas no. Creo, como dice el libro, que hay vida en el espacio, en forma de luminiscencias y seres vestigio de lo que quedó de los humanos, pero que como todos los tiempos transcurren al unísono, los podemos cruzar ahora. Digamos, tenemos encuentros con el futuro de la humanidad permanentemente.
En algunas partes hablás de “la última parte de la humanidad”. Algunos piensan, muchas veces influenciados por los medios de comunicación que quieren vender esa idea, que esta época del coronavirus, con gente muriendo de a miles por un virus muy difícil de controlar, es el final, que se acaba todo, como en las películas de futuros distópicos onda Mad Max o Blade Runner. ¿Vos qué decís?
El libro se llama Teoría de la eternidad porque la humanidad ya se acabó infinitas veces y el mundo se creó y terminó infinitas veces. Estamos atrapados en la eternidad, en una misma película que se repetirá infinitas veces. Me resulta difícil de explicar, por eso diferencié la lógica humana de la lógica universal. El humano piensa el fin de la humanidad en términos lineales trágicos, épicos. Según mi teoría, eso ya ocurrió infinitas veces y seguirá ocurriendo. Nunca me voy a referir al fin o a la muerte como algo trágico porque esa es una percepción humana, acotada a nuestra vida individual y comunitaria.
Me conmuevo por el dolor humano, por lo pequeño que nos relaciona, pero no puedo dejar de percibirlo como un factor del cosmos.
Con relación al coronavirus, me parece el comienzo de una era de incomodidad del humano, van a venir muchas cosas más que lo incomoden, para que sacuda su mente y se dé cuenta de que esto no es lo único que existe. Pero el humano no puede dejar de pensar en lo pequeño y pone su mente en creer que esto es un daño que le hacen a él y en ver cómo ponerle lunares al barbijo, cómo batir la harina para que no haga grumos… Apenas hablas de una resolución cosmológica, piensan que estás loco, que sos insensible, que sos raro. La humanidad se está regulando. No es que el universo nos tiene que «servir» a nosotros y hacernos bien. Nosotros estamos al servicio de lo que necesita el universo y no nos damos cuenta. El coronavirus viene a querer explicar eso y van a seguir viniendo más explicadores de ese concepto, en forma de incomodidades, tragedias y todo lo que al humano lo quita de su centro.
Para terminar, ¿qué música recomendarías escuchar mientras uno lee Teoría de la eternidad? ¿Qué tipo de playlist maridaría justo con este libro?
Para no distraerse, algo de William Orbit o Brian Eno en su etapa ambient. Paradójicamente, la música que hago ahora tiene que ver más con el beatmaking, con el rap, el hip hop y el r&b. De cualquier forma, me parece que para asimilar conceptos, prefiero el silencio o algo parecido a él////PACO
Si llegaste hasta acá esperamos que te haya gustado lo que leíste. A diferencia de los grandes medios, en #PACO apostamos por mantenernos independientes. No recibimos dinero ni publicidad de ninguna organización pública o privada. Nuestra única fuente de ingresos son ustedes, los lectores. Este es nuestro modelo. Si querés apoyarnos, suscribite por solo $25 por mes. Poco para vos, mucho para nosotros.