Turismo


En el pueblo sumergido de Villa Epecuén

El camino “De los balnearios” es un sendero coronado por las ruinas en demolición infinita de uno de los mataderos del arquitecto Francisco Salamone y por las ruinas de un derruido cementerio cristiano.
Entre las postales sucesivas de la destrucción, el centro más siniestro son los simpáticos despojos del Balneario Epecuén.
Todo en Villa Epecuén es el recuerdo espectacular de lo que pudo haber sido y dejó de ser, y entonces volvió a ser, pero en versión zombi.
Villa Epecuén producía apenas veranos alegres, no había un discurso de ideales más que el del solaz del verano. Se trataba de un pasado imposible de aquilatar que se había montado sobre otro pasado que parecía llegado para cobrarse deudas.