Cuidado che con lo que deseás porque puede llegar a convertirse en realidad.
Proverbio guaraní
 
Nuestro concepto moderno de salud está equivocadísimo.
Salud, en el reino animal, no es otra cosa que fecundidad.
Una erección firme y duradera, por ejemplo, le da a entender a la hembra que el macho en cuestión tiene buena presión sanguínea, salud, y por ende constituye un buen candidato para dejarse preñar.
El macho de miembro sólido y penetrante posiblemente le pasará buenos genes para gestar hijos saludables y tendrá fortaleza física para defender a esos hijos saludables de depredadores.
Ergo el atractivo sexual.
No por eso el choma deja de ser carne de cañón, que es esencialmente el mandato biológio masculino.
Es así de simple, atávico e instintivo.
Obviamente, los que hablan de “salud” en la cultura popular modelo 2014 tienen una agenda.
Lo que consideramos salud en 2014 es una deformación flagrante del curso natural de las cosas.
Es como la idea de la “pureza” en razas de perros.
No hay nada menos puro que un perro de raza, que no es otra cosa que una deformidad deliberada y controlada a lo largo de un par de generaciones por humanos fascistas con problemas psiquiátricos manifiesssstos.
Vos que sos gai y te declarás un ecologista militante, un defensor a capa y espada de la naturaleza ¿nunca te pusiste a pensar que la naturaleza te hizo gai porque no quiere que te reproduzcas?
Puede ser diabólicamente malthusiana la pacha mama.
A ver ¿la naturaleza no era sabia?
Cuidado con lo que tanto buscás en la vida porque podés llegar a encontrarlo.
Y no te va a gustar.
¿En qué quedamos?
¿Está bien o está mal cambiar el curso natural de las cosas?
¿O depende de cuando el curso natural de las cosas te beneficia a vos y a tu agenda?
Si la naturaleza es sabia, cada homosexual que nace es una persona cuyo código genético la naturaleza quiere truncar.
Una vía muerta, un callejón sin salida evolutivo.
Un homosexual no sería otra cosa que, simplemente, un sujeto biológico que no quiere reproducirse.
Un vegano, en tanto, es un individuo que quiere herir su código genetico privándolo de proteínas.
Y no empecemos con el feminisssssmo.
Queridas feministas, no me ataquen a mí, soy apenas el mensajero.
De hecho, creo que soy más feminista que vosotras.
Ataquen a sus congéneres que se hacen implantes de siliconas para destacarse en el ambiente laboral.
Busquen a las carneras entre sus propias filas.
Ataquen a las mujeres que se dejan sodomizar en cámara para que millones de oficinistas se manoteen en su horario de almuerzo.
Sorry.
El pisicoanális dice que el fumador es un  suicida de baja intensidad.
El amante de los deportes extremos, un sujeto que busca la muerte pero no termina de atreverse.
En fin.
Acaso sea más ecologisssta un sujeto que se fuma dos paquetes de Parisiennes por día y vive listo para quedarla de un bobazo llegando a los 40.
Cada vez que te tomás un antibiótico para prolongar tu vida estás matando microorganismos por millones.
¿Por qué está mal matar ballenas para comer y está bien matar formas primitivas de vida que se hospedan simbióticamente en nuestro organisssmo?
¿Y si nuestro rol en esta tierra no es otro que el de alojar a esos millones de microorganismos que llamamos virus y bacterias?
¿Y si sólo somos cáscaras, placentas?
¿Y si los verdaderos depredaddores son ellos?
¿Hasta qué punto tiene la presa el derecho de quebrar el mandato natural y cortar el ciclo biológico?
Obviamente, estas son todas preguntas retóricas.
Lo que estoy buscando es poner en evidencia las enormes contradicciones de vegetarianos, veganos y ambientalistas varios.
¿Sos vegano?
No uses medicamentos fabricados por laboratorios farmacéuticos internacionales. Dale, boicoteálos, no consumas sus productos, no les des tu dinero al capitalismo farmacéutico para que mantengan el estatus quo.
*
 
A ver: el planeta no va a resistir una población humana de más de 12mil millones de invididuos con una esperanza de vida de 90 años y los hábitos de consumo de un estadounidense promedio.
Si todos los humanos del planeta vivieran como vive un shanki de clase media en 2014, el ecosissstema planetario ya habría colapsado.
Amo el verbo colapsar.
De seguir el mandato natural, para dejar un mínimo daño a nuestro paso por este mundo, somos una especie que debería reproducirse entre los 12 y los 16 años para morir antes de los 40, habiendo ya conocido a nuestros nietos.
Eso es lo que la naturaleza espera de nosotros.
Confundimos ecologismo con naturismo, o bien ambientalismo con vida sana, cuando son opuestos absolutos.
“Curarse” de una enfermedad no es otra cosa que torcer el mandato natural.
Deberíamos morir de infecciones odontológicas leves antes de llegar a los 40 años.
Ese y no otro es el mandato natural.
¿Sos vegano?
Si alguna vez pisaste el consultorio de un médico, no sos vegano, ni ambientalista ni un carajo, sos un careta.
A ver chicas, la apendicitis la inventó la pacha mama para matarnos y controlar así la proliferación de esa plaga que llamamos humanidad.
La pacha mama es mucho más malthusiana de lo que parece.
Si sos ecologista, pero ecologista en serio, deberías predicar con el ejemplo y evitar todo tipo de comida industrializada, tratamiento médico o producto farmacéutico.
Y suicidarte al superar los 30.
Dieta paleo.
LOL.
Nunca le creas a un vegano que dice que está preocupado por la naturaleza pero al mismo tiempo come “sano” para vivir más.
Lo único que le importa a veganos y otras lacras es lograr una longevidad artificial y parecer joven el mayor posible, a costa del prójimo y del planeta. 
Un objetivo puramente egoísta.
MILFs, FILFs, metrosexuales penosos, inmaduros, adolescentes crónicos.
Y ahora vienen los Millennials.
Agarráte.
Si tuviera un dólar por cada vez que una tonta con implantes de siliconas o un patovico con liposucción me dio un sermón sobre salud, ecología y derechos de los animales, sería mishonario.///PACO