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Compipulenta 2: «Nada bueno puede hacerse sin buena leche»

Si crées que el rock nacional suena todo igual, si pensás que no hay bandas nuevas, si parece que el género está estancado o muerto, es porque no estás escuchando bien. Esa es la premisa de la que parte el dúo de Cosas Pulenta, que está por estrenar la 19º edición del Festipulenta, el festival que reúne cada tres meses a la generación rockera del under local con su público. Y, como si hiciera falta, lo prueban una vez más con el Compipulenta 2, un mixtape digital que reúne 40 canciones inéditas de 40 «bandas nuevas» de la escena porteña, platense y uruguaya.

El Compipulenta dos, que se puede bajar gratis de Mega, contiene temas de 107 Faunos, Androide Mariana, Antolín, Atrás hay Truenos, Carmen Sandiego, DChampions, El Perrodiablo, Eté & Los Problems, Fantasmagoria, Fútbol, Go-Neko!, Hablan por la Espalda, Hernán Martínez, Javi Punga, La Ola que quería ser Chau, Las Liebres, Las ligas Menores, Los Cayos, Los Espíritus, Los Pakidermos, Los Pus, Los reyes del Falsete, Los SUB, Los Totales, Miro y su fabulosa orquesta de Juguete, Mujercitas Terror, Olfa Meocorde, Prietto viaja al cosmos con Mariano, Riel, Riphle, Reimon Starship y los Venusinos, Reno y los Castores cósmicos, Riki Riki Tave, Señor Faraón, Sr. Tomate, The hojas Secas, Tobogán Andaluz, Valentín y los Volcanes, Valle de Muñecas y Viva Elástico. Hay también un PDF, una tapa de Podeti, algunas fotos, otras anécdotas y mucho pero mucho rock.

COMPIPULENTA

«La idea del compilado nace cuando recorríamos nuestro segundo año de festivales y ya estaba claro que la cosa daba para largo», cuenta Nicolás Lantos, periodista de Página/12 y uno de los fundadores del Festipulenta. «Todavía no habíamos comenzado el programa de radio (La hora pulenta, sábados de 14 a 16 por FM Nacional Rock) pero sentíamos que lo que hacíamos tenía que trascender de alguna manera el formato del festival. Así surgió la idea de juntar en un disco material de todas las bandas que pasaron por el festival como forma también de plasmar lo que estaba sucediendo en algo que pudiera trascender y permanecer más allá de la experiencia de ir al festival», agrega.

-¿Cuál es el criterio de selección y organización del material?

El criterio es sencillo: son invitadas al Compipulenta las bandas que pasan por el Festipulenta. En el primero, las que tocaron en 2009 y 2010; en este nuevo, las de 2011 y 2012. La única condición que le ponemos a las bandas es que nos den material inédito (cosas grabadas especialmente, demos, tomas en vivo, temas que hayan quedado afuera de algún disco), de forma tal que el compilado, además de su valor documental y de difusión, sea de interés para quienes ya conocen a las bandas y su material preexistente. Nuestros gustos personales influyen antes, en el proceso de selección de las bandas que tocan en cada festival. A veces elegimos entre dos o tres propuestas que nos manda alguno que no termina de decidirse por qué material presentar.

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-¿Cómo es el proceso de producción y edición?

El proceso de producción es bastante sencillo. Un año antes de lo que -calculamos- queremos que salga el disco invitamos a las bandas a participar y ponemos un deadline. A partir de ahí empieza un metódico y prolijo trabajo de romper las bolas hasta que todas entregan (algunas con más puntualidad, otras siempre con delay). En el medio, a veces charlamos con algunas bandas para orientar, facilitar o seleccionar el material. Una vez que tenemos todo (siempre con un par de meses de delay respecto al deadline original) se lo pasamos a Satur (amigo, sonidista del Zaguán y tecladista de Krupoviesa) para que normalice y masterice todas las pistas, que llegan bastante desparejas. En paralelo vamos armando el material para el librito y Chaume (violero del Perrodiablo) se encarga del diseño. Para la tapa convocamos a un ilustrador o humorista gráfico que admiremos y voilá!, le compipulent!

-¿Qué diferencias hay entre el Compipulenta 1 y 2? ¿Cómo fue el trayecto entre uno y otro?

La principal diferencia es de tamaño: el Festi creció y eso se ve reflejado. El anterior era (apenas) un disco doble de 33 canciones; este es triple y tiene 40. Muchas bandas crecieron en estos dos años y eso se nota en el material que enviaron, lo mismo que la repercusión que tuvo el primer compi hizo que las bandas se pusieran un poco más las pilas con este. Por lo demás, el espíritu es el mismo y el resultado muy parejo. Creo que los dos juntos configuran una colección de música que representa a grandes rasgos lo mejor de lo que está pasando por acá últimamente.

-¿Qué une a las bandas del Compipulenta más allá de la autogestión y de pertenecer al under?

Cualquier intento de establecer una definición de lo «pulenta» desde lo estético/artístico va a fracasar. No existe una etiqueta que en ese sentido le quepa a Antolín y Hablan por la Espalda, o a Olfa Meocorde y Valle de Muñecas. Creo que tiene que ver más con un subjetivísimo factor «humano», alrededor de la celebración de la amistad, la solidaridad y la buena leche (ojo, desde una lectura política, «nada bueno puede hacerse sin buena leche», y no desde un voluntarismo naïf o jipón). Desde lo compositivo, sí buscamos en general honestidad y cierta preocupación terrenal en las letras. Y desde lo performático claramente el tema va por la entrega en el escenario y por priorizar lo musical a «la pose».

-¿Cuál es el futuro del Compipulenta? ¿Aspiran a una edición física en CD/Vinilo/Casette, o a futuras ediciones?

El futuro solo lo conocen Alá y Carrió, así que no podemos asegurar nada con demasiada exactitud, pero tenemos ganas de dejar una constancia material del laburo hecho en los dos Compipulentas y creemos que el primer trimestre del 2014, cuando se cumplan cinco años y veinte ediciones desde el primer Festipulenta es una ocasión muy propicia para embarcarse en una locura así. Por otra parte, mientras los festivales se sigan sucediendo como las estaciones, es de esperar que salgan nuevos compilados con las bandas que vayan pasando por el escenario. Pero, de nuevo, todo eso es aventurarse en un terreno inexplorado y pantanoso, donde casi no hay certezas.///PACO.

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