Juliana Fernández Farro es artista plástica. Se reivindica autodidacta. Sus obras están expuestas en su sitio web, www.julifernandezfarro.com.ar.

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Empecé a pintar de cara dura. Vi unos cuadros pop en la calle y pensé «yo puedo pintar esto». Fue hace unos 10 años.  Compré algunas pinturas, pinceles (ahora sé que había comprado unos terriblemente grandes e inadecuados) y comencé haciendo réplicas de Roy Lichtenstein, que era mi favorito en ese entonces. Fue un impulso: pinté 6 cuadros en 2 días. ¡Y quedaron bien! En esa época tenía un local de diseño en Palermo y los colgué ahí. La sorpresa mayor fue cuando un cliente vino, se llevó todos y me los pagó. Entonces pensé que podía dedicarme a esto.

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Un día armé una página web y subí las fotos de las obras que iba pintando. Surgieron pedidos de réplicas de muchos artistas más. Y me animé. Estudié cada técnica (Picasso, Van Gogh, Kandinsky, Klimt, Miro, Xul Solar) a través de sus obras, nunca estudié pintura. Ver cada obra y pensar qué utilizaron para hacerla, por dónde habían empezado. Es como un rompecabezas.

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Una vez un desubicado me mandó un mail preguntándome si no le pintaba su miembro. Me reí mucho pero no pude evitar la respuesta: «Hola! gracias por tu contacto. No pinto en medidas muy chicas, me gusta pintar en lienzos grandes, así que si tenés otra idea, no dudes en volver a contactarme».

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Soy muy disciplinada para pintar ya que los pedidos de los clientes tienen un tiempo que debo respetar, pero todos comprenden que a veces no tengo todas las pilas necesarias y me tienen mucha paciencia.

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Trabajar con réplicas me permite mantener mis obras originales, que tienen otro tiempo para venderse. Hay obras que descansaron durante meses en mi taller hasta que llega el cliente que se enamora de ella y se la lleva. Cada obra tiene su cliente.

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No me considero una «artista», más bien soy una artesana de mi trabajo tan particular. Cuando alguien me pregunta a qué me dedico la siguiente pregunta es «¿los vendés?», porque mucha gente pinta y no tiene la capacidad de desprenderse de su obra, o de ponerle un precio y seguir generando cosas nuevas.

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No expongo en galerías porque soy mi propia mentora.///PACO