AXIOMAS
Registremos lo siguiente. Hay dos posturas frente al mundo. La primera observa el paso del tiempo y la evolución: todo llega a ser lo que es gracias a cambios sucesivos y graduales. La segunda habla de creación: rupturas, apariciones, episodios.
EJEMPLO
Heráclito y su mundo cambiante es un buen ejemplo de lo evolutivo. Esa vieja historia del río: no somos los mismos, el río no es el mismo, cosas así. Parménides, en cambio, vive en un mundo estático. Frío-calor. Noche-día. Ser-no ser.
OTRO EJEMPLO
El Génesis y la creación del hombre por un lado. La teoría de la evolución de las especies por el otro.
DIGRESIÓN
La Evolución es una máquina prodigiosa, única: toma sujetos del Reino Animal y los transforma –lentamente, sí- en Hombres Pensantes.
PUNTO DE PARTIDA
Regresemos al punto de partida: hay dos opciones. La primera: estática. La segunda: evolutiva.
En realidad no importa el argumento del cuento, sino el modo en que Borges decide publicarlo: como una nota dentro del libro de ensayos Historia de la eternidad.
UN TERCER EJEMPLO
Pero no es un ejemplo en realidad, sino la Hipótesis Principal del texto. Sobre su objeto de estudio, Borges, recaen las dos posturas citadas. La primera –estática– toma a Borges como genio indiscutido. Habla de una revelación en la que no podrían observarse cambios, transformaciones, matices. No habría gradualidad. Borges siempre fue Borges. Así como Kafka siempre fue Kafka, Flaubert Flaubert o Proust Proust. Una postura manifiestamente parmenideana. La segunda postura, heracliteana, intenta observar la evolución, la lenta transformación de Borges en Borges.
MEA CULPA
Yo mismo frecuenté la postura parmenideana en este otro texto: Lamentablemente soy Borges. Allí hablo, entre otras cosas, del momento preciso en el que Borges se convierte en Borges: al describir El Aleph, la esfera. Entre líneas se observa una postura creacionista, religiosa. Entre líneas se observa la revelación, la aparición casi mágica del escritor.
DESCUBRIMIENTO
Toda ciencia que se precie comienza con un descubrimiento. Ese descubrimiento puede ser azaroso. Mi descubrimiento fue el de un relato perdido (un eslabón perdido) en la historia borgeana. Ese relato se llama “El acercamiento a Almotásim”.
ACLARACIÓN
No soy el primero que descubre “El acercamiento a Almotásim”, por supuesto. En la red hay artículos, reseñas, una profunda paleontología sobre los restos de ese cuento que es a la vez ensayo y cuento.
ARGUMENTO
En realidad no importa el argumento del cuento, sino el modo en que Borges decide publicarlo: como una nota dentro del libro de ensayos Historia de la eternidad.
SUS PALABRAS
«El acercamiento de Almotásim», escrito en 1935, es a la vez un invento y un seudo ensayo. Fingía ser la reseña de un libro publicado por primera vez en Bombay, tres años antes (…) Pero autor y libro son enteramente de mi invención (…) El cuento apareció al año siguiente en un volumen de ensayos, Historia de la eternidad, junto a un artículo sobre el «Arte de injuriar». Quienes leyeron «El acercamiento a Almotásim», creyeron en lo que decía, y uno de mis amigos llegó a ordenar la compra de un ejemplar en Londres. No fue hasta 1942 que lo publiqué abiertamente como cuento en El jardín de senderos que se bifurcan.
SUPREMO OBJETO DE LA FICCIÓN
¿Qué otro objetivo tiene la ficción que volverse real? Traspasar ese ténue, frágil, pálido resorte (la página) y ser parte de la vida misma. Ese amigo (las versiones apuntan a Bioy Casares) pidiendo ese libro ficticio, ¿qué otra cosa es?
OPINIÓN
Quizás “El acercamiento a Almotásim” no es el más claro y mejor elaborado cuento de Borges. Quizás sea un poco confuso. Quizás todavía la técnica no esté refinada. Borges todavía no es el escritor que llegará a ser.
ENTONCES, ¿QUÉ ES?
Porque si no es el escritor que llegará a ser, ¿qué es? Un ensayista prodigioso. Libros como Discusión y como Historia de la eternidad lo prueban. Los temas que maneja, los saberes filosóficos, sus propias opiniones hablan de una destreza sin igual.
El ensayista no deviene cuentista naturalmente. Hay mil ensayistas que no tienen ninguna necesidad de colar un relato de ficción en medio de su libro de ensayos.
PERO
Pero el ensayista no deviene cuentista naturalmente. Hay mil ensayistas que no tienen ninguna necesidad de colar un relato de ficción en medio de su libro de ensayos.
UN PRIMERA PREGUNTA
¿Por qué lo hace? Pero es mejor preguntar: ¿Cómo lo hace? La respuesta podría ser esta: es tal su conocimiento, son tales sus saberes, que nadie es capaz de dudar de lo que dice. Ni siquiera su amigo.
SOSPECHA
Podríamos sospechar, claro, que toda esa anécdota del amigo pidiendo el libro a la editorial sea falsa o al menos exagerada. No estaría mal conservar la duda metódida.
SIN EMBARGO
El ensayo-ficción apareció y no hubo ni hay en las Obras Completa de Emecé, 1974, (donde vuelve a aparecer al final del libro de ensayos Historia de la eternidad) aclaración sobre la ficcionalidad del libro reseñado.
LOS TIEMPOS
Es rigurosamente cierto que en estos tiempos el engaño sería imposible. Bastaría un click para comprobar la existencia-inexistencia del libro reseñado.
¿ESTAMOS TAN SEGUROS?
No estemos tan seguros. Podría ser incluso al revés. ¿No podría un Borges millennial llenar de críticas y comentarios de supuestos lectores la red para dar verosimilitud a su falsa reseña?
CRÍTICAS
Lo que tenemos que tener claro: “El acercamiento a Almotásim” es la crítica de un libro. Ese ejercicio (criticar un libro inexistente) será un método rigurosamente borgeano.
¿Qué hubiera pasado si nadie hubiera notado, preguntado, averiguado por ese libro inexistente?
ENTONCES
El ensayista deviene (palabra cara a Deleuze, por supuesto) escritor. Su primer ensayo (en el sentido de prueba) lo hace sin aclarar su método. Sin aclarar que está haciendo ficción.
¿QUÉ HUBIERA PASADO?
¿Qué hubiera pasado si nadie hubiera notado, preguntado, averiguado por ese libro inexistente? ¿Qué hubiera pasado si “El acercamiento…” hubiera sido un texto sin buenos lectores? ¿O un texto sin suerte? ¿Si no hubiera despertado ningún interés? ¿Si hubiera pasado inadvertido? ¿Tendríamos al Borges escritor de cuentos o no? Pero, ¿el mejor escritor argentino pudo no haber sido escritor?
LAS DOS POSTURAS INICIALES
Las dos posturas filosóficas del inicio aquí demuestran su diferencia. Solamente los heracliteanos pueden comprender el párrafo anterio (¿Qué hubiera pasado?). Para los parmenideanos todo esto es una elucubración insensata.
TEMBLORES
¿Qué otra cosa lleva a un escritor a ocultar su ficción entre ensayos diversos?
UNA CONCLUSIÓN PREMATURA
Podría ser esta: Borges vivía en el mundo de las ideas, en un cielo platónico donde su saber bastaba. En un momento decide bajar a la humanidad-ficción y se convierte en escritor.
FINALMENTE
Algo que comparte este texto con el anterior que escribí sobre Borges: es preferible quitarle al escritor todo aire de genio. Es preferible verlo como un hombre de carne y hueso. Mejora la digestión de su lectura, podríamos decir.
EL MISMO BORGES PARECE DECIRLO
En “Flaubert y su destino ejemplar” escribe: “Lo contingente y lo estatuario son lo mismo, sólo que mirado de más cerca o más lejos”.
EN REALIDAD SUS PALABRAS SON ESTAS
“En un artículo destinado a abolir o a desanimar el culto de Flaubert en Inglaterra, John Middleton Murry observa que hay dos Flaubert: uno, un hombre huesudo, querible, más bien sencillo, con el aire y la risa de un paisano (…) otro, un gigante incorpóreo, un símbolo (…) declaro no entender esta oposición”.
Borges mismo fue un hombre de carne y hueso. Huesudo, querible. Es preferible destacarlo que ocultarlo.
EXPLICACIÓN
Llegar a ser lo estatuario-Borges comprende también lo contingente-Borges.
EXPLICACIÓN DE LA EXPLICACIÓN
Borges mismo fue un hombre de carne y hueso. Huesudo, querible. Es preferible destacarlo que ocultarlo.
EXPLICACIÓN DE LA EXPLICACIÓN DE LA EXPLICACIÓN
Como todo hombre de carne y hueso, tuvo sus contradicciones. Pero hubo un momento (¿presuponer un momento vuelve a colocarme en la postura creacionista?) en el que (¿con valentía?) Borges se convierte en escritor de ficciones. Conocemos el resto de la historia.
Convertir historias ajenas en historias propias: ese parece ser su método.
PREVIAMENTE
Había escrito “Historia universal de la infamia”, por supuesto. Pero, según sus propias palabras en el prólogo de 1954: “Son el irresponsable juego de un tímido que no se animó a escribir cuentos y que se distrajo en falsear y tergiversar (sin justificación estética alguna vez) ajenas historias”.
HISTORIAS AJENAS, HISTORIAS PROPIAS
Convertir historias ajenas en historias propias: ese parece ser su método.
TIMIDEZ
En esa timidez, ese ocultamiento, en ese acercamiento, podemos ver, quizás, al Borges huesudo y al Borges lejano, estatuario, universal.
CONCLUSIÓN
Queda entonces demostrado que el propio Borges pudo, dada una sucesión diferente de fechas, hechos, eventos y lecturas, no haberse convertido en el mejor escritor argentino de todos los tiempos///////PACO