En la página de Contacto de Balzac, la red social de escritores realistas, hay una dirección de correo electrónico. Si uno escribe un mail, lo recibe de vuelta a los pocos segundos con la leyenda: “limit quota exceeded”, como si sus administradores no revisaran desde hace años la casilla. Esto, más allá de algunos errores menores en la programación de HTML, no perjudica en nada el funcionamiento de la red social, que está en línea no se sabe desde cuándo. Sobre estas cosas, sin embargo, se discute poco y nada en los foros.

A Balzac se llega a través de Google o de innumerables links en blogs con ambiciones literarias, la mayoría de ellos abandonados. De vez en cuando alguien la linkea en Twitter o en Facebook, pero cada vez menos. Cuando uno ingresa lo recibe un retrato de Honoré de Balzac, el más clásico de todos, con una mano sobre la camisa, al lado del formulario de registración. Los datos personales solicitados al principio no son muchos: fecha de nacimiento, nombre completo, dirección de mail. La consulta se vuelve exhaustiva en el segundo paso, a la hora de completar el perfil de usuario, sin el cual es imposible el acceso. Muchos han sido rechazados en esta instancia. La red social desalienta los fakes, porque no permite segundos intentos de registración desde la misma IP o con la misma casilla de correo electrónico, que había sido solicitada en el primer paso. Los datos requeridos en esta instancia tienen que ver con creencias religiosas, si es que las hubiere (al respecto hay un debate abierto en un foro, con el subject: “¿qué tan relevante es la creencia religiosa en el ingreso a Balzac?”), gustos e influencias literarias y, el más curioso, una casilla que solicita el ingreso de un fragmento de texto escrito por el usuario, de 4000 caracteres de extensión, espacios incluidos.

A pesar de las restricciones existe al menos un usuario, UbuRey77, que se tomó el trabajo de ingresar muchas veces, desde computadoras y casillas de mail diferentes, para poner a prueba los criterios de la red social. Comprobó, primero, lo obvio: que la mención de Tolkien, Borges, Ballard o Philip K. Dick entre las influencias literarias, es motivo inmediato de rechazo de la solicitud. Hay otros casos, más dudosos, que significan puntos en contra. Escritores tan disímiles como Gabriel García Márquez, Cortázar o Stephen King forman parte de esta lista. La mención de dos juntos es motivo de rechazo. Pero si son combinados cada uno con Carver, Faulkner o Leopoldo Brizuela, es posible que el aspirante se transforme en usuario de Balzac. Esto, siempre y cuando complete el tercer paso, que es –en palabras de UbuRey77– “el más temible de todos”.

“No sé cómo hicieron –relata en su única intervención en los foros, donde escribió la crónica de sus intentos de acceso–. Eso debe ser un algoritmo, el más extraño de todos los imaginables. Analiza cada palabra y su combinación entre sí. E incluso, da la impresión de que es capaz de interpretar un texto. Si se trata un plagio lo detecta de inmediato. Hasta ahí es comprensible. Pero si el texto está muy cargado de especulación metafísica, la página redirige el navegador a Google. Si el fragmento tiene muchas referencias a la cultura pop, a un sitio sobre los Simpsons, y si es demasiado transgresor en algún sentido, a la definición de “corrección política” en Wikipedia.”

Luego transcribe el texto gracias al cual fue admitido en la red social. Es un relato con un estilo elegante, formal, de un episodio de su niñez en Buenos Aires, durante los años de plomo, que cierra con la insinuación de que él podría ser hijo de desaparecidos, pero que en realidad no importa la pregunta, porque todos lo somos.

“Bienvenido a Balzac, fue la respuesta. Sentí que el esfuerzo había valido la pena. Pero después, cuando entré, me di cuenta de que este es un lugar muerto. No sé si alguien leerá alguna vez este mensaje. No sé, ni siquiera, si no existirá todavía algún administrador para borrarlo. No lo creo. Para esta red social, ya no hay administrador posible. Pero les quiero decir una cosa: no vale la pena. Váyanse. La literatura no está en las redes: está en las estrellas”.

A continuación vienen tres respuestas, espaciadas en el tiempo, como si su mensaje fuera leído muy de vez en cuando. En la primera le agradecen sus aportes porque “enriquecen los foros”. En la segunda lo acusan de resentido, elitista y reaccionario. La tercera es un link a un sitio de crónicas periodísticas financiado por el estado nacional argentino.

A pesar de las palabras de UbuRey77, la red social Balzac no está muerta. Existe un movimiento, silencioso pero persistente, de usuarios españoles y latinoamericanos, con predominio de argentinos. Los españoles, en especial los de Barcelona, son reconocidos por embarrar las discusiones, como se comentó alguna vez. El más solemne y respetado entre los argentinos es Omnisciente, un narrador  un poco místico, con evidente experiencia en talleres literarios, que en su juventud estuvo influido por Poe, lo cual lo dota de cierta nobleza porque su opción por el realismo fue “el producto de una reflexiva y profunda meditación”, como él mismo resalta en uno de sus mensajes. Hay otro, notablemente más joven, que se presenta como una renovación y escribe sobre redes sociales. Mintió en el formulario de ingreso al no declarar sus influencias en materia de ciencia ficción, pero la suya es una transgresión que el sistema puede tolerar y que es reconocida y celebrada por el ala progresista de Balzac, que valora las editoriales independientes y las series norteamericanas. Los escritores latinoamericanos se pasan el dato de Bolaño y parten hacia otras redes sociales. Los escritores de blogs son tolerados, pero despectivamente. No existen registros de sexo entre los usuarios. Las fotos en los perfiles muestran personas sonrientes, que miran a la luz, en camisa o con suéters atados a los hombros.

Corre una leyenda acerca de Balzac. No fue difundida dentro de la red social sino en Taringa cuando estaba en su apogeo y todavía sigue ahí, a disposición de quien quiera googlearla. Esta leyenda indica que Balzac fue creada por orden de D.S., un eminente agente literario argentino, con residencia en España, que sigue ingresando a ella en busca de nuevos valores para su agencia. Otra versión, que aparece como comentario en un artículo del Suplemento Ñ de Clarín, insinúa que los usuarios de Balzac tendrían ciertos privilegios de lectura por parte de los jurados del Premio Novela, y remata con la pregunta de si la red social no será uno más de los numerosos recursos del multimedios.

Cada tanto aparecen usuarios nuevos. Uno de ellos se preguntó en un foro cuál sería el final de la red social, y qué pasaría con ellos si un día dejaba de funcionar. Hasta ahora no hubo respuesta pero él todavía no lo sabe, porque fue la primera y última vez que ingresó.///PACO